Número 68

32 micas y múltiples objetos provenientes de Egipto; además de trabajos hechos por franceses. Así mismo, dentro de la colección del Museo Británico se encuentran piezas de Asia, África, América, este recinto presume la mayor colec- ción de porcelana china en Europa, objetos de la Grecia clásica, telares africanos, un monolito Moai de la Isla de Pascua, entre otros. Las piezas que exhiben estos museos forman parte del patrimonio nacional de cada país, a pe- sar de que no necesariamente fueron creados en dicho territorio. Todos estos artículos han encon- trado un lugar dentro de estos recintos debido al sometimiento sistemático de las potencias sobre otras partes del Globo. Los museos son cómplices del saqueo y el des- pojo que significaron más de 500 años de periodo colonial en este territorio. En el caso mexicano, en Europa se exhiben nueve mil obras mexicanas , en 450 sitios históricos o culturales de Francia, Italia, España, Inglaterra y Alemania (Avila, 2014). La Bi- blioteca Nacional de Francia resguarda 400 códices mexicanos; además museos de Inglaterra y Ale- mania son los que más piezas de arte prehispánico contienen. Mención especial merece Austria pues tiene bajo su resguardo el penacho de Moctezuma. Algunos objetos llegaron hasta allá debido al sa- queo sistemático, otros por compras o regalos. Así, es preciso hacer una reflexión sobre el patrimonio. El patrimonio se puede entender como un proceso social que se acumula, se re- convierte, produce rendimientos y es apropiado de forma desigual, lo cual lo convierte en un es- pacio de lucha material y simbólica, formando y distinguiendo varios capitales culturales (García Canclini, 2016, p. 182). El patrimonio sirve en- tonces como lugar de complicidad. Monumentos y museos son testimonio de la dominación pues la existencia de éstos significó la apropiación in- justa y violenta del espacio y tiempo histórico (García Canclini, 2016, p. 179). Así, el museo surgió como parte de la insu- rrección popular que despojó a las élites euro- peas de su riqueza, pero también despojó a co- munidades y territorios enteros de su trabajo, su legado, su historia y su identidad. Ilustración 2 Penacho de Moctezuma. Twitter Museo Nacional de Antropología

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