Número 70

Sin embargo, las delicadas condiciones y equilibrios socioambientales de una región muy particular de México y del planeta se topan actualmente con una iniciativa para la cual no hubo razonamiento alguno de prevención de daño biocultural que valiera. Las manifestaciones de impacto ambiental requeridas por ley fueron políticamente impactadas, arrasadas. La red de vida acuática subterránea y sus vestigios arqueológicos no recibieron la calidad de atención y de protección profesional e institucional que merecen y merecían. No importan los matices y artilugios discursivos que se empleen, ellos son solo eso: declaraciones, no hechos contundentes de atención y de protección profesional e institucional. Y si todo esto fuera acaso rebatible, la oportunidad de abrir un debate franco y maduro ha sido penosamente desperdiciada, no solo a costa del prestigio mismo de la institución y de sus funcionarios, que poco importa a estas alturas, sino a costa del pasado, del presente y del futuro si es que eso tiene alguna importancia. ¿Por qué? Que cada quien lo reflexione. La oportunidad de un debate a fondo y sin ambages ha sido tirada por la borda, cuando era una valiosa ocasión para la reflexión, el análisis y el aprendizaje. Rehusarse a debatir, eludir la confrontación de argumentos y evidencias es ya un hecho sintomático. Las declaraciones al parecer no protegerán a los cenotes y vías acuáticas subterráneas del impacto físico y mecánico de los pilotes en ellos implantados y del peso que generará el paso iterativo del tren. Una compleja civilización fraguada a lo largo de siglos no se explora dignamente al ritmo de la premura política. Nadie sabe ni puede sostener a detalle cuál será el efecto de todo ello. Despreciamos la incertidumbre en lugar de aprovecharla, de aprender de ella. No parece muy juicioso castigar con actas jurídicas y denostaciones a un investigador que hace lo que debe y se manifiesta a favor de proteger la integridad biocultural de una región emblemática del país. Esto es más delicado cuando quien denuncia lo hace con años de experiencia y argumentos de por medio. Solidaricémonos con el cometido de una institución clave para el país. De ahí nuestra solidaridad con el arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer. Foto de Tech Hendra generada con IA https://stock.adobe.com/ https://stock.adobe.com/. 5

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