Editorial 71: Sacudidas y confrontaciones a la orden del día

Un frenesí telúrico y ubicuo agita este planeta por sus dieciséis costados. El ser humano, como avizorara Anders hace ya casi setenta años, es ya obsoleto: sus creaciones ya lo rebasan generando, a la par de beneficios, consecuencias nocivas para la vida [1], [2].

Dos elementos centrales, acuciosamente planificados, llevaron a Anders a esa conclusión: las bombas atómicas lanzadas sobre Japón en agosto de 1945, y el exterminio industrial de seres humanos “indeseables” perpetrado por el régimen nazi. Eso fue suficiente para que este autor describiera la obsolescencia de la sociedad capaz de generarlos. Sin embargo, no imaginaba el alcance del desarrollo tecnológico actual, donde los artefactos fallan menos que sus creadores, y quienes los detentan eluden toda responsabilidad en su manejo.

Basta un par de ejemplos: el de los drones armados de libre desplazamiento y la “inteligencia artificial” de preocupantes implicaciones, tan preocupantes que empezamos ya a añorar nuestra natural y genuina estupidez. Y es que ambos ejemplos remiten a la precisa cuadrícula del mundo en manos de unos cuantos. Detrás de esos avances con un potencial positivo, figura sin embargo un mismo proceso: la rentabilidad, el negocio, la creación de utilidades como razón de ser en el mundo.


Reaper UAV Mod. 45151418. Foto: POA(Phot) Tam McDonald

Vivimos así en un mundo regido por el mercadeo irrefrenable de todo; donde la atención ha sido confiscada y la información sustituye a la experiencia; donde la virtualidad en ascenso anula la imaginación y las iniciativas; donde priva la mercantilización de la política; donde se naturaliza el asesinato metódico, calculado y dado a conocer de civiles, con las víctimas como culpables y los culpables como víctimas, y con el desarraigo de seres humanos programados como "prescindibles".

A lo anterior se suma el dominio de la razón instrumental en las relaciones con lo animado e inanimado; el declive del bien común en la vida laboral y sindical; la mentira institucional y sistemática; el desprecio del pensamiento crítico; el cultivo de una subciudadanía domesticada; la revuelta de los privilegiados de siempre añorando sus ventajas fundadas en el ultraje de los otros…

La sopa no se puede tragar. Es indignante. Y no basta con narrar, pero ver de frente y reconocer las situaciones es imprescindible para poder abordarlas. A fuerza de oír atropellos “ajenos”, la mente y el corazón se van habituando progresivamente y la sensibilidad se embota. Es imperativo exigir, en nosotros y en todos, y en nuestros espacios concretos de cada día, la coherencia entre el discurso y la práctica.

 

En esta erupción del Volcán Insurgente, José Luis Mariño a partir de la Nabka, la catástrofe palestina que lleva ya más de 75 años y se encuentra hoy exacerbada, se ocupa de cómo se han generado por años estereotipos en el cine de Hollywood, focalizando el caso de los pueblos árabes, proyectándolos con características denigrantes. Tomando como referente el trabajo de Jack Shaheen y el documental Los árabes malos del celuloide, el análisis fílmico desde la comunicación y la cultura permite deconstruir estereotipos y mensajes de odio funcionales al atropello. A su vez, Zenaida Guerrero, Claudio Merino y María Angélica Levicán exploran la percepción de salud de personas mapuche usuarias de una unidad de hospitalización de corta estadía del sur de Chile. Los síntomas asociados a su diagnóstico psiquiátrico se atenuaron luego de su hospitalización, pero el tratamiento no abordó sus necesidades de salud integralmente; los procesos de salud, enfermedad, atención y cuidado se centraron exclusivamente en el tratamiento farmacológico, posibilitando la emergencia de nuevas patologías y/o malestares. La mayoría de las personas entrevistadas recurrieron al sistema médico mapuche para recuperar el equilibrio en el marco de su cultura.

El profesor Tullio Seppilli, fallecido en 2017, figura destacada de la antropología italiana, dejó un testimonio elocuente de lo que es generar un sólido y solidario equipo de trabajo académico mediante el afecto, la rigurosidad y el compromiso político. El recuerdo coral de varios de sus discípulos y luego colegas, que reproducimos aquí traducido, nos invita a pensar que aun a medio siglo de distancia, y en otro ámbito cultural y político, la construcción de colectivos de docencia e investigación puede abrevar de ese testimonio, a contracorriente del individualismo y de la productividad virtual que llegan a impactar ciertos circuitos institucionales. A su vez, Jaime Ibacache, radicado en Chiloé, trajina en el Bordemar y así comparte su perspectiva de investigación en salud colectiva, proyectados con tino y sensibilidad mediante la imagen y el sonido de esas latitudes. Finalmente, en el municipio de Santiago Tapextla, en la costa de Oaxaca, Paul Hersch y Berenice Rodríguez exploran la relación entre la migración parental y la exposición televisiva en la niñez de esa comunidad afromexicana como un hecho susceptible de análisis epidemiológico.

Agradecemos vivamente a nuestros colaboradores y lectores de este número.

 

1 Anders, Günther, La obsolescencia del hombre. Vol. 1: Sobre el alma en la época de la segunda revolución industrial. Traducido por Josep Monter Pérez. Pre-Textos, 2011a.

2 Anders, Günther, La obsolescencia del hombre. Vol. 2: Sobre la destrucción de la vida en la época de la tercera revolución industrial. Traducido por Josep Monter Pérez. Pre-Textos, 2011b.