Número 53
57 minarios, siendo el más sobresaliente de ellos el de Historia Rural Andina. Los textos de Aníbal se expandían gracias a la iniciativa de un colectivo próximo a la agrupación de nueva izquierda denominada Vanguardia Re- volucionaria (VR). Una mirada en retrospectiva de cara a la historia cultural, debería indagar ese mundo de los impresos mimeografiados académi- cos y políticos, formales e informales, que signa- ron nuestro campo de lecturas, en un país en que los costos de los libros importados se volvían in- accesibles para la mayoría de universitarios. Por último, debo expresar que un modo digno de recordar a Quijano es leerlo, releerlo y discu- tirlo. Su obra merece ser defendida de los pla- gios intelectuales que vienen del Norte, como el fraguado en 2000 por Michael Hardt y Antonio Negri, bajo el amparo editorial de la Universidad de Harvard. Me hace recordar la advertencia que hizo Antonio Cornejo Polar al final de sus días, de que los intelectuales del Norte no se sienten obligados a reconocer deudas con sus pares del Sur, pero sí a apropiarse de sus ideas. O a quie- nes, viniendo de nuestro continente, como el colombiano Santiago Castro Gómez, exponente de los estudios subalternos, hizo una defensa de dicho plagio, acaso porque de algún modo le to- caba esa crítica. Para intelectuales de esta laya, seguramente los que quedan fuera del Citation Index o de los fueros de la inmunidad brindados por alguna otra empresa certificadora internacional, deben ofren- dar contra su voluntad, la fecundidad de sus ideas. Cierre de palabras Optaré por recuperar la penetrante mirada y pala- bra de Aníbal Quijano situada en una perspectiva crítica e histórica. Refiriéndose a una escena ale- górica del Quijote, Quijano encuentra el hilo con- ductor de la primera modernidad que enlaza el imaginario continental al proceso real de su his- toria colonial y neocolonial. Dice nuestro autor: La fabulosa escena en la que Don Quijote arreme- te contra un gigante y es derribado por un moli- no de viento es, seguramente, la más poderosa imagen histórica de todo el período de la primera modernidad: el des/encuentro entre, de un lado, una ideología señorial, caballeresca – la que ha- bita la percepción de Don Quijote - a la que las prácticas sociales ya no corresponden sino de modo fragmentario e inconsistente. Y, del otro, nuevas prácticas sociales – representadas en el molino de viento – en trance de generalización, pero a las que aún no corresponde una ideología legitimatoria consistente y hegemónica. Como dice la vieja imagen, lo nuevo no ha terminado de nacer y lo viejo no ha terminado de morir. 6 De manera aguda, Quijano presenta el dra- mático cuadro de nuestra modernidad tardía, entre lastres históricos y estructurales, fantas- mas, riesgos y posibilidades. Sirva esta última reflexión para reposicionar nuestro pensamien- to crítico y manifestar en los espacios públicos nuestra voluntad ciudadana a favor de remodelar nuestro mundo: Se puede […] señalar que la identidad, la moder- nidad, la democracia, la unidad y el desarrollo, son los fantasmas que pueblan hoy el imaginario latinoamericano. Con ellos ha comenzado a co- habitar, desde el fin del milenio pasado -en rigor, desde que cumplimos 500 años- uno nuevo y más sombrío, más temible en definitiva: el de la continuidad o sobrevivencia del proceso mismo de producción de la identidad latinoamericana. […] Es pertinente señalar, contra todo ese trasfondo histórico y actual, que la cuestión de identidad en América Latina es, más que nunca antes, un pro- yecto histórico, abierto y heterogéneo, no sólo, y quizá no tanto, una lealtad con la memoria y con el pasado. Porque esa historia ha permitido ver que en verdad son muchas memorias y muchos pasados, sin todavía un cauce común y compar- tido. En esa perspectiva y en ese sentido, la pro- ducción de la identidad latinoamericana implica, desde la partida, una trayectoria de inevitable destrucción de la colonialidad del poder, una ma- nera muy específica de descolonización y de libe- ración: la des/colonialidad del poder. 6 «Don Quijote y los Molinos de Viento en América Latina». Libros y Artes (Lima), núm. 10, abril de 2005, pp. 14-16.
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