Número 69

54 dando seguimiento a lo jurídico y un tercer paso que nos ha ayudado, a partir de la pandemia, es que yo y el otro compañero Russell, quien es uno de los compañeros más comprometidos en la asamblea, con quien tengo muchos años trabajando, como unos veinte años trabajando con él. Los dos nos la jugamos como venga. Nunca nos echamos para atrás. Somos los que damos más la cara en cualquier situación, es un compañero de Ticul. Me dice, “oye Pedro, no podemos quedarnos así en la pandemia, vamos a hacer algo que nos permita mantenernos vinculados con la gente”. A él se le antojó hacer una convocatoria a jóvenes de las comunidades de Quintana Roo, donde es más difícil el acceso hasta por la cuestión del internet. Convocamos a un grupo de jóvenes, y comenzamos a hacer unos talleres aquí, hace más de un año, año y medio. Y cada mes, o mes y medio, dos meses tenemos este grupo y con ellos nos reunimos aquí, discutimos un tema equis. Le llamamos a todo el pensamiento del taller de formación política, y nos ha resultado mucho, porque los chavos tienen la facilidad de manejar el internet, el teléfono. Aunque está difícil la señal allá con ellos, pero apenas haya señal uno ya se puede comunicar con ellos. ¿Qué ha pasado como experiencia de éxito con ellos? La idea es que entren a las asambleas ejidales, donde están sus papás, sus abuelos, sus tíos, sus hermanos, sus vecinos y que ellos vayan y les den voz, aunque no tengan voto porque no son ejidatarios, pero les dan voz para explicar cosas que creen ellos que necesitan los demás. Principalmente entender cuando llegan personas de otros lugares a plantear un tema en el ejido, “a cambiarles la cara”. Hemos logrado Fotografía de Haziel de la Cruz

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