29, Enero-Febrero de 2014

La campaña henriquista en Morelos

En la sucesión presidencial de 1952, además del PRI que lanzó la candidatura de Adolfo Ruiz Cortines, se presentaron en las elecciones el Partido Popular Socialista que proclamó como candidato a Vicente Lombardo Toledano, el PAN que sostuvo a Efraín González  Luna y la Federación de Partidos del Pueblo de México que impulsó la candidatura del general Miguel Henríquez Guzmán.

Pese a la brutal represión y la voladura de dos puentes sobre el camino Cuautla-Cuernavaca, el gobierno del Estado no pudo impedir que el 11 de mayo de 1952 llegaran a Cuernavaca los numerosos contingentes henriquistas, unas treinta mil personas, en su mayoría campesinos, para tributar un gran recibimiento al general Henríquez, el cual llegó a bordo de un camión de redilas acompañado por los generales Marcelino García Barragán, Luis Alamillo Flores, Jesús de la Garza, Francisco Hernández y Hernández, Francisco J. Múgica y por conocidos políticos cardenistas. El 5 de mayo de 1952, Pedro García Velázquez, delegado estatal organizador de la Juventud del Partido Agrario-Obrero Morelense, de lucha y de acción permanente, con el lema de “Pan, Tierra y Libertad”, había cursado una invitación al general Múgica para que asistiera a la recepción del candidato de la FPPM en la ciudad de Cuernavaca el domingo 11 de mayo, al que esperaría “en el pueblo de Tlaltenango para desfilar triunfalmente por las avenidas de ésta ciudad, hasta situarnos en el Boulevard Benito Juárez, frente al Palacio de Gobierno, donde celebraremos el mitín”. Estas fueron las razones señaladas por las que la juventud jaramillistas invitó al revolucionario de Tingüidin:

Será para nosotros motivo de satisfacción que un hombre que lucha por la integridad de México; y que ha sabido colocarse en el nivel de los soldados dignos de llamarse MEXICANOS, esté presente en esta jornada democrática ante el llamado de la PATRIA.{tip ::Carta de Pedro García Velásquez (Cuernavaca, Mor.) a Francisco J. Múgica (México, D.F), 5 de mayo de 1952; ACERMLC, F: FJM, caja 17, tomo CLII.}[1]{/tip}

La bienvenida al candidato y a la comitiva henriquista fue realizada por Rubén Jaramillo, candidato a gobernador del Estado de Morelos por la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM) –el Partido Agrario Obrero Morelense (PAOM), creado por Jaramillo, se había incorporado al movimiento henriquista- quien señalo que los asistentes no habían sido forzados a participar en la recepción y que ninguno de ellos había sido traído de otros estados.{tip ::Los jaramillistas del PAOM al incorporarse a la FPPM lo hicieron de una manera crítica, al señalar los antagonismos y contradicciones del henriquismo: “aquí en Cuernavaca por parte de la Federación había un comité de puros señores políticos, pero el General desconocía su actitud. … el finado Vicente Estrada Cajigal era de los ejer principales de la Federación pero era uno de nuestros enemigos aquí en el estado, era un político que trataba con todo el mundo y había sido gobernador.” Renato Ravelo, Los Jaramillistas, México, Editorial Nuestro Tiempo, 1ª ed., 1978., p. 123.}Link text{/tip}{tip Tooltip Title::Tooltip text}[2]{/tip}

“Toda la gente campesina fue la que seguía a Rubén en el Partido. Mucha gente llegaba y por eso le tenían miedo, porque decían que todos los que lo seguían era gente rebelde… y decidida.”{tip ::Ibidem., p. 124.}[3]{/tip} Luego hizo uso de la palabra el general Múgica sosteniendo que: “El seis de julio terminará la jornada legal, y que después de eso es preciso estar en guardia para impedir la imposición.”{tip ::Enrique Quiles Ponce, Henríquez y Cárdenas, presentes!: hechos y realidades en la campaña henriquista, México, Costa-Amic Editores, 1980, p. 216.}[4]{/tip} A continuación hablaron los representantes de los partidos independientes. La historiadora Tanalís Padilla sintetizo de este modo la relación que se desenvolvió entre la contrarrevolución agraria iniciada por el avilacamachismo, continuada y profundizada por el régimen alemanista y el curso que siguió el movimiento de los campesinos morelenses dirigido por Rubén Jaramillo:

Cuando el gobierno dio marcha atrás a las reformas cardenista, se decidió la represión al movimiento jaramillista. Como respuesta Jaramillo y sus compañeros se armaron y se lanzaron al cerro para defenderse. Durante dos décadas y media de lucha, los jaramillistas alternaron entre la vía legal y la clandestina; representaron así un punto crítico en la historia de la izquierda mexicana. Dentro de su luchase combinaron dos tendencias principales, el agrarismo armado, legado zapatista, y el populismo de Lázaro Cárdenas. Juntas esas tendencias hacen del movimiento jaramillista un punto de transición entre la lucha agraria de la revolución y las tácticas guerrilleras que aparecerán más tarde.{tip ::Tanalís Padilla, “‘Por las buenas no se puede’: La experiencia de los jaramillistas”, Masiosare, 243, 18 de agosto de 2002.}[5]{/tip}

El 11 de mayo la gira continuó por Treinta, Atlacholoaya, Zapata, Jiutepec y el Municipio de Tejalpa. “Aquí el pueblo se volcó… cuando vino el General, llegó el gentío desde la entrada, y a la presidencia lo subieron cargando.”{tip ::Renato Ravel, Op. cit., p. 124.}[6]{/tip} El 12 de mayo la comitiva de la FPPM realizó un recorrido por Alpuyeca, Xoxocotla, Jojutla, Tlalquitenango, Tlaltizapan y Zacatepec. En Jojutla, una multitud de más de veinte mil personas aclamó a Henríquez. Al saludar al candidato Heriberto Espinosa expresó: “que solamente podían ofrecerle el corazón, porque la miseria impera en todos estos lugares”{tip ::Enrique Quiles Ponce, Op. cit., p. 216.}[7]{/tip}. En una breve disertación Henríquez manifestó a los jojutlenses: “Será el pueblo el que determine la actitud que deba yo asumir para hacer respetar el voto”{tip ::Idem.}[8]{/tip}. Enseguida hicieron uso de la palabra José R. Colín y el coronel Vicente Estrada Cajigal quien afirmó que “Henríquez ha hecho ya una revolución incruenta”.

En Zacatepec, el candidato opositor fue recibido por la mayoría del pueblo y los obreros del ingenio azucarero. Los jaramillistas explicaron de este modo su incorporación a la FPPM:

Eramos henriquistas porque en 1914 cuando la toma de Veracruz, por Estados Unidos, Ruiz Cortines les hacia la caravana a los gringos para que pasaran al país. Y claro que nosotros en la política, aprovechábamos para sacar la caricatura con el gorrito en la mano:

‘Pásenle’, con su levita y toda la cosa. Y por eso nos oponíamos a que fuera Presidente de la República y como Henríquez fue revolucionario, claro que nosotros nos ha gustado ir con los que han luchado con las armas en la mano, por la defensa de nuestra patria.{tip ::Renato Ravel, Op. cit., p. 121.}[9]{/tip}

El 13 de mayo, Cuautla brindó una calurosa bienvenida a los henriquistas, quienes en una asamblea rindieron homenaje a Emiliano Zapata. En el mitin se dirigieron al público Graciano Sánchez, el general Múgica y Cesar Martino. El general Henríquez depositó una ofrenda floral en el monumento al jefe del Ejército Libertador del Sur, estatua desde la que Epifanía Zúñiga, esposa de Rubén Jaramillo, dirigió una apasionante arenga a los presentes. El 15 y 16 de mayo la comitiva recorrió diversos pueblos  morelenses que se hallaban bajo el control de Rubén Jaramillo. Mientras se desarrollaba la gira henriquista por Morelos, el 12 de mayo desde Córdoba, Veracruz, Lombardo Toledano anunció en un mitin proselitista que decidió romper al frente político que habían acordado con los generales Miguel Henríquez de la FPPM y Cándido Aguilar del Partido de la Revolución –unas semanas antes, el 3 de abril, los mencionados candidatos habían resuelto unificar las fuerzas de la oposición- “porque no aceptaron la plataforma de gobierno propuesta por el Partido Popular”{tip ::Enrique Quiles Ponce, Op. cit., pp. 217 y 219.}[10]{/tip}. El 14 de mayo, Ramos Praslow conociendo desde sus orígenes el oportunismo político que caracterizó la actividad del candidato del Partido Popular, respon  dió de este modo al comportamiento de Lombardo Toledano:

Siempre he considerado a Lombardo Toledano como un contratista de la política, y su deserción del grupo de partidos independientes, no significa otra cosa que el exacto  cumplimiento por su parte del contrato que celebró con el actual gobierno para dividir a la oposición.{tip ::Ibidem, p. 220.}[11]{/tip}

Continuando la gira por Morelos, el 16 de mayo, en el acto de Axochiapan hablaron Rubén Jaramillo, Graciano Sánchez quien criticó severamente a los jefes zapatistas  que continuaban desenvolviendo su actividad en el PRI y Estrada Cajigal afirmó en su intervención que: “Morelos vive actualmente circunstancias tan graves como en 1910”.{tip ::Enrique Quiles Ponce, Op. cit., p. 223.}[12]{/tip} El 16 de mayo, la FPPM del Estado de Morelos realizó una Asamblea General Extraordinaria con el fin de reorganizar el Comité Directivo Estatal.{tip ::El 22 de junio, en una carta firmada por Rubén Jaramillo, presidente de la FPPM en Morelos, Agustín Güemes C., secretario general y Vicente Estrada Cajigal, representante ante el Consejo Federal, manifestaron que tenían “el honor de comunicar” al general Mújica la realización de la reunión y la reorganización acordada. Carta de Rubén Jaramillo, Agustín Güemes C. y Vicente Estrada Cajigal (Cuernavaca, Mor.) a Francisco J. Múgica (Pátzcuaro, Mich.), 18 de junio de 1952; ACERML, F. FJM, caja 17, tomo CLII.}[13]{/tip} Henríquez había decidido concluir en Axochiapan su actividad proselitista en Morelos, empero, a pedido de los pobladores de Jonacatapec, decidió prolongar la gira los días 17, 18, 19 y 20 de mayo, para visitar los pueblos de Emiliano Zapata, Jiutepec, Coatlán del Río, Tetecala, Coatetelco y Puente de Ixtla, poblaciones en las que el candidato y la comitiva fueron recibidos con expresivas muestras de simpatía.{tip ::Ibidem, p. 225.}[14]{/tip}

¡Y así hicimos la campaña! ¡muy bonita campaña por el entusiamo y la organización que llevábamos! Cubríamos la mayor parte de los pueblos y en cada pueblo ¡los que estábamos más organizados éramos los pobres! Los señores más acomodados estaban en el PRI, y a la hora de mostrar contingente ahí se daban cuenta quién tenía más.{tip ::Renato Ravelo, Op. cit., p. 123.}[15]{/tip}

 


Gregorio Sosenski D.: Médico, fisiólogo e historiador de origen argentino y exiliado en México; fue profesor en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Doctor en Estudios Latinoamericanos por la UNAM y ganador, en 1999, del Premio a la Investigación Salvador Azuela, otorgado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM).

[1] Carta de Pedro García Velásquez (Cuernavaca, Mor.) a Francisco J. Múgica (México, D.F), 5 de mayo de 1952; ACERMLC, F: FJM, caja 17, tomo CLII.

[2] Los jaramillistas del PAOM al incorporarse a la FPPM lo hicieron de una manera crítica, al señalar los antagonismos y contradicciones del henriquismo: “aquí en Cuernavaca por parte de la Federación había un comité de puros señores políticos, pero el General desconocía su actitud. … el finado Vicente Estrada Cajigal era de los ejer principales de la Federación pero era uno de nuestros enemigos aquí en el estado, era un político que trataba con todo el mundo y había sido gobernador.” Renato Ravelo, Los Jaramillistas, México, Editorial Nuestro Tiempo, 1ª ed., 1978., p. 123.

[3] Ibidem., p. 124.

[4] Enrique Quiles Ponce, Henríquez y Cárdenas, presentes!: hechos y realidades en la campaña henriquista, México, Costa-Amic Editores, 1980, p. 216.

[5] Tanalís Padilla, “‘Por las buenas no se puede’: La experiencia de los jaramillistas”, Masiosare, 243, 18 de agosto de 2002.

[6] Renato Ravel, Op. cit., p. 124.

[7] Enrique Quiles Ponce, Op. cit., p. 216.

[8] Idem.

[9] Renato Ravel, Op. cit., p. 121.

[10] Enrique Quiles Ponce, Op. cit., pp. 217 y 219.

[11] Ibidem, p. 220.

[12] Enrique Quiles Ponce, Op. cit., p. 223.

[13] El 22 de junio, en una carta firmada por Rubén Jaramillo, presidente de la FPPM en Morelos, Agustín Güemes C., secretario general y Vicente Estrada Cajigal, representante ante el Consejo Federal, manifestaron que tenían “el honor de comunicar” al general Mújica la realización de la reunión y la reorganización acordada. Carta de Rubén Jaramillo, Agustín Güemes C. y Vicente Estrada Cajigal (Cuernavaca, Mor.) a Francisco J. Múgica (Pátzcuaro, Mich.), 18 de junio de 1952; ACERML, F. FJM, caja 17, tomo CLII.

[14] Ibidem, p. 225.

[15] Renato Ravelo, Op. cit., p. 123.