Número 43

48 to nacional e internacional. El Tata, que desde el punto de vista estrictamente téc- nico empresarial no es un mal periodista, puso su talento al servicio de una tarea en la cual la derecha argentina nunca brilló mucho: la elaboración de un contra-rela- to histórico afín a su lectura de la reali- dad nacional. Desde ese entonces es uno de los principales impulsores de SEPRIN y demás usinas de eso que se ha llama- do “Memoria Completa” y que no tiene otro objetivo de consumar la vieja pirueta dialéctica de equiparar victimas con victi- marios. Pero, quizás, fruto de una defor- mación profesional, Yofre no pudo aban- donar del todo su vieja pasión por meter la nariz en los asuntos ajenos. El Tata, junto con otros ex agentes del SIDE y al- gunos oscuros personajes como Carlos Pagni (Sí, el mismo pelado que le canta loas a Macri en TN mientras toma whisky con una rubia tarada), Roberto García (el canoso de Canal 26 y ex cumpa de Yofre en Ámbito Financiero ), fueron procesados por la justicia en 2008, por el delito de hackear cuentas de mails de funcionarios nacionales y jueces de la corte suprema. La Cámara Federal de San Martin conde- nó a Yofre por “asociación ilícita” y lo em- bargó por 400.000 mil pesos. Pero para El Tata esto no debía ser más que un vuelto. Hace años que recibe regularmente jugo- sos cheques de procedencia nacional y extranjera para escribir lo que escribe y hacer el trabajo sucio de otros. Este es el personaje que los medios de la era macrista presentan como una autoridad a la hora de reflexionar sobre el golpe del 24 de marzo de 1976. Yofre, con sus libros, no ha hecho otra cosa que construir, de manera lateral y oblicua, un cuento de hadas estrambótico sobre el pe- riodo del último gobierno militar. Puede no aparecer particularmente original su afirmación sobre que el país venia siendo agredido por las “guerrilla marxista”, el discurso clásico de los militares y sus al- cahuetes desde siempre. Pero el guía le da a la cosa la entidad de una conspiración casi inter galáctica. El dia del aniversario del golpe, dialogando en América 24, afir - mó muy cerca de cuerpo “que el golpe fue digitado desde La Habana y desde Mos- cú”. Les invito a los lectores de este mó- dico artículo que se imaginen la siguiente escena. ¡Videla, Viola, Massera y CIA con sus socios de la Sociedad Rural reunidos con Fidel Castro y el líder soviético Leó- nidas Breznev para voltear a Isabelita y su pandilla! También, al mejor estilo de una novela de espionaje de los años 50, el Tata afirma que la conducción de la agru - pación Montoneros trabaja para la URSS y que recibía instrucciones y fondos de la KGB. Se agarra de datos aislados como que la militante monto, Norma Arrostito, había sido con anterioridad militante del PC. Y que varios otros dirigentes de esa agrupación habían visitado Checoeslova- quia y Alemania Oriental. Sin duda esto último es cierto. Y hasta investigadores de izquierda como Eduardo Anguita y Caparros comenta en su libro La Volun- tad, la participación de miembros de las organizaciones armadas en los Festivales de la Juventud que se realizaban en Pra- ga o en Berlín a fines de los años 60. Lo más probable es que los “muchachos” que asistían a estos festivales aparte de deba- tir sobre el imperialismo y teoría marxis- ta hayan aprovechado para fumarse algún porrito, 10 a escondidas de los censores stalinistas, y armar alguna partusa 11 con 10 Diminutivo de Porro o cigarrillo de marihuana. 11 Deformación del inglés Party (fiesta) como sinónimo de fiesta sexual. Imagen 4. http://www.aimdigital.com.ar/

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