Número 19

4 cesos de recuperación de metales y demanda el uso grandes cantidades de agua, limitando con ello la disponibilidad del preciado líquido para actividades domésticas y agrícolas. La minería a cielo abierto o a tajo abierto es una práctica de explotación prohibida en varias naciones y entidades federativas allende nuestras fronteras, pero sí puede ser exportada a otros países, principalmente a los que se encuentran en vías de subdesarrollo per - manente o en desarrollo depredador supeditado. Así, por ejemplo, una iniciativa ciudadana en el estado de Montana, en Estados Unidos, prohibió desde 1998 el cianuro en la separación de metales preciosos, al igual que Colorado lo hizo en 1997. El Consejo de Estado en Turquía prohibió la pro - ducción de oro a través del proceso de lixiviación de cianuro, e igual se hizo en la República Checa en 2002 y en Alemania. A su vez, en 2002, Costa Rica dictó una moratoria en relación con este tipo de minería. En Argentina, esta prohibición se ha establecido ya en diferentes provincias entre 2002 y 2008. Más de la mitad de todo el oro del mundo pro - viene de territorios indígenas. En lugares tan distan - tes como Ghana, Indonesia, Perú y Argentina, las minas de oro a tajo abierto han desplazado a comu- nidades sin su consentimiento y destruido maneras tradicionales de vincularse con el medio y de ganarse la vida. Los pueblos indígenas han sufrido de manera desproporcionada los impactos negativos de la mi - nería de oro, intensificando las injusticias que ya su - fren. Este proceso resulta agravado por las iniciativas de la minería a tajo abierto. Se contaminan afluentes de agua, se desvían caudales, se generan nuevos “refugiados ambienta - les” mientras los pobladores que se ven obligados a migrar de su lugar de origen por la alteración del me- dio; como ejemplo, baste citar a los habitantes del cerro San Pedro en San Luis Potosí. El costo del oro para el planeta y sus habitantes, es mucho más que el valor del metal. La producción de un anillo de oro, genera 20 toneladas de desechos con las consecuencias inherentes. La compañía minera “Esperanza Silver de Mé - xico” presentó ante la SEMARNAT un estudio de Impacto Ambiental, elaborado por los despachos Mina de Corta Atalaya, España. Foto de Charly Morlock

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=