Holobiocenosis: una reflexión englobadora pertinente

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Los conceptos integradores pueden ser referenciales, en particular cuando surgen de la reflexión que se nutre de la experiencia. Lo que sigue es el esbozo de un concepto integrador de este tipo, concebido en la confluencia de condiciones vivenciales que conjugan el quehacer social y académico de un médico centroamericano.

Desde una perspectiva general y sin excluir otras posibilidades, se puede plantear que existen esquemáticamente al menos tres formas para enfocar la vida: el reduccionismo, el holismo y la totalidad concreta. El primero se concentra en la parte y no establece las relaciones con el todo. El segundo se centra en el todo y no establece las relaciones de las partes con el todo. El tercero parte de la idea que es prácticamente imposible conocer cada aspecto del todo, porque el todo y sus relaciones son infinitas.

Sin embargo, es posible mediante las relaciones entre lo abstracto y lo concreto, tomar un aspecto de la realidad y mediante categorías filosóficas, históricas, y científicas en general y mediante el desarrollo de conceptos, aproximarnos a una realidad determinada. En este caso, se trata de enfocarnos en la vida comunitaria, premisa fundamental para explicar el fenómeno salud/ enfermedad.

Un componente esencial de la vida es la comunidad. Nadie puede vivir aislado de una comunidad de seres vivos. Esta premisa es esencial en la vida. Esta condición no excluye sin embargo la individualidad, porque ésta se caracteriza por el tipo de las relaciones sociales que establecen las personas o la familia, cualesquiera que sean sus condiciones, su calidad de vida y su modo mismo de vivir.

La palabra comunidad está en relación con otros términos: común, comunicar, comunión, convivir, compartir. Por lo tanto, implica un conjunto de seres vivos que coexisten en la unidad de la diversidad, y donde cada comunidad tiene su identidad, su autonomía relativa, su semejanza y sus diferencias, sus relaciones de poder, sus conflictos de clase, género y de “raza”.

Desde esta perspectiva, una Holobiocomunidad es la totalidad de la comunidad de la vida planetaria. Comprende tres términos, que significan: “holos” todo; “bios”, que equivale a vida de todos los seres vivientes y en la relación sociedad-naturaleza, y comunidad, en este caso el conjunto de todas las comunidades del planeta.

A su vez, el concepto de Biocenosis remite a la comunidad de diversas especies que viven en un mismo entorno o medio, llamado biotopo. Este último término se refiere al espacio o lugar donde habitan las comunidades. Bien se podrá decir entonces que la Holobiocomunidad corresponde a la Holobiocenosis,  o sea a la biocenosis de la totalidad de la Madre Tierra o la parte viva del planeta denominada Biosfera.

El concepto de Biocenosis parece más apropiado que el referido a “ecosistema”, a pesar de  que éste es más usado en el campo de la ecología al permitir un análisis más funcional y racional, ya que se refiere a la existencia de diferentes especies de seres vivos en un espacio físico determinado. Sin embargo, el de Biocenosis tiene un sentido más dinámico y más real, porque se refiere a una comunidad viva en un espacio donde el biotopo es físico y es viviente.

Se parte de algunas consideraciones por las cuales se considera fundamental el concepto de comunidad de seres vivos de diferentes especies y su importancia en la vida, particularmente respecto a la salud, que está relacionada con el modo de vivir, la calidad de vida y las condiciones de vida.

Este enfoque será de totalidad concreta, evolutiva e histórica; no se trata de un todo infinito sino de un método dialéctico de totalidad concreta, al considerar sus componentes y relaciones del todo y las partes en una unidad en la diversidad.

En este sentido, una primera premisa es que no existe ninguna célula, organismo o especie que pueda existir o vivir aisladamente. En igual forma, un ecosistema o comunidad particular o singular no puede existir completamente separada de la biosfera.

La segunda premisa es que los seres vivos son sistemas abiertos que intercambian energía, materia, alimentos e información entre sí y con el mundo inorgánico (abiótico) y el mundo orgánico (biótico). Este intercambio, dada su complejidad, tiene que considerar que se realiza no sólo por seres individuales, sino por comunidades de seres de una misma y de diferentes especies. Por ejemplo, en este caso la alimentación sería, además de la nutrición en sí, una forma de información, conocimiento y comunicación.

En este flujo se desarrollan los procesos metabólicos de asimilación de nutrientes (anabolismo) y de descomposición y excreción de los desechos (catabolismo). La unidad del anabolismo con el catabolismo constituye como sabemos el metabolismo.

Existe un metabolismo para cada ser o especie, y el conjunto de todos los metabolismos le llamaremos Holobiometabolismo.

A su vez, la Holobionutrición correspondería a la nutrición del todos los seres entre sí, y donde lo biótico y lo abiótico constituyen una unidad en la diversidad.

La tercera consideración se refiere a los seres vivos como seres materiales, naturales, sujetos a las leyes de la termodinámica, donde las leyes de energía y la entropía tienen que ser respetadas para la propia existencia de la vida en conjunto.

Recordemos que la primera ley de la termodinámica es la conservación de la energía/material, donde la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma de unas formas a otras, en tanto que la segunda ley implica que todos los procesos naturales ocurren de tal manera que la entropía del universo aumenta. 

Ambas leyes se pueden sintetizar de la siguiente forma: el contenido total de material/energía en un sistema aislado (probablemente el Universo) es constante y la entropía total aumenta.

Los seres vivos tienen menor entropía y esta aumenta con la muerte. La destrucción del ambiente aumenta la entropía del planeta.

En tal sentido, se podrá hablar entonces de Holobioenergía, que correspondería entonces a la energía de la totalidad de la vida.

La cuarta consideración establece que el balance o la armonía de la vida en su movimiento evolutivo es la unidad del orden y el caos. Ello indica que los fenómenos biológicos no son deterministas o fijos: pueden ser caóticos u ordenados, predecibles o indeterminados y es necesario trabajar no solo con el orden de la vida, sino también con la incertidumbre.

Quinta consideración: las relaciones sociedad/naturaleza son vitales para la Holobiocenosis, evidenciándose ahora como más reales ante los fenómenos de los cambios climáticos ocasionados en gran escala: guerras, experimentos, extractivismo (modelo extractivo minero y otros), explotación humana y de la naturaleza, los cuales amenazan con la destrucción del planeta.

Sexta consideración: las interacciones de los seres vivos no sólo son exteriores o mecánicas, sino que se producen de afuera hacia dentro y de dentro hacia fuera, por contacto directo, en proximidad, pero también a distancias mayores por ondas electromagnéticas, resonancia molecular, luz y sonido, energía atómica, energía solar, y energía cuántica, pero también a través de las relaciones sociales contextuales, históricas y planetarias.

Séptima consideración: partiendo de la teoría de la autopoiesis y de la cognición, todos los seres vivos tienen capacidad de aprendizaje, de memoria, de conocer, de diferenciarse del medio; sin embargo, no todos poseen los sistemas de comunicación interna dentro de sí y de comunicación externa con los demás seres vivos. Existen formas del conocer que se acumulan y se desarrollan dependiendo de los sistemas vivos y sus niveles de desarrollo: su condición de irritabilidad, suscitación, reflejos, sistemas de retroalimentación o cibernéticos. Estos sistemas (nervioso, inmunológico, hormonal, muscular nutricional, lenguaje, psíquico, los cuales aparecen en los individuos y especies según su grado de evolución).

A su vez, puede incorporarse otro sistema, no bien descrito aún, que es el del sentido total que está en el individuo o la especie, y otro sistema más total, que es el de comunidad. La comunidad como tal percibe, aprende, tiene memoria, lenguaje y tiene cocimiento, historia.

Y si bien se habla de sistema psico/inmuno/neurológico/hormonal/muscular en los vertebrados superiores, en la especie humana lo social influye poderosamente en los mecanismos internos y externos del sujeto. Este sistema indica por mecanismos cibernéticos que todo en el ser individual está relacionado por los sistemas de comunicación, regulación, control e identificación, tanto en el interior del organismo como en su relación externa, al conectarse con la comunidad de la especie y de las diferentes especies.

Es así que tenemos entonces siete sistemas a considerar: Holobionutrición, Holobioreproducción, Holobioinmunidad, Holobioenergética, Holobiogenética, Holobiodiversidad, Holobiometabolismo y además, el sistema holobiosicosocial humano. En estos sistemas descansa la salud de la totalidad de la vida, es decir, la Holobiosalud. La salud es en ese sentido un rasgo esencial de la vida (modo, calidad y condiciones de vida), a nivel individual, familiar y comunitario.

Octava consideración: la vida prebiótica es fundamental para la existencia de la vida orgánica, y la actividad viviente o biótica, además de modificar la composición de oxígeno, nitrógeno y   anhídrido gas carbónico del planeta, resulta fundamental para la estabilidad los sistemas prebióticos o inorgánicos de los cuales depende la vida.

En ese sentido, el modelo extractivista, al liberar metales pesados que no son tóxicos cuando se encuentran estables dentro de las rocas, y al liberar el CO2 de los hidrocarburos fósiles del petróleo y derivados, contamina suelos, aires y aguas, alterando profundamente la holobiocenosis y la vida planetaria.

Novena consideración: La unidad biótica y abiótica se refleja en los ciclos biogeoquímicos, que son vitales para los seres vivos y para la existencia del planeta. Los ciclos biogeoquímicos pueden ser gaseosos (carbono, oxígeno y nitrógeno), pueden ser sedimentarios, que son aquellos donde los elementos permanecen formando parte de la tierra, ya sea en las rocas o en el fondo marino (fósforo y azufre) y pueden ser ciclos mixtos, como el ciclo del agua, que es una combinación de los ciclos gaseoso y sedimentario, ya que esa sustancia permanece tanto en la atmósfera como en la corteza terrestre.

En ese marco, el modelo extractivo se caracteriza a su vez por afectar los ciclos biogeoquímicos, particularmente el hidrológico.

Décima consideración: en forma intuitiva y con afirmaciones científicas no se puede afirmar que la vida se originó a partir de una molécula, sino más bien de un conjunto de moléculas, o mejor dicho, de una comunidad de moléculas. Estos compuestos químicos dieron origen a las células o se puede decir, a una comunidad de células procariotas (sin núcleo) que después evolucionaron a eucariotas (bacterias con núcleo).

Es difícil concebir que una sola célula dio origen a la diversidad de células. Es una comunidad de células la que da origen a un organismo. Sin embargo, aún el ser humano es una comunidad de organismos. Nosotros poseemos un trillón de células en nuestros órganos y tejidos, y sin embargo, convivimos con 10 trillones de comunidades de bacterias.

 

[1]    Médico hondureño, ex rector de la Universidad de Tegucigalpa y ex decano de la Facultad de Medicina de dicha Universidad.