Una “nueva” estela de Xochicalco

Hacia el año 1777, el padre José Antonio Alzate y Ramírez relata de manera muy airada el saqueo por las piedras de las construcciones de Xochicalco:

…fue destruida por la avaricia de los dueños ó Administradores de las Haciendas de Azúcar. Necesitaban estos de parrillas para sus ornillas, y pudiendo usar del fierro ó del ladrillo, ocurrieron á destruir la fábrica de Xochicalco…

Fig. 1. Estela de Xochicalco encontrada en Tetlama, Morelos, e interpretación gráfica.

            Los hacendados de la región mandaban recuas de bueyes a sacar piedras de la zona de Xochicalco, pero por fortuna no se tomaron la molestia de excavar sino sólo desmantelaron las escaleras  de los edificios de Xochicalco para construir sus haciendas, ya que eran unos sillares perfectos para la construcción de los muros de la hacienda. Y las grandes piedras que necesitaban para asentar sobre ellas la maquinaria para la fabricación del azúcar, seguramente fueron las que formaban el templo de la más hermosa pirámide de Xochicalco, la Pirámide de las Serpientes Emplumadas. 

            Aparentemente el camino que siguieron las recuas fue por el lado este de Xochicalco, ya que se han encontrado varias grandes piedras labradas tiradas al lado del aparente trayecto. Actualmente en las varias haciendas hacia el sur siguiendo el camino a Miacatlan, Tetecala y las varias poblaciones con hacienda azucareras, se pueden ver piedras labradas que eran de Xochicalco.

            Una de las múltiples evidencias del traslado de piedras de la zona arqueológica de Xochicalco hacia los pueblos vecinos, es una estela descubierta en 2014, junto con cuatro piedras más que son parte de la pirámide de las Serpientes Emplumadas, cuando un arquitecto de Centro INAH Morelos hacía una inspección a la iglesia del pueblo de Tetlama, la que era objeto de una intervención de restauración pagada  por parte de la Minera Esperanza Silver.

Las estelas son piezas que se hacían en época prehispánica para conmemorar algunas fechas importantes, como es el caso de la “Estela de los dos glifos” que conmemora una fecha importante (año 10 caña día 9 ojo de reptil) que se encuentra en la Plaza de la estela del mismo nombre, o para conmemorar la fecha en que un personaje se convierte en gobernante o gana alguna batalla.

Los trabajos en Tetlama empezaron con la nivelación del atrio, y al remover las piedras apareció una de 1. 32 metros de largo por 42 centímetros de ancho y 25 centímetros de espesor y  que se encontraba colocada como escalón. (Figura 2).

Fig. 2. Nivelación del atrio de la iglesia de Tetlama, Morelos, 2014. Fotografía Archivo INAH.   

Al remover la dicha piedra de donde estaba, se apreciaron una serie de grabados en bajo relieves en la cara enterrada, descubriendo que los relieves más deteriorados eran principalmente las caras de los personajes, no sabemos si esto se debió a que fuera  arrastrada la estela o que en particular fueron borrados.

Antes de entrar en detalles sobre las representaciones de esta estela, recordemos que en la escritura prehispánica la lectura debe hacerse siguiendo las caras de los personajes; en el caso particular de esta estela, la lectura empieza de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda o de izquierda a derecha (en orden conocido como “boustrofedom” que es la forma en que los bueyes aran un campo de cultivo). Es importante aclarar que la mal llamada Lápida de Coatlán tiene un sentido diferente de lectura, como lo muestran la dirección de los rostros representados.

Así, en la parte más baja de la estela se encuentran, a los lados, dos cuadros divididos en cuatro secciones marcadas con líneas paralelas horizontales y verticales que representan campos cultivados; entre estos campos  hay una mano izquierda vista por la palma (nótese el pulgar abajo y la ausencia de uñas) que tiene un círculo dividido en cuadrantes y  es probable que esta mano se refiera al verbo cultivar.

Leyendo hacia arriba  y de derecha a izquierda está la fecha 2 movimiento (ollin) y hay un personaje sentado, con un brazo levantado al nivel de la cara (Figura 3).  Como ya se mencionó las caras de todos los personajes están muy deterioradas  y es imposible de identificar las facciones e incluso si son hombres o mujeres. Sin embargo hubo un personaje muy importante en Xochicalco llamado “Señor 2 Movimiento” y que tenía el sobre nombre de “Cargador de Universo”.  Este personaje se encuentra representado en la fachada de la Pirámide de las Serpientes Emplumadas y probablemente sea el que mandó construir este maravilloso monumento, o en su defecto, lo inaugura hacia el año 750 de nuestra era, que es la época de mayor florecimiento de este sitio arqueológico.

Fig. 3. Comparación de la representación del Señor  2 Movimiento en la “nueva” Estela y en la “lápida de Coatlán”

Continuando con la lectura de la Estela, a los pies de este Señor 2 Movimiento hay un año 3 águila (cuauhtli) (véase Figura 1) y la huella de un pie derecho, que indica el principio de un camino que continua muy bien delimitado por dos  líneas paralelas,  con las huellas sucesivas dentro de estas líneas.

Por el lado  izquierdo y casi en el centro de la estela se encuentra otro personaje sentado, al igual que el anterior, y tiene al frente un objeto semejante a  una vasija con algún contenido que sobresale y que no es posible identificar. A los pies de este personaje hay un objeto no identificado. Del lado derecho continúan las huellas, indicando el camino (Figura 1).

Sobre este segundo personaje hay un  rectángulo grande donde se advierten unas cuantas líneas difusas en su interior y otras más marcadas en la esquina superior izquierda, así como un rizo afuera de este rectángulo.

Hay un tercer personaje en la misma posición que los anteriores, donde parece tener un elemento triangular segmentado encima de su cabeza y tiene el glifo año 4 conejo (tochtli) (Figura 4). Esta fecha es sumamente importante en la historia de Xochicalco, porque marca una alianza matrimonial entre el Señor 2 Movimiento, de Xochicalco, casándose con la Señora 3 Mono, proveniente del Rio del Loro. Esta historia se encuentra relatada en la Lápida de Coatlán (mal llamada así porque esta lápida se refiere a un evento que se suscitó en Xochicalco y no en Coatlán) y en un fragmento de lápida que apareció en la Temporada de campo 1993-94 en Xochicalco (Garza, 1994, Memoria III Congreso Interno del Centro INAH Morelos, pp. 13-18).

Fig. 4. Comparación del glifo Año 4 Conejo, en su representaciones en la estela de Tetlama (izquierda)  y la mal llamada “Lápida de Coatlán” (derecha).

Fig. 5. Glifos no identificados de la “nueva”  Estela de Tetlama y de la Estela 1 de Xochicalco, lateral derecha.

            Paralelo a este tercer personaje, hay a la izquierda una banda diagonal con un signo semejante a otros que se encuentran representados en las caras laterales derechas de las Estelas 1 y 3 de Xochicalco (Figura 5), pero desconocemos su significado.

            La lectura continúa hacia arriba con el camino en el centro. Hay que mencionar que en época prehispánica, la novia era cargada y llevada a la casa del novio. La lectura de nuestra estela llega a la escalera de una plataforma que ocupa todo el ancho de la pieza; sobre la plataforma se encuentran dos personajes sentados que soportan sobre sus hombros una parihuela en la que probablemente estaba representada la Señora 3 Mono, que aunque no está bien definida por su deterioro, la deducimos por la repetición del mismo evento matrimonial mencionado anteriormente en otras lápidas encontradas en Xochicalco, como son la misma Lápida de Coatlán (Figura 6) y una encontrada durante la temporada 93-94. En ambas aparece la fecha Año 4 Conejo, que es al año en que se celebra la alianza matrimonial del Señor 2 Movimiento Cargador del Universo, gobernante de Xochicalco.


Fig. 6. Lápida, mal llamada “de Coatlán”

Hay que subrayar, finalmente, la evolución misma de esta pieza, verdadero marcador sociocultural e histórico, pues la estela reseñada e interpretada tiene a su vez un contexto cambiante: el de un territorio que ha sido sometido a cíclicos embates destructivos y que hoy se topa tal vez con el más grave y definitivo de todos: la instauración de una explotación de minería a tajo abierto en la región, propiciada por la política federal actual de otorgar concesiones para ese tipo de iniciativas por parte de la Secretaría de Economía, incluso del subsuelo mismo de zonas arqueológicas registradas, al margen del interés público y de la intregridad de nuestro patrimonio biocultural.

Nota.- Los dibujos fueron realizados por Silvia Garza, Rosa. Ma. Escobar y Gonzalo Gaviño.