Número 51

69 recuerdos, los más seguros, los más sazonados de ternura y ritos, que marcaron nuestra primera infancia...” (Mintz, S.1994:7) Debido a esta liga de la alimentación con nues- tra cultura, nuestra historia, con nuestra econo- mía, con la tradición, los valores y significados, con nuestra emotividad, se dice que es más fácil cambiar un sistema político que los hábitos ali- menticios de un grupo social. Esta aseveración se vuelve importante en el momento actual, ya que hay un clamor por cam- biar los hábitos alimentarios, en vista de que nuestra sociedad ha aumentado de peso consi- derablemente. Las aproximaciones a este proble- ma de salud, especialmente por el grupo médico que atiende pacientes con sobre peso u obesidad, no han dado resultados, la gente con- tinúa comiendo en exceso y gastando menos energía. La comida es la vida, pero también puede ser muerte y está en las ma- nos de las mujeres-ma- dres el prevenir y/o conservar la salud de su familia. En nuestra so- ciedad aquí y ahora, es en las madres de familia en las que todavía recae la responsabilidad mayor sobre la prevención y/o conservación de la salud. En los procesos de salud-enfermedad clara- mente relacionados con la comida y que actual- mente azuelan a nuestro país como el sobrepeso y la obesidad, consideramos varios factores que intervienen en ellos y que no son tomados en cuenta por los profesionales o por las institucio- nes de salud pública y privada: - Nunca antes en la historia humana ha habido mayor cantidad y accesibilidad a la comida. Como seres biológicos-culturales que somos, comemos en exceso porque hay un exceso de comida que nos rodea permanentemente, en concreto o en imágenes, sea en los mercados, en las tiendas de la esquina, en las calles y a través de la publicidad, se dice en exceso porque ingerimos mayores can- tidades de alimento que las que desgastamos. - Entre otras cosas, la vida actual exige seden- tarismo, se han perdido una serie de actividades físicas que hace unos 30 años todavía se acos- tumbraban en los habitantes de las zonas urba- nas, se caminaba para tomar el camión, se subían escaleras, los niños correteaban en las banque- tas, se subían a los árboles, etc. - El exceso en el consumo de alimentos, junto con la falta de actividad física, ha conducido al sobrepeso y obesidad en la sociedad ac- tual (aproximadamente un 50% de la población mexicana los padece) tiene que ver, además de con la cantidad y accesibilidad, con un tipo de adicción y por lo tanto de búsqueda de placer. No hay adic- ción que no sea placen- tera. En el caso de la co- mida que se publicita, es una comida densamente energética, que contie- ne grasa saturada, sal, azúcares y carbohidra- tos que crean adicción. Ante esto, el hecho de que en general los gru- pos sociales viven con stress, con carencias, con presiones económi- cas, con problemas de inseguridad, estos con- ducen a una ingesta mayor que podríamos llamar compensatoria. En realidad pensamos que en el caso de la comida, se busca el placer sensorial en algo que no está sancionado socialmente hablan- do, porque por ejemplo tomar alcohol, fumar ta- baco o consumir ciertas drogas está prohibido. Debemos tomar en cuenta también que el factor económico es importante. Además la accesibili- dad física de los productos comestibles, el precio Fuente: https://www.debate.com.mx/__ex- port/1427469259861/sites/debate/img/aho- ra/2015/03/27/escuelas_chatarra.jpg

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