Número 68

54 de una u otra manera no están totalmente inser- tos en esta nueva fase neoliberal del capitalista, convirtiendo así al sur sureste ese enorme espa- cio de intensa acumulación de capital (ZEIA). 4 De esta manera, a los pueblos y comunida- des se les refirió que se construiría un circui- to ferroviario turístico de 1,496 kilómetros que permitirá el desplazamiento por toda la penín- sula de los más de cuatro millones de turistas que llegan a Cancún (polo de atracción del tu- rismo internacional y de fuerza de trabajo para los habitantes del sur sureste) y con lo cual se derramarían entre todos los pobladores de la península los recursos económicos procedentes de aquel turismo, que partiendo de la playa de Cancún en Quintana Roo iría a las Zonas Ar- queológicas de Chichen Itzá, Yucatán; Palenque, Chiapas; Calakmul, Campeche y Tulum, de nue- vo en Quintana Roo, para terminar otra vez en el balneario de origen, en un recorrido de por lo menos dos o tres días, pues el tren se pretende correrá a 180 kilómetros por hora, con todas las comodidades del mundo. Pero esa propuesta traslucía fantasía, clasis- mo, exclusión e incoherencias, por lo que muy 4 En el Proyecto colectivo “Espacios Globales para la expansión del capi- tal transnacional en el Continente Americano”, consideran que en dichos espacios globales (Robinson, 2013), en este caso el Proyecto de Integra- ción y Desarrollo de Mesoamérica, que abarca 9 estados del sur y sures- te de México, todos los países de Centroamérica y Colombia, además de la República Dominicana, se están creando Zonas Específicas de Intensa Acumulación (ZEIA) para la llegada de los capitales transnacionales. Las ZEIA comprenden un complejo entramado de infraestructuras establecidas para la expansión del capital transnacional y para su intensa acumulación. Comprenden diversos territorios, microrregiones, localidades y zonas ur- banas, articuladas por medio de infraestructura de transporte y energé- tica, donde se ha creado y desarrollado la infraestructura industrial para grandes proyectos productivos y/o extractivos, extensivos e intensivos, de corporaciones transnacionales, mismas que son apoyadas financieramente por la banca nacional e internacional y por políticas públicas de todos los niveles de gobierno, así como por acuerdos y tratados internacionales y sus productos se valorizan en las Bolsas de Valores globales. Estas ZEIA se superponen y expanden sobre territorios y localidades urbanas y rurales, limitando procesos de acumulación locales y afectando, en el caso de co- munidades que mantienen aún el valor de uso de sus bienes naturales, su reproducción social. Pero las comunidades urbanas y/o rurales responden a ello organizándose para luchar por sus territorios y, en el caso de co- munidades y pueblos originarios, por sus territorios y sus bienes comunes (véase, Robinson, William, 2013). Una teoría sobre el capitalismo global. Producción, clase y estado en un mundo transnacional . México, Siglo XXI, y Sandoval, Juan Manuel, 2021, “El Espacio Global para la expansión del ca- pital transnacional y las Zonas Específicas de Intensa Acumulación (ZEIA) del “Proyecto Mesoamérica”: Los casos del Istmo de Tehuantepec y la Pe- nínsula de Yucatán”, en David Ibarra (Coord), Una geopolítica crítica. De- bates sobre el espacio, las escalas y el desarrollo desigual. México: Facultad de Filosofía y Letras, UNAM y Ediciones FIDES). pronto modificaron aquel dicho, refiriendo que, por las mismas vías, correrían otros trenes que circularían a menor velocidad y que tendría más estaciones para que pudiera utilizarlo una buena parte de la población y así poderse desplazarse fácilmente entre distintos puntos de la península. A los muy pocos días, se dijo que al tren de turistas como el antes descrito, se le podían agregar otro tipo de vagones de menor costo para que la población pudiera hacer esos gran- des recorridos, al tiempo que al tren de pasa- jeros se le podían sumar más vagones de car- ga para transportar mercancías menudas de los pobladores, o inclusive se podían tener trenes exclusivamente para el trasporte de mercancías. El trajín, el movimiento sobre dichas vías ya se ve interminable. Así, todo aquel proyecto de trenes se enun- ciaba como algo mágico para los pueblos y co- munidades, y que les acarreará el desarrollo y el bienestar, porque finalmente a los lugares donde se encuentran llegarán los turistas y las comunicaciones y con ello los recursos econó- micos, y así sus pobladores ya no tendrán que ir a perseguirlos a Cancún, Ciudad de Carmen, Mérida, Campeche o Villahermosa. Mientras tanto, a los inversionistas se les ofrecen pláticas y seminarios para exponerles, en el caso del mal llamado Tren Maya, por ejem- plo, que se tienen contempladas 30 estaciones de llegada y salida de trenes en puntos estraté- gicos, ya sea para la población local o para los turistas, de las cuales doce serán estaciones de paso, y 18 estaciones en donde también podrán ubicarse “Polos de Desarrollo”, que pueden com- prender nuevas ciudades, parques industriales, parques agroindustriales, eólicos, de turismo y hasta arqueológicos. 5 En mesas de trabajo con empresarios se ha dicho muy elocuentemente por el entonces en- cargado del proyecto Rogelio Jiménez Pons: “La mayoría de las estaciones y sus desarrollos 5 Muchas notas referían que las estaciones turísticas estarían en 17 esta- ciones: Palenque, Tenosique, Balancán, Escárcega, San Francisco de Cam- peche, Mérida, Izamal, Chichén Itzá, Valladolid, Cobá, Cancún, Puerto Mo- relos, Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Calakmul, pero no queda claro dónde se instalaran los 20 o más “polos de desarrollo”.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=