Número 69

55 correr en cada ejido, a tres o cuatro empresas que han ido. Eso ni siquiera lo hemos sacado a la luz, en los periódicos, ni la necesidad de poner un amparo. Porque esos chavos se han parado y les han dicho a sus ejidos o a sus compañeros ejidatarios en español y en maya. Entonces está hecha la chamba, y los ejidatarios piensan, “si significa ésto el perder mi tierra, no la voy a dar”. Y desde la raíz los cortamos, los viejitos no saben qué es una manifestación de impacto ambiental y para explicárselos está difícil, porque no es el ambiente de ellos, no es la situación que han vivido. En cambio, un muchacho lo entiende rápido, porque la mayoría de estos chavos tiene carrera universitaria, aunque sea una carrera técnica. Ellos entienden con mayor facilidad este tipo de cosas, y una de las cosas que le preguntan al empresario, al coyote que viene al ejido es “¿qué tipo de proyecto es el que estás planteando? ¿Para qué quieres las dos mil hectáreas de tierra? ¿Tienes un estudio de impacto ambiental? ¿Ya te dieron el permiso para el reordenamiento territorial?” Estamos hablando ya de otra cosa, y la empresa se queda así… Lo muchachos les dicen el tema, o es que la ley dice esto y esto, y esta empresa tiene la obligación de mostrarnos esto. Por ejemplo, “¿en qué otros lugares han trabajado y qué experiencias tiene en ese lugar? ¿Dónde está la experiencia de éxito dónde ustedes han trabajado? Para saber si nosotros también vamos hacia ese éxito o ¿no?” Los documentos, los contratos, todo. Rosa: Qué importante es preparar a los jóvenes Pedro: Ahorita estamos en eso Haziel: También surgió la radio a partir de eso Rosa: Justo eso iba a preguntar, porque yo he seguido la radio en Facebook Fotografía de Haziel de la Cruz

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