Pedro Uc Be: la memoria rebelde

En julio de 2022 realizamos trabajo de campo en algunas partes de Campeche y Yucatán con el fin de recabar testimonios sobre las vivencias de algunas de las comunidades ante la problemática del “Tren Maya”. Afortunadamente ya conocíamos al poeta, literato y activista social Pedro Uc Be, pues hemos contado con su valiosa participación en alguna de las mesas del Taller por la Defensa de los Territorios que llevamos a cabo en la Dirección de Etnología y Antropología Social del INAH. Generosamente nos recibió en su hogar en Buctzotz.

Pedro R. Uc Be es maya, es profesor y narrador de vivencias mayas, así como creador de poemas en su lengua materna publicados en algunas revistas, periódicos, antologías, y en su sitio virtual, por los cuales ha sido galardonado.

Como integrante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xínbal camina como hijo menor las veredas de las comunidades mayas que protegen su territorio del despojo desarrollista en la Península de Yucatán.

Su paso por la teología de la liberación lo conduce a la promoción y defensa de los Derechos Humanos, particularmente el derecho de las comunidades mayas que hoy resisten los embates del desarrollismo que los despoja de su territorio.

Su caminar comunitario se ha traducido a día de hoy en una reflexión colectiva sobre la importancia de la identidad, la lengua, el territorio, la comunitariedad, la organización de las comunidades en torno a sus sueños, a las creencias que tiene como centro de origen, la milpa maya.

“La tierra no se vende ni se renta”.
Links de Pedro Uc
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Rosa: Vamos a tratar sobre la problemática del tren maya, quisiera la opinión, pero primero lo general sobre la consulta que se supone se hizo, y los procesos.

Pedro: En lo general, a nosotros como Asamblea o grupo, nos llega la nota del tren cuando López Obrador comienza a leer en su discurso inaugural los proyectos que tiene para su sexenio. Nos llama la atención, aunque ya lo había dicho anteriormente, pero nos llamó mucho la atención en esa ocasión, porque dijimos “va en serio esto”, porque el tema del tren pues es un tema del PRI, es decir, lo comenzó aquí a promocionar una gobernadora que se llama Ivonne Ortega, luego se volvió a hablar con el tema del plan Puebla-Panamá, se contempló, así como un desarrollo enorme no sólo para la Península de Yucatán, sino que parece que, conectado desde Canadá, Estados Unidos hasta aquí.

Un tipo que nos ayudó mucho a entender esto, aquel que acompañaba el tema zapatista, la verdad yo lo admiraba mucho, se llama Andrés Barreda, seguro lo conoces. Es un tipo que nos ayudó mucho a entender, vino a darnos muchos talleres aquí en Cancún, yo fui a Cancún muchas veces a los talleres. Creo que entendimos cuál era el plan Puebla-Panamá. Cuando escuchamos el tema del tren con López Obrador, dijimos esto es el plan Puebla- Panamá… ¿Qué está pasando? Este gobierno está raro, ¿no? Pero, aun así, dijimos a lo mejor solamente dijo y pues que no, que sí iba en serio el tema.


Fotografía de Haziel de la Cruz

Hubo una cosa que nos alentó mucho en ese tiempo porque algunas organizaciones consolidadas, grandes, nacionales como el Consejo Civil Mexicano por la Silvicultura Sostenible y otras organizaciones aquí en la Península se convocaron para discutir el tema.

Nos invitaron como asamblea Múuch’ Xíimbal para estar con ellos. Una reunión muy importante un poco antes, fue como el 7 de marzo del 20 o del 19, no sé. El caso es que un 7 de marzo, un poquito antes de la pandemia. Creo fue del 2020. Estaba ya la pandemia acercándose mucho, y tuvimos una reunión muy interesante en la ciudad de Mérida. En esa reunión estuvimos varias organizaciones de la Península, logramos tener la presencia de siete abogados, incluyendo a Francisco López Bárcenas. Fue una reunión esperanzadora, digo yo, porque éramos varios.

Uno de los abogados nos llamó la atención, creo que, con certeza, porque nos dijo “¿Ya pensaron ustedes qué quieren hacer? Eso de enfrentarse al gobierno en un tema que es fundamental para él, que es un proyecto estrella. No va a ser fácil”. Y cabe un poco la euforia, la esperanza. También nos hizo contestar: “pues sí, pero a lo mejor, la historia nos ha dicho que la victoria nuestra no consiste en ganar, sino consiste en luchar”. Entonces “dijimos vamos, no hay de otra. La pregunta es si ustedes ¿nos van a acompañar?”  Y dijo que sí. Así que empezamos una lucha, pero cuando cae la pandemia nos pega duro. Esa fue la primera fragmentación, fue natural por el tema de la pandemia, no político. Fue una fragmentación por las circunstancias de la pandemia.

En ese sentido, un poco antes de esa reunión, hicimos un evento en Bacalar convocado por el Consejo Civil y por una organización de jóvenes, ahí en Bacalar, que se llama “El Galeón Pirata”, tienen ellos inclinaciones más artísticas que políticas, pero es arte crítico. Hacen teatro, música y cosas así. Entonces, en ese evento que le llamaron El Debatren, se convocó ampliamente a todos los actores que están en torno al proyecto, incluyendo FONATUR. Se invitó a gente, digamos de una buena presencia nacional. Recuerdo entre los invitados a un académico de la UNAM, estaba también el director de CEMDA, estaban investigadores de ECOSUR. Estaba muy interesante la composición de quiénes fuimos convocados, nos sentimos convocados en este espacio.

A mí me invitaron a formar parte de los que iban a estar en la Mesa para hablar, y como nadie se animaba a empezar, pues yo empecé a decir cosas, no con la idea de poner línea, pero sí de marcar lo que nosotros pensamos como asamblea y como pueblos indígenas sobre el tema. Afortunadamente la mayoría se fue en ese mismo sentido y los que salieron a brincar fueron los de FONATUR, es obvio, porque ellos estaban representando el tren. Una de las cosas que dijeron y que hizo mucho escándalo y se armó la discusión, el debate en serio, de los que no son formales pues se calentó la cosa. Porque dijeron: “permítannos cambiarles el rostro aquí en la Península” Eso dijo FONATUR, así literal (risas)

Y claro, las formas se rompieron. Y dijimos: “¿quién chingados te dijo que queremos que nos cambies el rostro, cabrón? ¿qué te pasa?”

Haziel: ¿A dónde vamos que nos hagan la cirugía? 

Pedro: De ese tamaño, no sé si la ignorancia, no sé si la costumbre de agandallar. Casi decirnos, están feos, vamos a ponerles una máscara.

Yo dije dos, tres, cuatro cosas y se rompieron las formas. Aunque ese fue un evento muy interesante, porque fue el primer detonante a nivel nacional de la resistencia. Toda vez que estaban medios como El Universal, que es nacional, estaba Reforma, Pie de Página, La Jornada local, eso fue muy interesante porque después se hicieron muchas entrevistas.

El primer desencanto fue que algunos de los que estuvieron allá, y expusieron un punto de vista crítico al tema, nos llamó la atención que un mes después me buscan algunos de ellos para decirme que yo acepte el Tren, porque si de por sí se va a hacer el Tren, hay que buscar un modo de beneficiarnos de este proyecto, porque no hay de otra. Si no buscamos cómo beneficiarnos, pues nos va a ir peor. No nos va a tocar nada. Era la lógica que ellos manejaban.

A mí me molestó mucho porque como dice uno de los abogados, comienzo a lanzar palabras filosóficas (risas)

Yo le respondí: “lo que me estás proponiendo, si no me equivoco, si alguien viene y me quiere violar, entonces como de por sí me va a violar, mejor le digo ¿cómo te gusta? Nosotros no podemos hacer eso”. Yo recuerdo un hecho social en Estados Unidos, en donde sonó aquella voz “no en nuestro nombre”. Eso es algo parecido que vamos a hacer aquí, si lo mandan a hacer que no sea en nuestro nombre. No podemos aceptarlo. Resulta que a esos tipos ya los había comprado FONATUR, luego nos enteramos que ya estaban trabajando en FONATUR.

Fue así como llega el trancazo de la situación, que pasa siempre en las luchas que se fragmentan. Ya lo sabíamos, no soy nuevo en esto, tengo como cuarenta años o más en estos temas de la lucha. Ya sabíamos que esas cosas pasan. El problema es que mucha gente que está empezando, cuando se derrumban sus ánimos, a veces es difícil levantarlo, porque dicen que si no se puede para qué le seguimos.

Después vino esta reunión que cuento, donde estuvieron los abogados y acordamos muchas cosas interesantes. Vino la pandemia, nos aisló, pero creo que a pesar de eso logramos mantenernos comunicados vía internet, eso nos sirvió muchísimo. Así logramos mantener cierta vinculación y preparar cosas que se pueden desde lo virtual. El problema más grande, fue cuando el presidente salió a atacar a las organizaciones civiles que nos apoyaban. No nos apoyaron con dinero, porque no era el tema; aunque ellos también pagaban cosas de los eventos que se hacían. Lo que pasa que en la Asamblea todos somos voluntarios, nadie gana nada. El tema es que cuando se convoca a un evento, esas organizaciones que tienen lana son las que hacen el gasto, y en ese sentido apoyan. A veces le dan el pasaje a alguien, o la comida para ese día. También a veces les pagan los pasajes a los abogados o le pagan algún trabajo, y está bien. Pero, cuando sale el presidente y dice: “el Consejo Civil, Indignación, Artículo 19 (organizaciones), reciben dinero de la USAID y están buscando cómo derrocar al gobierno de la transformación”.

Indignación sí, bien contestó, pero le bajó de tono. Creo que nunca volvió a enfrentar el tema del tren, el abogado de Indignación sigue siendo nuestro abogado. Voluntariamente nos ha apoyado un chingo, entre lo que puede también, porque tiene demasiado trabajo. Aun así, me llamó y me dijo “Pedro, yo como Jorge…”

Rosa: ¿Cómo se llama su abogado?

Pedro: Jorge Fernández, creo que conoces a su papá, es Jorge Fernández Souza, está en México. Pues es hijo éste que está aquí. Un tipo muy bueno. Él nos dijo: “yo soy el albañil y ustedes como Asamblea son los arquitectos, ustedes díganme qué voy hacer. El trabajo técnico yo lo hago; lo político, lo mediático ustedes lo llevan”. Y así hemos trabajado con él, la verdad es que a pesar de sus múltiples ocupaciones nos ha ayudado.

Rosa: ¿y ustedes tienen amparo?

Pedro: Sí, cuatro amparos. A uno no le han dado curso, hasta hoy porque al amparo grandote, no le ha querido entrar el Poder Judicial. Porque el Juez de Yucatán se declaró incompetente; el de Cancún se declaró incompetente y lo mandaron a la Suprema Corte, y ahí está y no le han dado entrada. Porque Jorge nos dijo, “vamos a hacer esto, lo que yo le llamo la madre de los amparos. Y esto no lo deben tumbar”. Es un amparo peninsular contra el proyecto, contra las empresas, como cuatro temas tiene nuestro amparo, bien hecho. Y no hay respuesta aún de ningún tipo.

Haziel: La única respuesta que han dado es que mandemos más información.

Pedro: Dos cosas están requiriendo. La primera, nos pidieron ir a ratificar nuestra firma en plena pandemia.

Rosa: Se lo han hecho a todo el mundo, eso mismo.

Pedro: Y fuimos, y claro, unos ya no pudieron porque ya se habían muerto por la pandemia. ¿y cómo los llevamos? (risas)

Y ahorita nos pidieron otra vez una constancia de vecindad, para que confirmen si somos del lugar. Cosas así nos piden, y movernos no es fácil, pues no estamos todos en un mismo lugar. Es ir a los municipios, acordar el día y la gente vive al día, está complicada la situación. Pero ya juntamos la mayoría, estamos en eso. De treinta que somos, ya juntamos veinticinco. Algunos ya se murieron, otros dijeron “yo ya no le sigo”.

Ahí tenemos los amparos, y el caso es ese frenón que hubo. Y así le han ido frenando las organizaciones.

Nosotros seguimos como podemos, y con el apoyo de Jorge, creo que una de las cosas que nos han mantenido vivos, además del asunto jurídico, es el tema mediático. Eso en el camino lo aprendimos, nosotros nunca tomamos un curso de cómo se mediatiza. Aquí ella y yo nos pusimos de acuerdo, y vamos a meter como estrategia de la asamblea, diseñamos tres, cuatro cosas. Uno es la información a las comunidades, generar la discusión en las comunidades, en lo jurídico, lo mediático, buscar las redes, y buscar a gente de las universidades, donde los académicos nos apoyen con estudios para demostrar que tenemos razón. Esas fueron nuestras estrategias.

Le metimos mucho a lo mediático, y agarraron nuestro tema por los medios, y también por algunos académicos. Ana Esther nos ha apoyado un montón, también Giovanna Gasparello y Violeta Núñez. Aquí en Yucatán nos ha apoyado mucho la academia, como Rodrigo Yánez, Rodrigo Patiño, Ivette Maturano, Jazmín Sánchez. Estos académicos se la han jugado con nosotros, porque no es sencillo.

Rosa: Giovanna, está con nosotros, donde yo trabajo. Su trabajo es muy respetable, y es muy comprometida.

Pedro: Ha estado aquí en la casa, varias veces con nosotros. Ha caminado Bacalar muchas veces entrevistando a la gente. Creo que ella sí tiene derecho en decir cosa, porque en verdad ha venido, pero esta tal Paloma que salió a decir una serie de barbaridades, pues no.


Fotografía de Haziel de la Cruz

Con esta situación nos hemos quedado así en lo general. Impulsando la crítica en lo mediático, dando seguimiento a lo jurídico y un tercer paso que nos ha ayudado, a partir de la pandemia, es que yo y el otro compañero Russell, quien es uno de los compañeros más comprometidos en la asamblea, con quien tengo muchos años trabajando, como unos veinte años trabajando con él. Los dos nos la jugamos como venga. Nunca nos echamos para atrás. Somos los que damos más la cara en cualquier situación, es un compañero de Ticul.

Me dice, “oye Pedro, no podemos quedarnos así en la pandemia, vamos a hacer algo que nos permita mantenernos vinculados con la gente”. A él se le antojó hacer una convocatoria a jóvenes de las comunidades de Quintana Roo, donde es más difícil el acceso hasta por la cuestión del internet. Convocamos a un grupo de jóvenes, y comenzamos a hacer unos talleres aquí, hace más de un año, año y medio. Y cada mes, o mes y medio, dos meses tenemos este grupo y con ellos nos reunimos aquí, discutimos un tema equis. Le llamamos a todo el pensamiento del taller de formación política, y nos ha resultado mucho, porque los chavos tienen la facilidad de manejar el internet, el teléfono. Aunque está difícil la señal allá con ellos, pero apenas haya señal uno ya se puede comunicar con ellos. ¿Qué ha pasado como experiencia de éxito con ellos?

La idea es que entren a las asambleas ejidales, donde están sus papás, sus abuelos, sus tíos, sus hermanos, sus vecinos y que ellos vayan y les den voz, aunque no tengan voto porque no son ejidatarios, pero les dan voz para explicar cosas que creen ellos que necesitan los demás. Principalmente entender cuando llegan personas de otros lugares a plantear un tema en el ejido, “a cambiarles la cara”. Hemos logrado correr en cada ejido, a tres o cuatro empresas que han ido. Eso ni siquiera lo hemos sacado a la luz, en los periódicos, ni la necesidad de poner un amparo. Porque esos chavos se han parado y les han dicho a sus ejidos o a sus compañeros ejidatarios en español y en maya. Entonces está hecha la chamba, y los ejidatarios piensan, “si significa ésto el perder mi tierra, no la voy a dar”. Y desde la raíz los cortamos, los viejitos no saben qué es una manifestación de impacto ambiental y para explicárselos está difícil, porque no es el ambiente de ellos, no es la situación que han vivido. En cambio, un muchacho lo entiende rápido, porque la mayoría de estos chavos tiene carrera universitaria, aunque sea una carrera técnica. Ellos entienden con mayor facilidad este tipo de cosas, y una de las cosas que le preguntan al empresario, al coyote que viene al ejido es “¿qué tipo de proyecto es el que estás planteando? ¿Para qué quieres las dos mil hectáreas de tierra? ¿Tienes un estudio de impacto ambiental? ¿Ya te dieron el permiso para el reordenamiento territorial?”


Fotografía de Haziel de la Cruz

Estamos hablando ya de otra cosa, y la empresa se queda así…

Lo muchachos les dicen el tema, o es que la ley dice esto y esto, y esta empresa tiene la obligación de mostrarnos esto. Por ejemplo, “¿en qué otros lugares han trabajado y qué experiencias tiene en ese lugar? ¿Dónde está la experiencia de éxito dónde ustedes han trabajado? Para saber si nosotros también vamos hacia ese éxito o ¿no?”

Los documentos, los contratos, todo.

Rosa: Qué importante es preparar a los jóvenes

Pedro: Ahorita estamos en eso

Haziel: También surgió la radio a partir de eso

Rosa: Justo eso iba a preguntar, porque yo he seguido la radio en Facebook

Haziel: sí, en los talleres surgió la radio

Pedro: En uno de estos talleres estábamos discutiendo estrategias de comunicación, que era el tema del taller ese día. Y Russell, este compañero del que les he hablado, se acordó que hace muchos años que teníamos otra organización en Ticul, y teníamos un colectivo. Comenzamos a hacer unos spots para una radio en Ecuador, por alguna razón nos buscaron y nos pidieron unos spots de los que hacíamos. Eso fue hace como quince o veinte años. Russell se acordó de esto, y dijo “les voy a poner uno de los spots, pues antes hacíamos esto”. Y los chavos al escucharlo dijeron “¿por qué no hacemos nosotros algo así?”

Haziel: Muchos ya habíamos visto una película sobre el papel de la radio muy significativa en Sipakapa.

Pedro: Es un documental, vale la pena que lo vean.

Rosa: Qué gran idea surgió ahí. Además, es recuperar un medio, porque en todo el país en las zonas rurales, las radios comunitarias han tenido un papel fundamental. Antes del internet, y se han convertido en educadoras, transmisoras, informadoras, etc. Yo cuando lo vi en facebook, la radio de Múuch’ Xíimbal, dije “¡qué maravilla!”

Pedro: Acabamos de celebrar nuestro primer aniversario. Se lanzaron los chavos, realmente ellos lo hacen. Yo no estoy dentro del comité, ella (Haziel) sí está dentro del comité de radio. Se organizan para eso, cada quien hace su audio y pues mandan sus audios, ella recaba los audios y se los manda a un muchacho que hace la edición. Son muchachos muy lindos porque se han encontrado en este espacio una especie de familia, nuestros talleres son así, sui géneris, no tenemos formalidad, empezamos a la hora que sea, pero se aprovecha mucho ahí. Hay mucha disponibilidad, hay mucha entrega y creo que de eso se trata. Ha sido parte de nuestras críticas, a veces mal comprendidas porque lo hemos explicado mal, sobre las ONG. Nos ha pasado con estas, porque nosotros estamos acostumbrados que a la hora que se necesite una cosa lo hacemos, en la noche, en la tarde, en la mañana, pero a veces hablamos a las ONG y nos dicen: “no, el horario es de 8 a 3 de la tarde”. Decimos, “esta madre no es de profesión, es de vocación. Si no tienes vocación de lucha, qué chingados haces allá, es más, se supone que te pagan porque este es un medio para poder hacerlo mejor”. Hay de todo.


Fotografía de Haziel de la Cruz

Hemos hecho ciertas críticas también sobre eso, así que dijimos “nosotros somos las comunidades directamente afectadas y así vamos a trabajar”. Hay gente que de repente nos ayuda, nos apoya. Por ejemplo, el CECCAM, de repente nos manda vales de gasolina, nos manda cinco mil pesos en vales de gasolina. La verdad nos sirve mucho cuando salimos a las comunidades.

Rosa: Ustedes como Múuch’ Xíimbal ¿no reciben una aportación de alguna organización de manera regular?

Pedro: No, porque no tenemos registro, ni queremos serlo.

Haziel: Sí se nos han acercado algunas asociaciones a decirnos: “nos gustaría apoyarlos, pero necesitamos facturas”.

Pedro: Discutimos mucho eso, y a grandes rasgos lo que salió es que muchas ONG que conocemos, cuando reciben un financiamiento o una subvención tienen que entregar un informe detallado de actividades y de dinero. Lo del dinero está bien, donde no estamos de acuerdo es que muchas veces les piden hacer una cosa que se llama mapeo o informe diagnóstico de toda la zona donde trabajan. Y ahí tiene que decir cuántos cenotes hay, cuánta gente hay, qué edad tienen, qué idioma hablan. Se ha traducido esto en un extractivismo de información. De tal manera, que cuando vienen las empresas ya saben más que nosotros. Entonces dijimos, “nosotros no vamos a hacer eso”.

Eso de que la gente firme un papelito porque le dieron su pasaje, nosotros decimos “¡No a eso!”

Pedro: El tema de las consultas, yo creo que tenemos que verlas desde su contexto. Los sucesos o los segmentos de la realidad, al igual que un texto no se pueden tomar sin su contexto, porque si se hace así se vuelven un pretexto. Y eso es lo que pasa con las consultas. Si yo voy a un evento de estos a los que les llamaron “Consulta”, y veo que llegó gente de comunidad y les hicieron preguntas, dijeron que sí y levantaron la mano, y lo separo de todo lo demás, como un fenómeno solitario, desligado de un contexto, pues eso puede decir cualquier cosa que yo quiera decir. Porque tiene que ver con una interpretación que es azarosa, subjetiva y que tiene que ver con el modo como los testigos de Jehová hacen la interpretación de la Biblia. Para ellos la Biblia dice cualquier cosa que ellos quieren que la Biblia diga.

Entonces, FONATUR y el presidente hacen lo mismo con su proyecto de la “Cuarta Transformación”. La consulta, si la vemos en su contexto ¿qué fue lo que pasó? FONATUR desplegó una gran cantidad de gente en las comunidades para invitar, para presionar, para corromper y para amenazar a los comisarios ejidales de las comunidades ¿Por qué? Porque ellos son los de la firma.

Un comisariado ejidal es él quien tiene la firma y el sello válido ante la ley, no la asamblea. Si el comisario firma, legalmente se puede hacer cualquier cosa. Ellos trataron de conquistar a los comisariados ejidales y los llevaron a una reunión. ¿Cuántas reuniones hicieron? Como diecisiete, más o menos. Esas reuniones son de ciertas horas, por ejemplo, empezaban a las diez de la mañana y terminaban a las tres o cuatro de la tarde.

La pregunta es, si un tema tan complicado como esto, ¿se puede entender por un pueblo que no habla bien el español para que tome una buena decisión? Eso de entrada.

Segundo, si revisamos lo que dice el Convenio 169 y lo que está reconocido inclusive por el gobierno sobre cuáles son las características que debe tener una consulta:

Que debe ser previa, libre, informada, culturalmente adecuada y de buena fe. ¿Cómo se puede hacer una consulta con todas esas características en tres o cuatro horas?

Luego revisamos las preguntas, ¿cuáles son las preguntas que hicieron?

“¿Te gustaría que haya en tu comunidad mejor servicio de agua, de luz? ¿Mayor empleo? ¿Mayor seguridad? ¿Mayor servicio de carreteras? Si te gustaría eso, el tren lo va a traer. ¿Te gustaría que se haga el tren?”

¿Quién va a decir que no?  ¿Por qué está votando la gente? ¿Qué pasaría si revertimos un poco la pregunta? así de sencilla, sin quitarle los elementos. Basta con preguntar “¿Qué te gustaría primero que se haga en tu comunidad? ¿un tren o estos servicios?”

Si toda la gente dice sí, que primero venga el tren y después que me atienden eso. Adelante, yo no digo nada. Pero si la gente dice resuelvan primero estos problemas y después que venga el tren. Pues eso sería otra cosa, pero no.

Entonces lo que Paloma fue a ver, fue esto que vio FONATUR, los ojos de Paloma no son de Paloma, son de FONATUR, son los ojos del gobierno. Uno va a ver lo que quiere ir a ver. Y eso no se vale. Es como lo que escribe Octavio Paz de Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la Fe, es la misma cosa.

Aquí, o es el desarrollo o las trampas de López Obrador. Lo que pasó en la consulta son trampas, lamentablemente que no son ni siquiera nuevas, sino que son la reproducción, y mal copiadas, del PRI y del PAN de sexenios pasados. Es exactamente lo mismo. Si hacemos válida una consulta de esta naturaleza, yo creo que se pone inclusive en riesgo la validez del título académico que presume. Tenemos una prueba tan clara, cuando Paloma dice: “los de Múuch’ Xíinbal ni siquiera son muchos, son veinte”. Y así lo ha dicho, tenemos las grabaciones. Ella nunca ha venido a hablar con nadie de Múuch’ Xíinbal, no nos conoce. No sé de dónde sacó ese dato. Me parece raro que una investigadora se dedique a adivinar y no a investigar. Además, agradecemos que diga que somos veinte, porque somos mucho menos que eso.

De ese tamaño está la ligereza, el atrevimiento y yo diría la mala fe de una persona que viene, por no sé qué intereses, a dar una versión que no es la versión nuestra ni es lo que sucedió, sino es lo que ella quiso ver. Es lo que FONATUR quiere ver, ella toma la foto cuando la gente tiene levantada la mano y dice ahí está, la gente está de acuerdo. Pero si a la gente le dices “vas a tener agua, vas a tener salud, educación, empleo. Ven a la asamblea”, pues sí, claro, voy.

Lo otro es mucho más contundente: en la boleta que se le dio a la gente para manifestar su voluntad en torno al proyecto, detrás de la boleta, al reverso, hay una lista de beneficios que va a traer el tren. Ahí está la boleta, la buscamos en internet. No hay ningún impacto negativo, lo que ha pasado cuando hablamos culturalmente adecuado y de buena fe, no hay nada. Sobre todo, el tema de la información se ha confundido con propaganda, no es información, es propaganda. Eso es diferente.

Lo que el presidente está haciendo, es lo que está acostumbrado a hacer en su partido, hacer campaña y ganar a la buena o a la mala. Eso es lo que está aplicando como estrategia en este proyecto y en muchos otros. Una consulta así, vergüenza les debería de dar, y más a los académicos que dicen que está bien hecha. A mí me parece que es muy triste que la Academia pueda arriesgar su prestigio y poner en tela de juicio esto ¿vamos o no a creerle a la academia? El problema es que cuando se califica eso, se generaliza.

Se supone que las Universidades que producen ciencia y que son diligentes en la aplicación de la ciencia ¿cómo es posible que la ciencia se arrodille a las decisiones políticas y no a las decisiones epistemológicas? Me parece grave que la UNAM, la UAM, la UACM o cualquiera, le digan “sí señor”. Y la ciencia cuando vas al salón de clases y te dice que tienes que ser estricto con aplicar este método, porque si le metes la subjetividad…Subjetividad allá, en La mañanera.

Ya nadie le cree, de los que medianamente pensamos, ya nadie le cree ese tipo de cosas. Hubo voces desde la legitimidad, y desde las instituciones. Hubo seis relatores de la ONU, de Derechos Humanos que hicieron un documento cuestionando, eso me dijeron. Estas son las inconsistencias de las consultas que hicieron. Nosotros lo publicamos, le dimos difusión, y no solo nosotros lo decimos: están también otras personas que lo están diciendo, y son personas respetables que no tienen ningún interés.

Además, no solo eso: en el principio lo que se hizo y nosotros como asamblea participamos. El mismo FONATUR a través de CONACYT invitó a un grupo de académicos para hacer un estudio sobre la viabilidad de este proyecto. También Alejandra (García Quintanilla) participó, muchos académicos participaron y se mostró que ese proyecto es inviable, pero le vale al presidente. A mí me parece que es muy triste, cuando dice “los principios de mi partido no mentir, no traicionar” … (risas) Un circo queda chico frente a eso.

Nosotros lo que dijimos en el pleno de la consulta es que ninguna consulta va a ser válida si no se hace en el contexto de la autodeterminación. Si no, no sirve. ¿Por qué? Porque nosotros vimos la trampa que pusieron, uno: es que las consultas no son vinculantes; dos: vimos que no hay una reglamentación de cómo se tiene que hacer la consulta. Que puede ser favorable o desfavorable, dependiendo quién haga la reglamentación de ella. Todo esto lo aprovechó en cierto momento Indignación, y le salió muy bien con el tema de las granjas. Hizo su autoconsulta y le salió muy bien, pero no se lo querían reconocer. Yo creo que es un camino que nos queda; sin embargo, volviendo al contexto del tema, no se puede hacer con cierta facilidad porque tenemos una presión enorme, que empezó desde hace más de dos años por parte de FONATUR sobre nuestras comunidades.

Es más, conformaron un grupo que le llamaron “Brigadas por el Tren”, en el que todavía están peinando comunidades, con becas. Si eres joven y quieres formar parte de las Brigadas, la única condición es que no estés recibiendo ninguna otra beca. Te daban una beca e ibas de comunidad en comunidad a promover con niños, con jóvenes las bondades del tren.

Haziel: Hacían eventos artísticos. Antes de la consulta, aquí por Calakmul, un caso concreto. Ahí escasea mucho el agua para tomar, entonces FONATUR mandó una pipa, y como estuvieron dos días en consulta, mandó una pipa enorme que decía Tren Maya, con logo y todo. Les llevaron la pipa a la comunidad, después de la consulta no se volvió a decir nada del agua.

Paty: Una pregunta Pedro, me llama mucho la atención, ahorita que hablabas que no hay una reglamentación para hacer la consulta. Para algunos casos es muy bueno que no haya reglamentación, como en las granjas. Y otra cosa que me llama la atención, es que dices que los que fueron a la consulta fueron los comisarios ejidales, los presionaron, los invitaron a las buenas, a las malas y a las medianas. Y tú dices que ellos llevan el sello y ¿por qué vale el sello? Pero cuando uno lee el Convenio 169 sobre la poca documentación que hay respecto a las consultas, dice que debe ser un diálogo. Como tú decías al principio, no puedes definir una cosa tan grande que viene a afectar y a beneficiar de tan grande forma, en cuatro o cinco horas de consulta. Eso no fue un diálogo. Entonces, desde hace mucho estoy pensando: para muchos pueblos de Yucatán y en la Península entera el comisario ejidal no es la autoridad sino el municipal, pero al interior de las comunidades –porque lo vimos en Hopelchen- cuando la consulta para la soya transgénica, organizándose para definir qué posición iban a tener en el momento de las varias sesiones que hubieron de consulta. En los pueblos de Yucatán, tú vislumbras cómo se organiza la comunidad para tomar decisiones. Esas dos figuras que son totalmente externas, el ejido y la presidencia municipal ¿Cómo es esa vida orgánica de las comunidades? ¿existen todavía?

Pedro: Claro, las asambleas comunitarias.

Rosa: Platícanos de eso, porque una de las cuestiones importantes para sustentar que no fue culturalmente adecuada y de buena fe, es esto que dice Paty: que fue el presidente municipal, el comisario ejidal, pero incluso la forma.

Paty: Me acuerdo que parte de lo que peleábamos mucho cuando la consulta de la soya transgénica. Llegaron los de CIBIOGEM bien tranquilos con el comisario ejidal. Y le dijimos “a ver, él no es la comunidad. En la comunidad hay mujeres, hay jóvenes, niños, gente que no tiene ejido. Entonces, esto no es representativo”.

Rosa: La forma, es decir, un presidio arriba, otro abajo. Ya hay una jerarquía, de entrada, se debe estar atenta, respetuosa y escuchar, esto ya es una relación de subordinación. La pregunta es esa. Yo he trabajo pueblos nahuas, sí te puedo hablar de otras formas normativas de toma de decisiones. Los mayordomos, los cargueros, los fiscales y también las asambleas, pero en esas asambleas que yo he visto en la zona nahua, los mayordomos, los cargueros tienen una posición de autoridad reconocida por el pueblo, no impuesta. La pregunta que te hace Paty es fundamental ¿Cómo se toman, aquí en Yucatán, las decisiones en comunidad?

Pedro: Aquí por lo general lo que quedó después de las haciendas, porque eso nos pegó mucho y rompió las estructuras antiguas que había. Lo que se logró rescatar es que hay una convocatoria del pueblo sin ninguna autoridad. De repente alguien dice “hay una situación aquí y los invitamos a salir aquí en el parque a discutir esto”. Y sale la gente y nombran a uno que conduzca la reunión, y se toman acuerdos en la comunidad. Esa es la manera. Si, se vota y por lo general, casi siempre, tiene que ser un acuerdo de consenso. No siempre, pero casi siempre la comunidad, para evitar situaciones de conflicto discute todo lo que sea necesario, porque no tiene que terminar la reunión. Eso es lo que no entiende FONATUR, porque en la reunión de repente dicen “ya es tarde, mañana seguimos”. Con ellos no pudimos llegar a un acuerdo, esto lo tenemos que acordar entre todos. No sé, se llevan dos, tres días, a veces hay una pausa de una semana y se sigue discutiendo, hasta que todo mundo esté de acuerdo

Rosa: ¿Se respetan esos acuerdos?

Pedro: Se respetan esos acuerdos. Cuando salen todos de la asamblea, por lo general están contentos, porque dicen “ésto es lo que acordamos”. No sienten que se les impuso, ese es un poco la diferencia con la democracia representativa. La mayoría de la gente cuando sale dice “es lo que acordamos”, porque están todos.

Paty: ¿Qué temas tratan en esas asambleas?

Pedro: Temas de tierra, de familia, que tienen que ver con semillas. Pongo un ejemplo, en Blanca Flor a mí me tocó ver una situación. Nosotros trabajamos como ocho años en Blanca Flor, dando talleres con la gente. Y una cosa que nos llamó mucho la atención, es cuando tratamos el tema de los transgénicos, discutimos en el taller el tema. Y uno de los campesinos, que es integrante de la cooperativa “Kabi Habin” son los que producen miel, dijo: “ésto hay que llevarlo a nivel comunitario”. Yo me pregunté y… ¿cómo?

Pues hay tres maneras de hacerlo. Una, llamamos a todo el pueblo y lo discutimos. En esta modalidad que les digo. Lo otro, es discutirlo primero en nuestras organizaciones. Y alguien dijo: “creo que es mejor que lo discutamos primero en las organizaciones, después lo discutimos a nivel comunitario”. Entonces, primero se discutió en Kabi Habin. Y dijeron “¿qué vamos a hacer con las semillas transgénicas?, ya entendimos que no está bien. Vamos a asegurarnos que esto no venga a perjudicar a la comunidad, pero tendría que ser un acuerdo de toda la comunidad. Vamos a hacer un reglamento interno de la cooperativa para que todos firmemos el acuerdo, y nosotros les propondremos a la comunidad que como organización ya decidimos así. A ver qué dicen. Pero por lo menos Kabi Habin no va a aceptar esto”.


Fotografía de Haziel de la Cruz

Entonces, empezamos a formular con ellos el reglamento interno. Esto no nos llevó un día, nos llevó meses. Hicimos el reglamento interno con la ayuda de un abogado, se discutió en la organización y se votó ¿qué fue lo que se votó? Se votó lo siguiente:

“Compañeros: las semillas transgénicas es un daño por esto”, y explicaron todo. “¿Cómo lo podemos evitar si de repente llega un camión y nos dicen “venimos de parte del gobierno y traemos una ayuda, un apoyo para ustedes? Y ahí están los costales de maíz ¿qué dicen?” La propuesta fue “podemos decirle, que se vaya con su maíz”. Otro, decirle “está bien, baja este maíz, pero no lo vamos a sembrar, y lo vendemos o se los damos a nuestros animales. Si ellos aceptan que así sea pues lo bajamos, pero nadie lo va a sembrar”. Y así lo pusieron en el reglamento interno.

Cuando terminó Kabi Habin, ya tenían el acuerdo, se lo llevaron al comisario ejidal y este dijo “está bien”, no hubo ningún problema. Llamaron a la comunidad en el Domo y dijeron “ésto es lo que hay, dijeron estamos de acuerdo todos”. Como la mayoría de los que están en Kabi Habin son los ejidatarios, pues no había mucha bronca, había uno que otro que no era ejidatario, que era poblador nada más, no hubo bronca porque la comunidad es pequeña. Tenemos una experiencia con eso, y no hay ninguno que diga “yo soy aquí la autoridad”.

En Kisteil yo trabajé como diez años y así se resolvían también las cosas, y vaya que hubo broncas. Puedo hablar de uno como botón de muestra. Los compañeros querían que se pavimentara la carretera que era de terracería, desde este pueblo que se llama … ahorita lo recuerdo. El caso es que ellos tienen una terracería como de 50 km, querían que se pavimentara. Vinieron las campañas y lo que les dijimos fue “bueno, si ustedes quieren ir a votar, pueden ir. Solo tienen que pensar si los años que llevan votando les han resuelto los problemas por el partido que gana”. Y se armó la discusión comunitaria, todos salieron debajo de un Piich, una mata grande, creo que le llaman Guanacastle, aquí le llaman Piich Es siempre el lugar de la reunión. La gente dijo “¿qué vamos a hacer, qué tal si les ponemos una prueba a ver qué pasa. Cuando vengan los partidos de las campañas, les vamos a decir que esta vez no vamos a votar”.

Nos preguntaron “¿qué creen que pase?” Contestamos que tampoco sabemos qué puede pasar, lo que nos imaginamos es que se pueden vengar de ustedes estos señores.

Vino la campaña, y dijeron los pobladores que lo iban a hacer. Recibieron al PRI, PAN, PRD, “¿saben qué? ni se molesten, nosotros no vamos a salir a votar”. Y el PRI les dijo, “si ustedes votan por nosotros no solo les vamos a hacer la carretera, les vamos a traer corriente eléctrica y para vean que es verdad, mañana mismo empezamos”. Y así comenzaron a convencer a la gente, porque ellos querían la electricidad. Y esos malditos comenzaron a traer los postes, armaron todo. Era solo conectar.

Así que la gente se preguntó “¿qué vamos a hacer?” Yo respondí: eso lo hicieron porque ustedes metieron presión, pero ustedes saben si quieren votar. Porque no les han bajado la corriente, “sí, pero nos pusieron de condición que si votamos nos conectan la corriente”. ¡Qué malditos! Así que ellos tenían que decidir. La gente dijo “¡No vamos a votar!” Y no votaron, y no les bajaron la corriente. Hasta el siguiente periodo electoral les bajaron la corriente, y les hicieron la carretera y todo, pero por lo mismo.

Rosa: Puedes casi asegurar que de esa manera se resuelven y se toman decisiones.

Pedro: En la mayoría de las comunidades más pequeñas, sí. Las más grandes por lo general dependen del comisario municipal o del comisario ejidal, pero las más pequeñas ése el modo como se hace. En la zona sur de Yucatán hay muchas comunidades pequeñas. Aquí también por Tizimín, por la zona más pegada al mar, hay comunidades pequeñas que deciden sus asuntos de esa manera. En Quintana Roo, todas las comunidades alrededor de José María Morelos, que también tengo recorrido, las más pequeñas así lo hacen y las de Bacalar, que son como cuarenta o cincuenta comunidades que están en el poniente de Bacalar, las más pequeñas así le hacen.

Rosa: ¿las de Calakmul?

Pedro: No conozco mucho en Calakmul, conozco Tizimín, que he tenido más chance de estar con los campesinos y los apicultores. Ahí está como dividido, unos plantean que así se deben resolver comunitariamente las cosas, pero hay otros que están dependiendo de su comisario. Hay una división ahí.

En las demás comunidades no conozco, poco he estado allá. Los que sí conozco mejor es esta zona de Tizimín, el sur de Yucatán y el poniente de Bacalar.

Pedro: Creo que los que empezamos a luchar contra esto, nuestra victoria es que todavía hay quienes estamos en esto. Muchos de los que empezamos se han ido quedando, pero todavía somos varios, y también otras organizaciones, no solamente Múuch’ Xíinbal. No con la intensidad de hace dos años o no con las mismas estrategias. Por ejemplo, nosotros aparecimos mucho en prensa hace dos años porque decidimos hacer mucho ruido. Le bajamos a partir de la pandemia, pero cambiamos de estrategia. Yo creo que a día de hoy hay una gran victoria nuestra que pocos están valorando. Si bien es cierto que hace dos años hacíamos mucho ruido, también es cierto que hay muy poca gente que podía entender la problemática del tren. Hoy, no estamos haciendo mucho ruido en la prensa, pero sí hay mucha gente que hoy ha entendido que el tren es un problema. La gente no ha salido a manifestarse y a decir, porque está en una situación económicamente crítica. Los precios de las cosas han subido y muchos dependen de las pinches becas jodidas que dan. Lamentablemente la gente tiene que comer, que buscar en algún lado. Y le están haciendo creer que este es el camino correcto de gobernar, pero también por un lado la gente está aprendiendo a decir “ese Tren no nos gusta, solo que no podemos decirlo tan así. Nos han amenazado que si nos pronunciamos nos van a quitar la beca”, esto es lo que hacen los partidos, jugar con este tipo de cosas. Los viejitos si hablan, les van a quitar su tercera edad, los de sembrando vida los van a dar de baja, y así los van amenazando con eso.

Si bien es cierto que hay cierto silencio, hay también de persona a persona cuando te dice “yo no estoy de acuerdo con ese tren”. Hace dos años no era sí, decían “qué bueno que van a hacer el tren, así nos podemos ir a otros pueblos en el tren”. Ya entendieron que no es para ellos. Cuando les decimos, “solamente va a tener como 17 estaciones el tren, de los mil quinientos kilómetros que tiene, no creas que va a pasar por tu pueblo, ni al siguiente”. Cuando entienden eso, saben que no les va a servir. Solo lo van a ver pasar.


Fotografía de Haziel de la Cruz

En una de las comunidades de Morelos, nos pasó una cosa que nos dio pena y risa, más pena que risa. Fuimos a una comunidad a hacer como siempre los talleres, Russel y yo. Él les pregunta a dos viejitos “¿ustedes sí están de acuerdo con el tren?” Dice uno de los viejitos, “pues sí, porque aquí en nuestro ejido, está grande el ejido tiene como 25 mil hectáreas, tenemos monte alto y mucha madera, mucha leña, le vamos a vender leña al tren”.

Haziel: Porque se los han hecho creer así, así los convencen. Así se los vendieron en la consulta

Pedro: Y así está la mayoría de la gente, por eso me molesta mucho que este López Obrador se esté agandallando con ese discurso, es terrible, está mal.

Actualmente en el tramo cinco, nosotros aquí no estamos tan vinculados con ellos, pero tampoco estamos desvinculados. Me han buscado, han venido aquí a mi casa a invitarme, a conversar. A contarme cómo están, la tienen complicada también por varias razones. Una de las cosas que sí han dicho, “no hemos podido tener el acompañamiento de los pueblos originarios, ha sido difícil”. Les respondo, “sí, pero eso es consecuencia de una historia. Ustedes tampoco en la historia los han buscado, ahorita sí nos necesitan y también necesitamos de ustedes”.

Paty: Además en esa zona están encerrados en los hoteles, vienen de Carrillo y de Morelos.

Pedro: Son gente que sí tiene lana, que está bien posicionada, pero que se está dando cuenta que lo que está haciendo el tren allá les va a pegar duro en lo personal y en lo comunitario, en todos los sentidos. Por ejemplo, uno de los que vino aquí, me dijo “sobre mi cabeza va a pasar el tren, estoy oyendo las maquinarias sobre mi cabeza. Eso no lo puedo permitir”. Le digo, “pues sus luchas han sido individuales, lo resuelven siempre con dinero. Hay que entender que esto no se resuelve solo con dinero, hay que resolverlo entre todos y hay que comenzar a buscarnos”.


Fotografía de Haziel de la Cruz

El énfasis de ellos ha sido el tramo cinco, lo que yo les he dicho: “nosotros estamos en contra del proyecto en su totalidad. Nosotros no le estamos diciendo al gobierno arrímalo por aquí o cancela este tramo. Nosotros estamos diciendo ¡No a este proyecto!” Y nuestros amparos van en ese sentido. Nos han invitado siempre a hacer cosas, ahora que hicieron una rueda de prensa, este tipo que se llama José Urbina, que lo conocen como Pepe Tiburón, es el que encabeza el movimiento del tramo cinco ahorita. Hicieron una rueda de prensa, antier, muy buena, está el video se los podemos pasar para que vean. Hicieron una rueda de prensa muy valiente, muy bien argumentada, creo que hasta se pasó de fuerte. Y también creo que a un gobierno necio como el de López Obrador así hay que hablarle. Los especialistas muy buenos, con argumentos de científicos y le dijeron lo que le tenían que decir. A mí me pidieron un video para decir lo que pensamos del proyecto, un video de 3 minutos y con eso empezaron su rueda de prensa. Pusieron el video mío y luego dos o tres videos más y luego los que estaban ahí comenzaron a explicar a la prensa. Estuvo bien, porque no hubo cuestiones orientadas a los partidos políticos, estaban muy claros en que la defensa es del medio ambiente, la defensa debe ser por la selva, la flora, la fauna, los cenotes, las cuevas. Documentada por especialistas como Emilio de los Ríos, él tiene estudios muy interesantes sobre el tema de la piedra kárstica y presentaron todo eso. Están haciendo una lucha muy interesante, ayer mismo un grupo de jóvenes salieron a las calles a manifestarse por el tren, allá lo hicieron. Varios jóvenes con su pancarta, y eso dijeron ellos: “nosotros vamos a ir allá y si nos quieren aplastar con las máquinas, ahí vamos a estar”.

Nosotros no hemos podido alcanzar eso por todas las presiones que tenemos aquí, pero yo creo que si ellos logran hacer eso, está bien. Y en lo legal tienen todavía el amparo. Le están siguiendo con el tema del amparo, también están pidiendo una revisión a las cláusulas del T-MEC sobre ese tipo de cosas, que me parece muy bien.

Rosa: es otro caminito

Pedro: Es otro camino. Parece ser que hay cláusulas que se están violando por el “Tren maya” en el T-MEC. Están pidiendo que se revise eso. Yo creo que están moviendo, tienen recursos para eso, no solo dinero, sino gente con camino, con poder, con influencias, con conocimiento. Entonces, yo creo que está muy bien, porque también nos va a ayudar aquí.

¿Qué es finalmente lo que esperamos? Nosotros vamos a seguir diciendo “No a este proyecto”, independientemente de lo que el gobierno decida, haga o avance. Lo que menos quisiéramos es que más adelante hayan desgracias como en la línea doce del metro. Si este gobierno no escucha, no entiende, es muy posible que esas situaciones sucedan. Porque la tierra aquí es demasiada frágil, pero no solo eso ¿cómo impacta culturalmente a los pueblos originarios, a la cultura maya? Nos va a dar en la madre, está muy claro. La inseguridad que ya comenzó a sentirse aquí en mi pueblo. Hace poco vino un tipo de Cancún y le metió de balazos a un cabrón y se fue. Eso nunca salió en la prensa.

Haziel: En Tizimín hay un cartel de colombianos, cada rato tiroteo.

Paty: ¿Y no salió en los periódicos locales?

Pedro: En los locales más o menos, pero nosotros como tenemos gente en Tizimín, pues nos cuentan cómo está la cosa. Las extorsiones por pago de piso se están comenzando a dar duro. En Motul, la mitad de los que están en el mercado están pagando derecho de piso a carteles.

Pedro: Como soy del sur, yo vivía en Ticul. Entraba yo gratis, no pasaba nada, y el otro lugar donde iba a nadar es en Peba, el cenote de allá. Luego los ejidatarios comenzaron a cobrar cinco pesos. Ellos recogían la basura, estaba muy bien.

Ahorita si vas por toda la costa, a partir de Motul a Telchac, vas a encontrar letreros grandes donde dicen que se están construyendo fraccionamientos por las empresas inmobiliarias, ofreciendo “espacios amigables con el medio ambiente”, condominios, hoteles, campos de golf.

Haziel: De hecho, toda la costa ahorita es propiedad privada

Pedro: Es grave que López Obrador haya hecho este decreto para nombrar “seguridad nacional” el tren “maya”.

Rosa: Así sintió la resistencia, ese paso lo dio para decir “cálmense”. Está militarizando. Donde yo trabajo, bajo nuestro cuidado están las zonas arqueológicas, ya hay Guardia Nacional en Teotihuacán, el Tajín y el siguiente será Calakmul. Se pretende que la Guardia Nacional haga el trabajo que hacen nuestros compañeros custodios. Todo militarizado, ese es otro tema terrible.

Pedro: Aquí comenzaron a presionar los militares, aquí en el camino del tren. No puedes ir a tomar fotos porque te amenazan. Nosotros tomamos fotos y un video la semana pasada que fuimos a una comunidad, y desde la moto le hicimos el video, pues están los militares.