12, Agosto de 2012

Talamontes al ataque

 

¡Al ladrón! grita el ladrón para desviar la culpa y el castigo. Así proceden Margarita y Pedro Canales al acumular cargos falsos contra la Cooperativa El Ocotenco, defensora del bosque y el agua de Zacacuautla, el pequeño poblado de 1300 habitantes en la frontera de las Sierras de Hidalgo y Puebla.

Margarita Canales ha presentado las colindancias de su terreno ilegal para lo cual presenta documentos firmados por puros muertos. Con su hermano Pedro, acusa al Ocotenco de la tala de 25 árboles y de cortar mil metros de alambre de púas, de quemar una motosierra, de robar machetes y otras herramientas y de lesionar a un chofer y sus acompañantes. Los dictámenes inmediatos determinan que no hay lesiones graves por lo que los Canales han decidido fabricar delitos como la del derribo el sábado 11 de dos árboles al pie del manantial para inculpar a quienes han renovado el patrullaje de día y de noche para impedir nuevas incursiones de los talamontes desesperados porque la gran zanja abierta por los defensores del monte, impide el paso de camiones para sacar la madera. 113 trozos de 2.5 metros permanecen desde enero numerados aunque nueve fueron sacados con una camioneta.

Los Canales se amparan con un título de propiedad falso y además de hacerse las victimas en cartas al gobernador de Hidalgo, a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y a la Secretaría de Gobernación de Hidalgo, compran testigos falsos instruidos por cuatro abogados corruptos para inculpar a la Cooperativa El Ocotenco de robo, daños, lesiones y ahora de ataques al bosque.

Lo grave es que los testigos oficiales han sido intimidados y ni el juez del Municipio de Acaxochitlán que citó a una falsa audiencia de conciliación a Trinidad Templos, Blas y Vicente Islas para sorprenderlos con una patrulla municipal dirigida por Pedro Canales, ni los policías que se prestaron a esta sucia maniobra para entregarlos en Tulancingo al Ministerio Público que de inmediato los encerró en una celda llena de delincuentes comunes, ni los policías que protegían a los talamontes y al comprador de la madera que los vecinos de Zacacuautla impidieron sacar, están dispuestos a ser testigos de El Ocotenco. Trini, Blas y Vicente fueron liberados bajo fianza pagada por los vecinos y por la solidaridad, pero tienen nuevas órdenes de aprehensión.

La acusada principal es Filiberta Nevado quien en 2010 cuando era Delegada fue conducida con engaños, con Trinidad Templos entonces Subdelegado, para ser encarcelados en Tulancingo de donde salieron al día siguiente gracias a la movilización popular ante el Municipio de Acaxochitlán obligado a prestar el dinero para la fianza pagado poco después. Para los Canales y para los sujetos de la tradición caciquil macha, es imperdonable que una mujer haya sido la más efectiva delegada y la primera que ganó el cargo en asamblea con democracia directa. El cargo honorífico sin pago monetario alguno, significó beneficios para Zacacuautla como el arreglo de una de las entradas, la construcción del mercado, un centro de computación apoyado por SEDESOL en el piso construido por todos donde hay una biblioteca, el paradero con botellas rellenas de arena y con la asesoría de un grupo de profesoras y estudiantes de arquitectura que hicieron un proyecto ecológico para el terreno de la comunidad que no ha podido llevarse a cabo por falta de fondos y sobre todo, por la destrucción de la cerca por los talamontes que arrasaron el terreno de enfrente en 2010.

Mientras pegan las semillas del pórtico de triplay para celebrar el 9 de septiembre a la patrona Virgen de la Natividad, los perseguidos van y vienen a Pachuca y Tulancingo con perjuicios a sus trabajos de subsistencia y ven disminuidos sus dineros que no alcanzan a cubrir abogados defensores, mientras los Canales reparten sobornos para liquidar a quienes han logrado apoyo no sólo de los vecinos de Zacacuautla, sino de organizaciones solidarias de México y el mundo, de los pueblos organizados en defensa de la tierra y el agua, de los estudiosos que siguen atentos y vigilantes los procesos de la injusticia para detenerlos. Hay que llenar los correos oficiales de solidaridad con la Cooperativa El Ocotenco, con Fili, Trini, Blas y Vicente antes de la audiencia del 30 de agosto a la que acudirán sin más defensa que su honradez combativa.

En el artículo “Haciendas y ríos”, Rafael Gutiérrez hace referencia