TOPÓNIMO DE YAUTEPEC
De acuerdo a la interpretación de su glifo, Yautepec significa “En el cerro del yauhtli”, palabra que proviene del náhuatl, compuesta por yauhtli (que se refiere a una planta silvestre de olor y sabor semejante al anís y que actualmente se conoce como “pericón”) tepetl que se traduce como “cerro” y la letra “c” que es una contracción de co, preposición que significa “en”. Figura 1.
Figura 1.- Glifo del poblado de Yautepec.
Tomado de la Matrícula de Tributos.
El único edificio conservado hasta nuestros días de la antigua ciudad prehispánica de Yautepec, corresponde a un palacio o tecpan (en náhuatl). A partir del año 1989 el Instituto Nacional de Antropología e Historia, a través del Centro INAH Morelos, ha protegido el edificio, delimitándolo al interior de la denominada Zona Arqueológica de Yautepec, ubicada en el extremo suroeste de la actual ciudad del mismo nombre, en la Colonia Rancho Nuevo. Figura 2.
Figura 2.- Ubicación del Municipio de Yautepec, la ciudad actual y vista aérea del tecpan.
Mapa de Morelos tomado de: www.reydocbici.com Mapa y foto aérea tomada de Google Earth.
ASENTAMIENTOS HUMANOS EN YAUTEPEC. ÉPOCA PREHISPÁNICA.
El resultado de las investigaciones arqueológicas que ha llevado a cabo el Instituto Nacional de Antropología e Historia en la zona arqueológica de Yautepec y áreas aledañas, han permitido acercarnos al entendimiento de los procesos culturales acontecidos en las comunidades que habitaron Yautepec.
En los valles aledaños a la actual ciudad de Yautepec, se han descubierto restos óseos de Mamut y Gonfoterio, animales Pleistocénicos que se extinguieron hace más de 10,000 años. Estos hallazgos comprueban la presencia de este tipo de fauna en la región para aquella época, cuando existían varias lagunas en la región. Estos cuerpos de agua actualmente están azolvados y visualmente dan la apariencia de ser campos planos cubiertos con pastos, como la laguna Pleistocénica ubicada frente al actual poblado denominado “La Nopalera”. Las evidencias indican que a los litorales de esta laguna, se acercaban a abrevar Mamutes y Gonfoterios. Uno de estos últimos al quedar atrapado en el lodo del litoral y no poder liberarse, murió en las orillas, donde fue descubierto.
En las excavaciones realizadas para recuperar los restos óseos de animales Pleistocénicos, no se han descubierto, en asociación directa, instrumentos o utensilios manufacturados por el hombre (lo que podría sugerir que fueron cazados) por lo que no se tienen evidencias para afirmar que el ser humano fue contemporáneo de la fauna Pleistocénica de Yautepec. Figura 3.
Figura 3.- Recreación de un Mastodonte, Mamut y Gonfoterio.
Tomado de: www.abc.es/ciencia/20140714/abci-gonfoterios-elefantes-ancestrales-convivieron- 201407141744
Los grupos sociales que llegaron a la región de Yautepec en época prehispánica, eligieron principalmente los valles y planicies cercanos a las aguas permanentes que bajaban de las montañas a través de los arroyos y ríos, para asentar sus residencias.
El clima favorable del área y la calidad de los suelos, les fueron propicios a los hombres para desarrollar adecuadamente la agricultura, habiendo podido obtener durante todo el año los alimentos que les eran necesarios. La producción de maíz, frijol, chile y calabaza pudo haber prosperado con cierta facilidad y seguramente lograron cosecharlos hasta dos veces al año, pero fue el algodón el que se cultivó a gran escala. Figura 4.
Figura 4.- Campesinos mexicas usando la coa para sembrar.
Tomadas del Códice Florentino.
Los primeros hombres que asentaron su residencia en Yautepec, llegaron a principios del espacio temporal conocido como Preclásico (1200 a. C.- 150 d. C.). A partir de ese momento, hasta el contacto con los españoles (principios del Siglo
XVI) los habitantes de la ciudad y la región, formaron parte de un “sistema político–social” que fue compartido por las comunidades establecidas en un amplio espacio geográfico conocido como “Mesoamérica”. La estructura del “sistema” se gestó precisamente durante el Preclásico y estaba compuesta por diversos factores como: la especialización económica (dividida por edad, sexo, trabajo de medio tiempo, trabajo de tiempo completo), el intercambio (ya sea al interior de los miembros de un pueblo, o entre varios pueblos), la estratificación social, la politización, el militarismo y el urbanismo, entre otros.
De las comunidades que habitaron Yautepec durante el Preclásico, se conocen una gran variedad de objetos. Manufacturados en barro cocido se han descubierto cajetes, cazuelas, ollas y otras formas de vasijas que formaban parte de las vajillas que usaron para el consumo de alimentos en su vida diaria. También en barro cocido modelaron figurillas antropomorfas. Los diseños de las figurillas han permitido visualizar los tipos físicos que debieron haber tenido los habitantes de la época, así como los ropajes y ornamentos que portaron, y algunos de los tocados que usaron en la cabeza. Figura 5.
Figura 5.- Fragmentos de figurillas antropomorfas. Yautepec. Barrio de Santiago. Donación: C. Cecilio Brito.
En el período cronológico denominado Clásico (150-750 d. C.) el grupo social que habitaba la ciudad de Teotihuacan sustentaba el poder sobre una gran cantidad de pueblos ubicados en un amplio territorio de Mesoamérica. Entre ellos, absorbió dentro de sus redes de influencia a muchos de los que se encontraban asentados en el que actualmente es el territorio del Estado de Morelos, incluyendo a los pobladores de la ciudad de Yautepec.
Durante el Posclásico Temprano (750-1150 d. C.) se sabe que los residentes de la ciudad de Yautepec, sostuvieron cierto grado de integración con el imperio Tolteca, cuyo centro rector se encontraba en la ciudad de Tula, en el actual estado de Hidalgo.
Postclásico Medio y Tardío (1200-1519 d.C.). Alrededor del año 1220 d. C. llegaron al territorio que ocupa actualmente el Estado de Morelos, una de las 7 tribus de lengua náhuatl que salieron del mítico Aztlán, los llamados tlahuicas Figura 6.
Figura 6.- Salida de Aztlán de las siete tribus.
Tomado del Códice Aubin.
De acuerdo a lo mencionado por Fray Diego Durán, los tlahuica toman como capital a Cuauhnáhuac y de allí se extendieron hacia Yauhtepec, Huaxtepec, Yecapichtlan y Tlaquiltenango.
En los últimos siglos de la época prehispánica, la sociedad que habitaba la ciudad de Yautepec fue famosa por la producción de algodón, el cual acostumbraron comerciar con otros pueblos, ya sea como materia prima, o procesado en lienzos de manta, o en huipiles que eran bordados con brillantes colores. La fama alcanzada por la calidad y comercialización de estos productos, propició que las sociedades establecidas en el Valle de México, codiciaran estas mercancías. Con el tiempo, el algodón, producto de su auge económico, sería el causante de su propia esclavitud, ya que las luchas entre estas sociedades cristalizaron cuando Yautepec es dominado por los mexicas, a quienes tuvieron que entregar como tributo, estos productos.
Los sucesos históricos de los habitantes de Yautepec antes de la llegada de los españoles, estuvieron fuertemente ligados a los acontecimientos ocurridos de las comunidades que habitaban en el Valle de México; ejemplo de ello es lo sucedido alrededor del año 1396, cuando Huitzilihuitl, señor de Tenochtitlan se casa con Miahuaxihuitl, hija del tlatoani de Cuauhnáhuac, llamada Tezcacohuatzin (con diferentes nombres según la fuente que se consulte). Este tipo de alianzas políticas a partir de matrimonios era común entre las comunidades de Cuauhnáhuac y las del Valle de México y, en este caso, resulta obvio que tuvo como objetivo acceder con más regularidad a los beneficios que les brindaba el algodón de Cuauhnáhuac-Yautepec a los mexica, ya que los documentos del Siglo XVI apuntan que poco después del matrimonio, el algodón les era enviado por comercio, y no por tributo, a través de las montañas del Ajusco.
No es sino hasta el reinado de Itzcóatl, señor de Tenochtitlan y la creación en el Valle de México de la Triple Alianza, alrededor del año 1438, cuando Cuauhnáhuac, Yautepec y otras ciudades fueron formalmente conquistadas y obligadas a enviar a Tenochtitlan el pago de tributos.
Con la pérdida de su independencia, Cuauhnáhuac tuvo varios enfrentamientos con Tenochtitlan, mismos que fueron sofocados por los mexicas a partir de conquistas y reconquistas. Netzahualcóyotl, señor de Texcoco, toma Yautepec y Moctezuma Ilhuicamina, lo hace dos veces. El resultado de los enfrentamientos fue la subordinación e integración de la región de Cuauhnáhuac-Yautepec a las actividades del poderío mexica; los habitantes fueron obligados a participar en las campañas militares de los conquistadores, en la construcción de sus edificios y en la creación de los jardines de Nezahualcóyotl en Texcoco, aunque contradictoriamente, la nobleza de Yautepec era también invitada a ciertos eventos como coronaciones, funerales, ceremonias rituales y conmemoraciones. Figura 7.
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Figura 7.- a: Vista del cerro del Tetzcotzinco, lugar donde se encuentran los baños de Nezahualcoyotl. Tomado de: www.defin.mx/fin-de-semana-en-tetzcotzingo-los-banos-de- nezahualcoyotl-en-el-estado-de-mexico. b: Acercamiento del llamado baño del Rey. Tomado de: www.reconoce.mx/tezcotzingo o los baños de nezahualcoyotl
A partir del momento en que fueron conquistados por los mexica, hasta el contacto con los europeos, los habitantes de la ciudad de Yautepec permanecieron ocupando los edificios de la ciudad y en varias ocasiones sobrepusieron nuevas construcciones a las ya existentes.
A la llegada de los españoles, la ciudad de Yautepec estaba compuesta por varios Palacios o tecpan, donde habitaban los gobernantes, diversas plataformas piramidales que sostenían templos, numerosas plazas, unidades habitacionales y casas aisladas. Desafortunadamente, no es posible describir con precisión la apariencia que debió de haber tenido la ciudad en esa época, ya que entre los documentos escritos en 1580 por los españoles denominados “Relaciones Geográficas”, los referentes a la comunidad de Yautepec, donde se describían detalladamente los usos y costumbres de los habitantes prehispánicos, se extraviaron en el Siglo XVII.
Para 1519, Yautepec era una de las 7 provincias que regían Morelos y una de las 5 más importantes. De la Provincia de Yautepec dependían 4 ciudades-estado: Atlihuayan, Oacalco, Huitzililla y Tlaltizapan.
En la época colonial, gran parte de las estructuras prehispánicas de Yautepec fueron destruidas, muchos de sus elementos de construcción se utilizaron para erigir iglesias, edificios públicos y civiles. Figura 8.
Figura 8.- Convento de la Asunción de María en Yautepec. Vista aérea.
Foto de Luis Delgado Alvarado.
Lo anteriormente expuesto, se apoya tanto en las menciones de los textos que fueron escritos en el Siglo XVI, como en los resultados obtenidos de las investigaciones arqueológicas que ha llevado a cabo el Instituto Nacional de Antropología e Historia en el tecpan de Yautepec y alrededores, por lo que es posible afirmar, sin lugar a dudas, que la ciudad de Yautepec ha estado habitada durante los últimos 3000 años.
EL PALACIO O TECPAN DE YAUTEPEC.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia inició las investigaciones arqueológicas de Yautepec en el año 1988, pero no es sino hasta el año 1990 cuando se estructuró el “Proyecto Yautepec” que planteó, como primer paso, la necesidad de realizar estudios de fotointerpretación del área, recorridos de superficie, verificación de datos en campo, recolección de materiales arqueológicos en el interior de la ciudad actual (terrenos baldíos, patios de casas y otros) análisis de los mismos, excavación arqueológica de pozos de sondeo en lugares estratégicos, análisis de los materiales arqueológicos recuperados en éstos, etcétera, todo ello con la intención de definir las variables de la extensión de la ciudad de Yautepec a través del tiempo prehispánico. El INAH, en el año 1992, otorgó permiso al Doctor en Arqueología Michael Smith (que en aquella época trabajaba en la Universidad de Nueva York, en Albany) para realizar los trabajos de prospección arqueológica en Yautepec y comunidades circundantes, circunscribiendo al “Proyecto Yautepec” a investigar exclusivamente el tecpan.
De acuerdo al resultado de las investigaciones del Doctor Smith, ahora sabemos que la extensión de la ciudad de Yautepec durante el Postclásico Tardío-contacto español (1300-1521 d.C.) abarcaba aproximadamente 208.7 hectáreas y debió de haber tenido alrededor de 11,500 habitantes.
En la actualidad, la mancha urbana de la ciudad de Yautepec, cubre a la ciudad prehispánica. Con la intención de obtener una imagen de la extensión que debió de haber tenido en esa época, en la Figura 9 se ha marcado con línea roja el límite del área que ocupaba la ciudad sobre una fotografía aérea, de acuerdo a los datos obtenidos de las investigaciones arqueológicas realizadas por el Doctor Smith.
Figura 9.- Vista aérea del pueblo actual de Yautepec, donde se ha marcado con línea roja la extensión de la ciudad prehispánica durante el período denominado Postclásico Tardío-contacto español (1300-1521 d.C.). El tecpan se señaló con líneas rojas paralelas. Tomado de: Google Earth. Dibujó: Arq. Teresa Ontiveros Ortíz.
La zona arqueológica de Yautepec resguarda uno de los edificios más importantes que tuvo la ciudad en época prehispánica y el único que se ha conservado hasta nuestros días. En este espacio, los antiguos habitantes construyeron un Palacio o tecpan que fue ocupado durante los períodos conocidos como Posclásico Medio y Tardío (1220-1521 d.C.) por dos grupos sociales de filiación náhuatl que entraron a Yautepec, los tlahuica y los mexica.
En la Figura 10 se muestra una vista aérea donde se ha marcado con línea roja el espacio donde se ubica el tecpan, al suroeste de la ciudad de Yautepec.
Figura 10.- Vista aérea rumbo al este, donde se aprecia el tecpan de Yautepec.
En época prehispánica en la ciudad había varias plataformas piramidales semejantes a esta (que sostenían habitaciones reales en su parte superior) diversas plazas limitadas por edificios, un gran número de casas habitación y templos.
El palacio fue construido en uno de los lugares más altos de la ciudad, sobre una loma que se encuentra a 1220 metros sobre el nivel del mar. Las dimensiones del edificio y la selección estratégica de su ubicación, no responden a una casualidad, ya que desde este lugar, las personas que lo habitaron pudieron haber ejercido un mayor control político y social sobre el común de la población, haciendo uso del impacto visual de la misma estructura como auxiliar para reforzar su estadía en el poder.
El diseño arquitectónico del palacio o tecpan consta de una plataforma de planta rectangular, que en su eje mayor (este-oeste) tiene 100 metros de longitud y en su eje menor (norte-sur) 65 metros. Figura 11.
Figura 10.- Vista aérea rumbo al este, donde se aprecia el tecpan de Yautepec.Figura 11.- Dibujo de la planta general del tecpan. Con el número 1 se marcó la ubicación de los 7 cuartos que pueden ser visitados. Con el número 2 la fachada oriente del edificio, que puede ser visitada. El número 3 señala el área de servicios.
Originalmente, el tecpan debió haber tenido más de 10 metros de altura, pero las habitaciones reales que fueron construidas en la parte superior durante el último momento de ocupación, fueron arrasadas casi hasta sus cimientos a mediados del siglo pasado, debido principalmente al uso del arado para adaptar el área para la siembra. En la actualidad la altura máxima del edificio es de solo 7 metros. Figura 12.
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Figura 12.- a: vista de la fachada principal del Tecpan (poniente). b: vista de la esquina suroeste del edificio.
El edificio fue utilizado durante los tres siglos anteriores a la conquista y, a lo largo de este tiempo, tuvo varias modificaciones arquitectónicas. Las evidencias recuperadas hasta este momento, nos permiten afirmar que el tecpan fue cubierto con otras estructuras en dos ocasiones.
Los siete cuartos, pasillos y patios que pueden visitarse actualmente en la parte superior del edificio, pertenecen a la época constructiva más antigua descubierta hasta este momento. Figura 13.
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Figura 13.- a: Dibujo de la planta de los 7 Cuartos. b: Vista rumbo al oeste, donde se aprecian los Cuartos 7 y 6.
La habitación número 5 fue utilizada como cocina, donde los prestadores de servicios acostumbraron procesar los alimentos haciendo uso de metates para la molienda, comales para la cocción de tortillas (que eran colocados sobre un fogón). La distribución de alimentos se realizaba en cajetes de diversas formas y el agua se almacenaba en grandes vasijas. Figura 14.
Figura 14.- Tinaja de barro cocido, descubierta en el Tecpan de Yautepec que fue utilizada para almacenar líquidos.
Las evidencias indican que en la habitación número 6 se desarrollaron actividades manuales vinculadas con la elaboración de textiles. En su interior se descubrieron 5 agujas que fueron manufacturadas en cobre. Figura 15.
Figura 15.- Orfebre. Códice Florentino.
Etapas constructivas del edificio:
n el momento en que funcionaron los 7 cuartos que pueden ser visitados, las escaleras que daban acceso al palacio y a las habitaciones reales, se encontraban en la fachada oriente del edificio, la cual está en proceso de excavación arqueológica.
Posteriormente se cubrió el edificio con una plataforma de mayores dimensiones. Los techos de los 7 cuartos anteriormente mencionados, fueron destruidos y los derrumbes se utilizaron para rellenarlos, pues sobre ellos se construyeron otros cuartos de distinta proporción y orientación, modificando así el uso de los espacios techados y a cielo abierto. Todo indica que para esta época el acceso al edificio era todavía por la fachada oriente.
Más tarde, el basamento piramidal fue cubierto por otro de mayores proporciones y la escalinata principal de acceso fue construida en la fachada poniente del edificio, donde actualmente el visitante puede observarla. Varias de las habitaciones reales de ese momento fueron arrasadas intencionalmente hasta sus cimientos, cuando los habitantes del palacio decidieron adecuar toscamente una plaza sobre el edificio, -quizá con la intención de permitir el acceso a un mayor número de individuos a esta área del palacio- y destruyen un mural de estuco policromado donde se había plasmado parte de la cosmogonía de la sociedad.
Los residentes del palacio.
Los cuartos del palacio fueron la morada del señor o “tlatoani” de Yautepec y de sus colaboradores más cercanos, los cuales pertenecían a un sector del grupo dirigente de la población y formaban parte de la nobleza. Lo habitaron también aquellos que eran los conocedores del mundo del arte y del símbolo, los sabios que observaban las estrellas llamados tlamatinime y los pintores o tlacuilos, quienes dejaron vestigios de sus funciones en un mural del cual fueron encontrados diversos fragmentos en donde fueron pintados con múltiples colores, signos y símbolos, cuyo contenido iconográfico está vinculado con la cosmovisión, la religión y la estructura del poder. Figura 16.
Figura 16.- Pintor o tlacuilo. Códice Mendoza.
Entre los fragmentos del mural de estuco destaca la representación de una faja celeste con sistemas de signos referentes a las gotas de lluvia, seis signos de “Venus” o luces astrales con motivos de copal que penden de una banda de color azul maya, semejando al cielo; representaciones con puntos blancos –como estrellas- sobre un cielo negro, asociados a un tocado de plumas blancas y azules, una orejera y una mandíbula de una deidad nocturna. Figura 17.
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Figura 17.- a: Dibujo de algunos fragmentos del mural policromado de Yautepec. b: detalle de uno de ellos. Autor: Arqueólogo Octavio Rocha Herrera.
Otro conjunto del mural muestra un sistema ordenado de nueve pares de ojos pintados sobre un fondo color amarillo-ocre con puntos negros, significando el culto al jaguar, la muerte o a la tierra. Algunos fragmentos presentan dos insignias de nobleza de guerreros o gobernantes de la población.
Coexistieron también en el tecpan los tequihuaque o capitanes y los calpixque o “recaudadores de tributos”, pero también personas que prestaban sus servicios, como los o (las) cocineros, dedicados al procesamiento de los alimentos y aquellos encargados del mantenimiento del edificio, entre otros. Figura 18.
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Figura 18.- a: Muchacha moliendo, con tortillas, comal y olla a un lado. Códice Mendoza.
b, c, d: Vistas de las excavaciones arqueológicas del área de la cocina, al interior del Cuarto 5.
Arqueólogo Octavio Rocha Herrera.
EL JUEGO DE PELOTA.
En la parte superior del cerro que en la actualidad recibe el nombre de “El Tenayo”, se encontraba el juego de pelota de la ciudad prehispánica de Yautepec, precisamente rumbo al oriente de la ciudad actual. Desafortunadamente, durante la segunda mitad del siglo pasado, el juego de pelota fue destruido casi en su totalidad y solo se conservan algunos vestigios arquitectónicos de la estructura.
El juego fue practicado comúnmente por los pueblos Mesoamericanos y era conocido con el nombre de “Ulama”. Sus orígenes se remontan a los primeros siglos antes de nuestra era y se sigue practicando todavía por algunos pueblos en Nayarit, Sinaloa, Oaxaca y Michoacán. A partir de los textos de los cronistas, se sabe que cada equipo tenía entre uno y siete jugadores, dispuestos en la mitad de una cancha larga y ancha. Se lanzaban directamente, o a través de pases, una pelota de hule que pesaba alrededor de tres o cuatro kilos; la pelota rebotaba con mucha velocidad y el juego era rápido y peligroso. Se practicaba de distinta manera por cada sociedad, pero, por lo general, estaba prohibido tocar la pelota con la mano, el pie o la cabeza, haciéndolo con el hombro, la espalda o las caderas; para protegerse se ponían cinturones o fajas, guantes y rodilleras de piel o de tela. Figura 19.
Figura 19.- Jugador de pelota. Tomado de: Códice Mendoza.
No se sabe de qué manera contaban los puntos, pero las faltas eran cometidas cuando uno de los jugadores tocaba la pelota con una parte del cuerpo no autorizada, o cuando no lograba recoger la pelota, también cuando ésta salía de la cancha.
Las culturas Mesoamericanas respetaron siempre ciertos elementos arquitectónicos en el trazo de las canchas para el juego de pelota, como un pasillo estrecho y largo, entre dos estructuras laterales compuestas por un muro en talud que culmina en la parte superior con una cornisa. Un anillo era fijado en cada uno de los muros en talud de las estructuras laterales de la cancha. Entre las culturas del Altiplano Central, el pasillo llega en sus extremos a zonas cerradas por muros altos, lo que da a estas canchas la forma bien conocida de doble “T” o de “I”. Figura 20.
Figura 20.- Cancha y jugadores de Tlachtli (Ulama). Tomado de: Fray Diego Durán.
El pasar la pelota por el anillo resultaba muy difícil y el jugador que lo lograba recibía un premio especial. El juego de pelota está rodeado de símbolos que lo hacen convertirse de un simple pasatiempo, en una actividad ritual de tintes políticos y religiosos.
Del juego de pelota de la ciudad prehispánica de Yautepec, se ha descubierto uno de los anillos de piedra o tlachtemalacate.
TECNOLOGÍA
Los habitantes de Yautepec usaron diversas materias primas para manufacturar los objetos que les eran indispensables para resolver las necesidades durante las actividades cotidianas, ceremonias, rituales, o que portaron como ornamentos corporales o instrumentos para la cacería.
Tallaron el sílex para elaborar cuchillos. Algunos de los cuchillos formaron parte de los ceremoniales y fueron depositados como ofrenda en diversos lugares del tecpan, seguramente como un acto reverencial a alguno de sus dioses. Figura 21.
Figura 21.- Cuchillo tallado en sílex. Tecpan de Yautepec.
En obsidiana tallaron puntas de flecha de distintos tamaños, con las que cazaban animales, pero también navajas prismáticas que usaban para cortar y trabajar las pieles de animales y para cortar y elaborar productos de fibras vegetales. Figura 22.
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Figura 22.- a, b: Puntas de flecha talladas en obsidiana. c: nava prismática completa.
d: fragmentos de navajas prismáticas, talladas en obsidiana.
Procedencia: tecpan de Yautepec.
En cobre manufacturaron agujas que les fueron útiles para coser y bordar las mantas de algodón y otras fibras vegetales. Figura 23.
Figura 23.- Agujas de cobre descubiertas al interior del Cuarto 6 del tecpan de Yautepec.
En hueso fabricaron instrumentos musicales, como el omechicahuaztli y otros objetos de orden ritual. Algunas conchas de caracol fueron usadas como collar, ya que se les pulió una perforación circular para insertar el hilo que las sostenía. Figura 24.
Figura 24.- Pendiente de concha de caracol, descubierto en el tecpan de Yautepec.
En barro cocido, manufacturaron una serie de objetos de diversas formas, como cajetes, ollas, cazuelas, comales, jarras, etcétera, que utilizaron durante su vida cotidiana durante el consumo de alimentos y otros destinados a ciertas ceremonias. Figura 25.
Figura 25.- Izquierda: 2 cajetes tlahuicas. Centro: 1 jarra tlahuica.
Abajo a la derecha: 1 cajete Azteca. Foto: Teresa Ontiveros Ortíz.
También en barro cocido elaboraron los llamados malacates que solían usarse para hilar. Figura 26.
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Figura 26.- a: Muchacha hilando, haciendo uso de un malacate. Tomado de: Códice Mendoza. b: diversas formas de malacates. c, d: vistas de un malacate decorado con diseños geométricos. e: dos malacates decorados con figura de animal.
Procedencia: excavaciones arqueológicas del tecpan de Yautepec.
Decoraron las telas con diseños geométricos o de animales y de plantas, que eran pintados utilizando sellos manufacturados en barro cocido. Figura 27.
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Figura 27.- a, b: dos vistas de un sello completo, con diseños de animales. c, d: fragmentos de sellos con diseños geométricos y vegetales.. Procedencia: excavaciones arqueológicas del tecpan de Yautepec.
Silbatos, cascabeles y figurillas antropomorfas o zoomorfas, fueron manufacturados también con barro cocido. Figura 28.
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Figura 28.- a: Tres vistas de un silbato manufacturado en época Colonial. b: Tres vistas de un cascabel prehispánico. c, d, e: vistas de nueve fragmentos de figurillas antropomorfas, prehispánicas.
Procedencia: excavaciones arqueológicas del palacio de Yautepec.
Los habitantes de Yautepec coexistieron con los españoles alrededor del año 1535, como lo demuestra el haber encontrado durante las excavaciones arqueológicas del tecpan, en asociación directa, tiestos prehispánicos, fragmentos de cerámica mayólica y figurillas de personajes que portan ropajes occidentales de orden religioso. Figura 29.
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Figura 29.- a, b: vistas de dos fragmentos de figurillas antropomorfas de individuos que portan vestimentas religiosas. Manufacturados en época colonial.
Procedencia: excavaciones arqueológicas del palacio de Yautepec.
COSTUMBRES FUNERARIAS
El patrón de inhumación más usado por la población de Yautepec durante el Posclásico, fue el enterrar a sus muertos depositándolos simplemente en oquedades excavadas en la tierra. Enterramientos de este tipo se descubrieron al poniente del edificio, frente a las escalinatas de acceso a la estructura.
Hasta este momento solo ha sido descubierta una oquedad, donde se rompió el piso de estuco de una de las habitaciones del palacio, para depositar el cuerpo de un personaje femenino, al que no se le colocaron objetos como ofrenda. Figura 30.
Figura 30.- Enterramiento de una mujer en posición decúbito dorsal extendido, con el cráneo orientado rumbo al poniente. El cuerpo fue colocado al interior de una oquedad, que al excavarla, se rompió el piso de estuco de una habitación del Tecpan de Yautepec.
El enterramiento de los infantes fallecidos, en algunas ocasiones se realizaba colocándolos en el interior de cazuelas. Otros individuos fueron enterrados en posición sedente, flexionados, acompañados de varios objetos como ofrenda, ya que se creía que le serían de utilidad durante su viaje al inframundo o mictlán. Figura 31.
Figura 31.- Vista de la excavación arqueológica del entierro de un individuo adulto, de sexo femenino, acompañado con un cajete de barro cocido, como ofrenda. El cuerpo fue colocado en posición flexionado-sedente.
Las evidencias indican la práctica del sacrificio humano, ya que se descubrieron manifestaciones de decapitación y desmembramiento intencional, acciones efectuadas con gran destreza y un profundo conocimiento de la anatomía humana.
En los 17 enterramientos encontrados hasta este momento, se han obtenido gran cantidad de fragmentos de barro cocido, lo que demuestra que la costumbre de “matar ollas” durante los ritos funerarios, fue aplicada por este grupo social.
INVESTIGACIONES RECIENTES
Hasta este momento, no se han finalizado las excavaciones arqueológicas en la parte superior del edificio, ni al frente de la fachada oriente.
En el sector sur de la fachada oriente se descubrió una pequeña plaza que fue utilizada por los antiguos residentes como un espacio sagrado. Por el norte, la plaza estaba delimitada por un pasillo. Figura 32.
Figura 32.- Arriba: Vista de la fachada oriente, sector sur, donde se aprecia el pasillo que delimitaba a la plaza por el norte.
En la plaza se realizaron ceremonias y rituales, entre otras, las efectuadas en la pequeña plataforma de planta circular que construyeron en honor al dios “Ehécatl”- Quetzalcóatl”, el Señor del viento que barre los caminos de las aguas celestes, dándoles la vida. Figura 33.
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Figura 33.- a: Acercamiento de la plataforma de planta circular construida a Ehécatl Quetzalcóatl, dios del viento. Tecpan de Yautepec. b: representación del dios Ehécatl. Códice Borgia.
Por el poniente, la plaza está delimitada por el muro en talud que corresponde al límite de la plataforma del palacio. Adosado al muro, los antiguos arquitectos construyeron un cuarto de una crujía, al que se accede por el sur a través de una puerta, remontando una plataforma con dos peldaños. Figura 34.
Figura 34.- Vista rumbo al norte del cuarto que fue adosado al edificio por el oriente.
Por el norte, era posible salir del cuarto y subir por una escalinata para acceder a otro nivel de cuartos, hoy desaparecidos. Figura 35.
Figura 35.- Vista del cuarto, donde pueden ser apreciados los restos de las escalinatas en el norte.
En este mismo sector se detectaron los restos arquitectónicos de lo que fue un altar de planta rectangular y otra plataforma. Figura 36.
Figura 36.- Fachada oriente, sector sur. Vista del altar de planta rectangular.
Las excavaciones arqueológicas realizadas al norte de la fachada oriente del edificio, permitieron descubrir los restos de dos cuartos cuyos muros fueron construidos con adobe. Los cuartos estuvieron en función cuando en este sector se encontraba una plaza a cielo abierto, justo al frente de la fachada. Años más tarde, los antiguos arquitectos construyeron 2 amplias plataformas que sostenían cuartos; la segunda plataforma cubrió a los cuartos de muros de adobe. Figura 37.
Figura 37.- Tecpan de Yautepec. Vista de la fachada oriente, sector norte, donde se aprecian los cuartos de muros de adobe y los dos muros exteriores de las plataformas que fueron construidas años más tarde.
Para acceder a los cuartos que sostenía la última plataforma que fue construida sobre el edificio, se remontaba un pasillo, donde se encontraban las escalinatas de acceso, de las que actualmente solo se conservan dos peldaños. Figura 38.
Figura 38.- Tecpan de Yautepec. Fachada oriente. Sector norte. Pasillo ubicado al extremo norte del edificio.
Recorrido
El visitante puede caminar libremente sobre las áreas que no han sido excavadas en el edificio. Los vestigios arquitectónicos de las áreas ceremoniales y habitaciones reales del palacio que han sido intervenidas arqueológicamente hasta este momento, están delimitados con malla ciclónica, desde donde el interesado podrá observarlos. Se impide el acceso directo al visitante, con la intención de evitar su paulatina destrucción. Se solicita al público visitante respetar los espacios de acceso restringido, ya que ello redundará en beneficio de la conservación del Patrimonio Arqueológico de Morelos.
Información General
La zona arqueológica puede ser visitada todos los días de la semana, de 9 a 17 horas. La entrada es libre. Los servicios que se ofrecen incluyen un módulo informativo en el área de descanso, baños y custodios que orientan al visitante.
Autor: M. en C.A. Arqueóloga Hortensia de Vega Nova. Directora del Proyecto Arqueológico Yautepec. INAH.
La información aquí vertida se basa en los resultados de las investigaciones de Hortensia de Vega Nova y Michael Smith.
Han sido integrantes del proyecto los investigadores Pablo Mayer Guala+, Francisca Rosas Sánchez, Octavio Rocha Herrera, Jorge Jiménez Mesa, Tomás Villa Córdoba, Elba Estrada Hernández, Isabel Garza Gómez, Beatríz Sandoval Zaraúz, Teresita Loera Cabeza de Vaca, Antonio Salgado García.
Fotografías: Hortensia de Vega Nova, Teresa Ontiveros Ortiz.
Gráficos y corrección digital: Arquitecta Teresa Ontiveros Ortíz.