Número 70

33 patas de caballos. Las célebres series sobre animales que en su caída giran para colocar su cuerpo en posición normal se hacen en estos años. Incansable, Marey entra al campo de microfotografía y también lleva sus aparatos al acuario de Nápoles, ciudad en la que pasa los inviernos, para registrar los movimientos de animales marinos. Más adelante, el fisiólogo extiende sus indagaciones al área de la dinámica de los fluidos, en la que se convierte en pionero de la técnica del “hilo de humo”, aún en vigor, que comprueba el patrón aerodinámico y los efectos de turbulencia de objetos. En esta etapa se funda el Instituto Marey en los terrenos de la Station Phisiologique; sus trabajos se inician con un congreso internacional de fisiología. En su intervención en el congreso, Marey asegura que sus innovaciones son una extensión de los inventos de Janssen y de Muybridge. En 1899 presenta la última cámara que inventó, el fusil fotoeléctrico puesto al día, dotado de una batería eléctrica y de un mecanismo de arrastre intermitente que ya incorpora el nuevo gran avance en la fotografía, la película de celuloide de 35mm sin perforaciones, un prototipo de las cámaras portátiles que en los 1960 revolucionarán al documental en su producción y en su teorización. El trabajo de los pioneros, en este caso de Marey, estimuló la imaginación de muchos que vieron grandes posibilidades en la comunicación Fotograma de una película animada alemana de los 1930 que esquematiza el funcionamiento del dispositivo de Muybridge: galopando contra un fondo blanco para un buen constraste, las patas del caballo rompen la cuerdas que liberan el mecanismo de las cámaras Acercamiento a una de las cámaras empleadas por Muybridge. El obturador abierto permite apreciar sus dos lentes Fotogramas de la película El nacimiento del cine, que reconstruye el experimento de Marey

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