Número 69

72 Después de leer una carta dirigida a Zapata y rememorar su legado durante la Revolución y la traición del entonces presidente Francisco I. Madero a los ideales del pueblo en su lucha por la tierra y el agua, “Zapatistas del agua” como también se nombran, dieron paso al testimonio de los representantes de cada uno de los Pueblos Unidos y dieron parte de la situación de cada una de las comunidades y de las razones por las que luchaban; la mayor parte de las participaciones dieron cuenta de la grave situación de los mantos acuíferos, de la apropiación de sus manantiales, la resequedad de sus pozos artesanales y la contaminación de su río. También daría su palabra la comunidad migrante de origen otomí en resistencia, que mantiene tomada las instalaciones del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas desde el 2020 en la ciudad de México y que ha acompañado a Pueblos Unidos desde el inicio del cierre de la planta, ambos integrantes del Congreso Nacional Indígena. A continuación, la asamblea inició un juicio popular en contra de Bonafont, momento en el cual, en voz de las mujeres a quienes se les conoce como las Guardianas del Río Metlapanapa, varias de ellas portando una playera negra con la imagen de Zapata y la frase “Aquí estamos. Mi general”, denunciaron en español y en náhuatl a la empresa, no sólo por el acaparamiento del líquido vital, sino también por las irregularidades con las que se la apropió y por la contaminación de su río, ya que esta empresa no sólo llegó a explotar un millón 400 mil litros de agua a diario, nacida en los volcanes y produciendo hasta 60 garrafones por minuto, sino también por descargar desechos tóxicos, entre ellos cianuro, mercurio, arsénico, plomo, cromo, niquel, Guardianas del Río Metlapanapa en el Juicio a Bonafont en Asamblea popular. Foto: Eliana Acosta

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