Movimiento Popular Unificado
En acción vergonzosa para la historia de la diplomacia y peligrosa para la coexistencia internacional, los gobiernos de Italia, Francia España y Portugal, siguiendo las órdenes de los Estados Unidos, cometieron el hasta ahora impensable desliz de impedir el paso franco y expedito a la aeronave que transportaba al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, y a su comitiva, con la excusa de que allí se encontraba Edward Snowden, fugitivo estadounidense que reveló al mundo la intrincada y monumental red de espionaje a la que casi toda la humanidad está sometida por parte del Imperialismo Norteamericano.
No existe ninguna excusa que pueda justificar tan grave atentado. Al confabularse para impedir el paso del avión de un presidente latinoamericano, no solo retrocedieron siglos en la historia de la diplomacia mundial, no solo lastimaron gravemente las relaciones entre Europa y América Latina, sino que pusieron en peligro la vida del representante legítimo y democrático de un país hermano, llevaron al pueblo boliviano al extremo de la preocupación y a casi todas las naciones de nuestro continente a expresar su más decidido respaldo y a cavilar sobre las posibilidades futuras de relaciones de cualquier tipo con países y gobiernos que, con tal acción, se han comportado como representantes de Estados enemigos en franca hostilidad.
La administración de Ricardo Martinelli, en una nueva y vergonzosa actuación de sus diplomáticos, ha sido la única de toda la América Latina, junto con Canadá y Estados Unidos, en no condenar a la actuación de los gobiernos europeos involucrados en tan seria afrenta, en la sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA) esta semana. Ese acto, sumado a otros deslices cometidos en la arena internacional en los últimos cuatro años, confirman que la política panameña ha retrocedido hasta el carácter de "protectorado" que tuvimos a inicios del siglo XX.
El Movimiento Popular Unificado de Panamá declara al pueblo y gobierno de Bolivia, a su presidente Evo Morales y a toda Latinoamérica y el mundo que la actitud envilecida del Gobierno panameño solo le corresponde a sus entreguistas integrantes, miembros de una élite empresarial al servicio del capitalismo internacional. Proclamamos que su traición no es expresión de la tradición solidaria que ha distinguido al pueblo de Panamá con respecto a los países latinoamericanos y manifestamos nuestra más completa solidaridad con el pueblo y gobierno boliviano ante tan grave afrenta sufrida por su presidente y su comitiva.
Bolivianos y latinoamericanos todos: cuenten siempre con el pueblo panameño y sus organizaciones de vanguardia en las luchas inclaudicables por lograr lo que se ha dado en llamar “la segunda independencia”, que consiste, precisamente, en la liberación definitiva de las cadenas de la dependencia y el coloniaje a través del socialismo como la única vía para alcanzar tal objetivo en modo definitivo. Tales cadenas se tensan ahora, pero tal tensión no es más que el preludio de su rompimiento.
Dado en Panamá, a los 11 días del mes de julio de 2013.