Número 69

27 en el Centro Histórico de la capital poblana. La revista es una expresión de la necesidad que tenemos la ciudadanía directamente afectada por mediadas gubernamentales para para manifestar sus propuestas, sus malestares, dar sus soluciones, organizarse y transmitir su creatividad. Gran cantidad de dichas expresiones ciudadanas son efímeras, coyunturales, por eso el caso de BULEVAR es tan importantes de destacar dada su longevidad como medio independiente, un caso probablemente único en el país. Un antecedente y ejemplo para proyectos como el de la publicación en la que aparecen estas líneas. La defensa del patrimonio arquitectónico es una tradición en Puebla de la cual BULEVAR es parte y testimonio vivo precisamente de estas más de tres décadas, que ha quedado plasmada en las páginas de la revista a partir de los puntos de vista de sus colaboradores, del registro puntual de los hechos y sus repercusiones, de los editoriales de la revista, así como de las fotografías, obra gráfica reciente y tradicional. Su ámbito de acción actual comprende la región de Puebla y el vecino estado de Tlaxcala. El contenido de la revista está centrado en la preocupación por el patrimonio histórico arquitectónico, la recuperación del patrimonio histórico intangible por vía de la construcción de la memoria histórica. Esta defensa del patrimonio abarca lo artístico, lo cultural, lo arquitectónico, lo histórico, geográfico, comida, así como festividades y celebraciones; se expresa en diversos géneros periodísticos (notas, crónicas, ensayos, reportajes, efemérides, semblanzas y testimonios, crónicas, informes, textos de divulgación científica, entrevistas), con selecciones de textos de otras épocas referidos a la temática de la revista, colaboraciones de índole diversa (por ejemplo, poesía), narrativa tradicional y un buen número de fotografía original y reproducciones. La Ciudad de Puebla cuenta, prácticamente desde su fundación, con centros de estudios e investigación de alto prestigio, condición que perdura hasta la fecha, emblematizada por la cuatro veces centenaria Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Biblioteca Palafoxiana, entre otras e instituciones de gran entidad científica, artística y humanista. La perseverancia de José Luis Naval en su empeño a través de BULEVAR le granjea la simpatía y adhesión de colaboradores muy calificados. Muchos de ellos son catedráticos e investigadores de centros de enseñanza e investigación públicos y privados de Puebla. Historiadores, arquitectos, teatreros, fotógrafos, periodistas, literatos, sociólogos, pedagogos, historiadores del arte, físicos, antropólogos, músicos, arqueólogos, así como pintores, ilustradores y coleccionistas, algunos de ellos acreedores a distinciones nacionales en su área de excelencia. Por otra parte, el conocimiento de la ciudad debido a especialistas autodidactas que beben de las fuentes de la divulgación tradicional del patrimonio, lo que quizá se podría llamar cultura popular, se plasma asimismo en las páginas de la revista. El patrimonio, en sus diversas fisonomías, ha pasado a convertirse en un elemento primordial en muchas capas de la sociedad mexicana, especialmente aquellas en proceso de reafirmación de su identidad por medio de valores rescatados del pasado y transmitidos como significativos a nuevas generaciones. Se podría demostrar que es a partir de 1994 que este proceso cobra vigor y se hace visible. En el caso del patrimonio arquitectónico de Puebla hay dos grandes corrientes: la que lo ve como patrimonio artístico e histórico, y la que en fechas más recientes, además de lo anterior, lo percibe como identidad y pertenencia; es así que el campo de debate hoy en día abarca el ámbito de lo artístico y el de lo cultural y lo político. Un ejemplo es lo que sucedió en el área conurbada de las Cholulas, en donde la defensa del patrimonio se manifestó de una manera más directa, en manos principalmente de ciudadanos activos y no tanto de especialistas y activistas; se trata de un intenso y complejo conflicto que engloba tradiciones, identidad, economía y pertenencia desde la perspectiva de los pueblos originarios, situación muy diferente a lo que sucede en la Angelópolis, cuya creación no fue producto de los pueblos originarios sino de la Conquista y la Colonia, fijándole un carácter de “ciudad blanca”, es decir, ciudad para los blancos, los no indígenas, aunque construida con mano de obra indígena. BULEVAR puede considerarse parte de la tendencia más reciente, como iniciativa ciudadana autónoma que ve al patrimonio arquitectónico, además de como inmuebles de valor histórico-artístico, como espacios que a su vez cobijan la rea-

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