En la actualidad, la analogía entre la guerra y la construcción del estado, por un lado,
y el crimen organizado, por otro, se está convirtiendo en una trágica tendencia
Charles Tilly
Los peatones y conductores, hasta los perros elegantes, miran, casi todos con cierto azoro, la marcha de cientos de personas que van por varias avenidas parisinas lanzando consignas a un año de la forzada desaparición de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa.
Una banda de metales, Les fanfares, presente a menudo en manifestaciones públicas[1], acompaña al contingente: los saxofones, trombones, trompetas, tubas, el clarinete, la caja de percusión van dejando en el aire, entre reclamos y exigencias que no cesan, las notas de Bela Ciao, del himno de la unidad popular chilena y de muchos otros cantos de lucha.
Les Fanfares en la Fuente de los Inocentes
Aparece en la marcha la figura de un iceberg: en su punta visible los 43 alumnos, luego los más de 26,271 oficialmente desaparecidos, y en su base, 80,000 muertos. A la indignación en marcha, se suma la vergüenza.
La pasarela
¿Amerita eso una marcha militar, y para vanagloria de quién o de qué?
¿Por qué no marchar esa tarde de domingo en París en homenaje a la vitalidad de la democracia mexicana, en homenaje a la integridad de un gobierno elegido libremente? Pues porque no estamos para fantasías.
De su iceberg no quieren ver ni la punta
Ayotzinapa: un año de impunidad
Ya para eso marcharon una centena y media de cadetes mexicanos el pasado 14 de julio en París, pero ni los uniformes ni la coreografía castrense pudieron ocultar lo que con todo ese adorno se pretendía. No lucieron nuestros soldados en los Campos Elíseos sus retenes, ni sus torturados, ni sus cadáveres, ni sus vejaciones, ni sus abusos; pero todo ello persista, imborrable, indeleble.
Ese mismo 14 de julio, las fuentes de París se tiñeron de rojo, en categórica coherencia cromática, recordando la sangre de miles de mexicanos cuyas vidas han sido cercenadas por la indiferencia, ausentes en la planificación de un Estado que los excluye desde antes de nacer.
La activa presencia del Colectivo París Ayotzinapa y de otras agrupaciones[2] ha sido determinante en estas manifestaciones, con volantes presentando a Enrique Peña Nieto con la mano derecha ensangrentada y bajo el título de “¡Vergüenza! por la visita del presidente de México”, señalando al gobierno francés como cómplice del encubrimiento.
El costoso juego de los símbolos prostituídos: la bandera mexicana en la avenida de los Campos Elíseos
Fuente parisina el día de la visita presidencial de Peña Nieto
http://www.masde131.com/2015/07/la-visita-de-epnpersonanongrata-a-francia-vista-desde-abajo-parte-i/
Los 149 cadetes y 5 oficiales mexicanos llevados a las tierras del emperador Napoleón III se toparon con la tierra del escritor Víctor Hugo. Así, el burdo empeño por tapar con marcialidades de pacotilla el indigno papel que el ejército jugó la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, la tarde del 30 de junio anterior en Tlatlaya, la tarde de un 10 de junio en el casco de Santo Tomás, la tarde de un 2 de octubre en Tlaltelolco y tantas otras tardes, mañanas y noches más, quedó en eso, en un burdo empeño cosmético que la misma prensa francesa denunció con agudeza.
Frédéric Saliba escribió ese día en Le Monde un artículo bajo el título de “El embarazoso desfile del ejército mexicano en los Campos Elíseos” donde exponía el papel del ejército en Tlatlaya y Ayotzinapa contrastado con su presencia en París y citaba las afirmaciones de la presidenta de Aministía Internacional en Francia, Geneviève Garrigos: “las desapariciones forzadas, la tortura y las detenciones arbitrarias constituyen prácticas generalizadas entre las fuerzas de seguridad y las polícías mexicanas”.
El asunto no mejoró recordando el peculiar escape previo del Chapo del 11 de julio, mientras viajaba a Francia la numerosa comitiva mexicana, inspirando al caricaturista belga Nicolás Vadot, también del diario Le Monde, para publicar el 16 de julio una viñeta donde, como gesto de despedida antes de entrar a su túnel, del empresario de mota, coca y goma que ha diversificado sus inversiones emerge el dedo medio de su mano. Y los símbolos siguen su marcha: el escudo nacional se reduce a una tapadera… dejada de lado junto al sombrero, las jeringas y la cadena rota del preso.
Al respecto, la página electrónica del colectivo “Cartooning for peace” en el diario Le Monde (http://www.cartooningforpeace.org/), donde colabora el autor de la caricatura anuncia:
“¡Adiós amigos! La evasión rocambolesca del narco El Chapo. Sábado 11 de julio, el más célebre de los barones mexicanos de la droga, El Chapo, se evadió de una prisión de alta seguridad por un túnel high tech, hecho a más de 10 metros de profundidad, equipado con electricidad, ventilación… ¡una patada en la nariz al presidente mexicano en visita presidencial en Francia!”
(http://cartooningforpeace.blog.lemonde.fr/2015/07/16/vadot-6/)
Dos filas en una sola
La marcha
Sin embargo, esta manifestación del 26 de septiembre en exigencia de que aparezcan los 43 estudiantes desaparecidos, muy, muy lejos de la ridícula pasarela oficial del 14 de julio, es a su vez una marcha en homenaje a la esperanza que no ha sido humillada y que se manifiesta cuando un joven campesino decide dedicar su vida a la enseñanza primaria en su pueblo; es una marcha para reivindicar lo que los 43 y tantos otros representan de esperanza para todos los mexicanos; es una marcha recordando el extraordinario proceso civilizatorio que hemos heredado de los pueblos originarios en América Latina junto con su poderosa cultura de comunalidad, es una marcha en homenaje al ejercicio pleno de la ciudadanía al que aspiramos y al cual pretendemos contribuir.
La marcha exigiendo en París la aparición de los futuros profesores rurales salió de una fuente, la de los inocentes y llegará esa tarde de sábado a una glorieta, la de las victorias, porque de ahí a la embajada de México la policía no permite más el paso.
La Fuente de los Inocentes
Bandera parchada
Sin embargo, ¿cómo se puede llegar de una fuente de los inocentes a una glorieta de las victorias? No es cierto que deambulando por varias avenidas en la capital francesa, como se pretende en los mapas. Como tampoco se llega de las tinieblas a la luz siguiendo la ruta de la ingenuidad. Sólo es posible ese tránsito al paso de la indignación, y sólo cuando ella se transforma en compromiso cotidiano.
Las 43 figuras de cartón en contorno llevan pegada la cara de cada uno de ellos; la bandera mexicana actualizada que vemos en las marchas de México, que ya no es tricolor, también forma parte del contingente, que grita en español y en francés ¡“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”!
No dejaron pasar la marcha, la atajaron para que no llegara a la embajada de México en París. En realidad los policías parisinos no se habían dado cuenta que la representación de nuestra patria estaba en esa marcha, en ese lugar, en ese momento: dejando patente que los burócratas no nos representan: representan a un gobierno que ha hecho de la impunidad y la corrupción su esencia. Y ni la impunidad ni la corrupción son la esencia de nuestro país.
Así que ahí, esa tarde, la embajada de México en París se instaló en la glorieta de las victorias. No en el edificio oficial que representa al gobierno espurio, que el sábado vespertino estaba tan vacío de México como el resto de la semana, sino el México presente en el corazón de los asistentes: no en las versiones cosméticas de la mentira sistemática que por encargo los embajadores del régimen vierten por todo el mundo, minando su propia honorabilidad, como parte de ese “cuerpo diplomático” nutrido ahora precisamente con la figura de Murillo Karam, quien como sabemos vomitó en público aquello de la “verdad histórica” en la versión oficial del crimen para encubrimiento de la delictuosa asociación entre poderes.
Plaza de las Victorias
Otra bandera actualizada
Y es que el “crimen organizado” está mucho más articulado de lo que se le quiere reconocer. Esa organización cuenta con instancias y personeros por todo el país: componen ese sistema, más por comisión que por omisión gobernadores, diputados estatales y federales, senadores, jueces, “autoridades” electorales; lo componen medios funcionales de comunicación: periódicos, revistas y en particular canales de radio y televisión, así como partidos políticos, cúpulas eclesiásticas, confederaciones patronales, sindicatos convenientes, mandos policiacos y militares.
Banderas acá y allá, de diferentes planetas
La verdadera embajada
No es por cierto un aparato desdeñable. Ese es el crimen organizado; no sólo se articula con quienes trafican a gran escala con drogas y los abarca y encubre: también comprende a quienes participan en la diversificación de sus inversiones. Es, en efecto, una estructura criminal muy organizada.
La descarada entrega del país y de sus recursos, las medidas contra la propiedad comunal y nacional en tierras, aguas y subsuelo, la mascarada de una protección ambiental discursiva, la mercantilización del patrimonio cultural, la exportación programada de excluidos, el mantenimiento a ultranza de mano de obra barata, la privatización de la educación, el desmantelamiento de la salud pública, todo ello presidido por la adecuación del aparato jurídico en todos los frentes, hacen posible este estado de cosas, no sin pasar, por supuesto, por la venia tácita de los contingentes de subciudadanos que permitimos esta degradación, de académicos y profesionistas preocupados en exclusiva por su trayectoria personal, a menudo ajena e inclusive contrapuesta con los caminos, el sentido y la sobrevivencia misma de la población.
Embajadores y cónsules
Una voz por 43
No hallamos a los jóvenes normalistas aunque se encuentren en nuestro corazón. Necesitamos encontrarnos primero para hallar una salida a esta pesadilla. Y no: aun llegando a la glorieta de las victorias no hemos llegado aún a la victoria de la vida, en tantos casos vulnerada. Hay mucho por definir y organizar en una larga marcha, cuyas pancartas y consignas ni se leen ni se escuchan aunque se griten, porque se expresan en el proceder de cada día. Porque hay un emplazamiento clave que nos confronta, con su ausencia-presencia, cada desaparecido y cada asesinado: ¿qué hacer con nuestra indignación?
Referencias y fuentes
- Ackerman, John (2015) “México: la transición pendiente. Déficit democrático y organizaciones sociales”, Nueva Sociedad, 256, marzo-abril de 2015, http://nuso.org/media/articles/downloads/4100_1.pdf
- Anónimo, “LA VISITA DE #EPNPERSONANONGRATA A FRANCIA VISTA DESDE ABAJO. PARTE I” Mas de 131.com, 26 de julio de 2015, http://www.masde131.com/2015/07/la-visita-de-epnpersonanongrata-a-francia-vista-desde-abajo-parte-i/
- Saliba, Frédéric, “14-Juilliet: L’embarrassante parade de l’armée mexicaine sur les Champs-Elysées”, Diario Le Monde, 14 de julio de 2015, http://www.lemonde.fr/ameriques/article/2015/07/11/la-drole-de-parade-parisienne-des-cadets-de-l-armee-mexicaine_4679451_3222.html#vH4LZZ6WjmPRczAP.99
- Tilly, Charles, “Guerra y construcción del Estado como crimen organizado”, Revista Académica de Relaciones Internacionales, Núm. 5, Noviembre de 2006, UAM-AEDRI, http://relacionesinternacionales.info/ojs/article/download/52/45.pdf (reimpresión del original “War Making and State Making as Organized Crime”, aparecido en P, Evans, D. Rueschemeyer y T. Skocpol (eds), Bringing the State Back, Cambridge University Press, Cambridge, 1985.