Número 52
37 el por qué en 2006 no se pudo llegar a la presiden- cia de la república. Esta explicación es diferente a la que la derecha neoliberal (PRI, PAN) ha ensayado: “López Obrador mismo es su peor enemigo, han sido sus deslices verbales, sus accesos de enojo, los que lo hicieron perder habiendo comenzado como gana- dor en 2006 y 2012”. En los seguidores de Morena, ni siquiera están presentes los efectos que pudo ha- ber tenido el que el principal vocero del zapatismo, el entonces Subcomandante Marcos, haya atacado a López Obrador en el contexto de la inminente campa- ña presidencial de 2006 (“La imagen de Salinas es en realidad un espejo de AMLO”) (Martin, 2015). Resulta de cardinal importancia hacer esta ase- veración, porque son precisamente estos saldos ne- gativos de las anteriores campañas electorales presi- denciales, los que parecen estar guiando la estrategia electoral de Morena en 2018. La estrategia electoral de Morena para el 2018: la búsqueda de los antídotos El 20 y 21 de noviembre de 2015, Morena rea- lizó su Congreso Nacional y eligió a los 300 in- tegrantes del Consejo Nacional y a los 21 miem- bros del Comité Ejecutivo Nacional. Además de eso, el Congreso aprobó lo que podría llamarse la estrategia para enfrentar el proceso electo- ral de 2018. La estrategia electoral de Morena puede resumirse en una suerte de búsqueda de los antídotos para contrarrestar el fraude. Re- sulta revelador para lo que estamos sosteniendo en este trabajo que en su discurso al Congreso López Obrador dijera: “No podemos confiarnos, 2018 no va a ser un día de campo… En especial debemos cuidarnos del manejo tendencioso de los medios de comunicación y de la compra del voto” (Muñoz, 2015 a y b). En otras palabras, de Fuente: revistarepublica.com.mx
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