Número 67
44 En todo caso, el terremoto de Lisboa ejemplifica la dimensión política posible de los “desastres naturales”, al surgir no sólo en un sustrato geo- lógico inestable, sino al poner a prueba el sustrato social que determina a menudo su alcance, disparando su capacidad de daño, de damnificación. En el caso de la capital de Portugal en el momento de la catástrofe, además de dinamizar la disposición de la geografía urbana y de sus edificaciones, el terremoto marcó un hito histórico al ser aprovechado por Carvalho para llevar adelante la serie de reformas mencionadas que sin terremoto no hu- bieran logrado el alcance que tuvieron. Aun hay pistas de referencia provenientes de aquel desastre lusitano para la reflexión actual en México. La amplia y profunda reforma de la vida por - tuguesa, en su política y economía 9 , en su sociedad y cultura 10 (França, 2007: 7), respondió a un Estado monárquico débil a pesar de ser un imperio, sin or- ganismos eficientes, en quiebra económica, con la nobleza ejerciendo abusos en las colonias de ultramar y un poder considerable en la corte. Ese estado de cosas iba a ser modificado progresivamente y el terremoto mismo catalizó esas modificaciones en parte ya iniciadas, entre otros, en los campos de jus - ticia, hacienda, industria, comercio y educación. Así, cuando en esos y otros campos tenemos en México expresiones inequívocas de abuso sistemático, de debilidad e ineficiencia institucional selectiva, de crisis en la procuración de justicia, de inequidad en la política hacendaria, de abandono en la pro- ducción agropecuaria y de una pérdida de soberanía y una vulneración al bien común que permea todas las áreas de la vida social, ¿no son ellos rasgos constitutivos de damnificación estructural, de desastre multidimensional? Algunas expresiones de damnificación estructural y pistas ante ella El término de damnificación se aplica en la literatura científica convencio - nal en diversas áreas, incluida la biológica; así, se damnifican los materiales eléctricos y mecánicos, incluidas las hélices de los navíos por corrosión, a ser medida a través de variables de duración, profundidad y área de afec- tación (Yuan y cols., 2009), pero también se damnifican incluso las células, y ejemplo de ello es el uso del término damnificación espermática , que se expresa técnicamente como astenospermia (o disminución de la vitalidad de los espermatozoides) detectable por electroforesis (Baigong y cols, 2011). Sin embargo, la “damnificación”, no siendo un término o categoría de uso habitual en el análisis social y epidemiológico, viene sin embargo a ganar pertinencia a propósito de los recientes terremotos. Ello, porque partimos de reconocer como elemento sustantivo de la aproximación epidemiológica el del daño evitable . Desde la perspectiva de una epidemiología incluyente, 9 Por ejemplo, las intervenciones de Pombal en política económica racional implicaron ini- ciativas de sustitución de importaciones, de producción y dinamización industrial, en agricul- tura, pesca, minería, manufacturas y gestión de recursos de ultramar, abarcando materiales y productos tan disímiles como sedas, cerámica, tabaco, diamantes, maderas tropicales, lino, algodón, relojes, caña de azúcar, papel, pergaminos, sombreros, botones, lana, etcétera. Así, por ejemplo, es en ese marco que la producción y exportación del vino de Oporto se somete a normas de protección de calidad bajo supervisión gubernamental, lo que generó una zona geográfica reconocida por el renombre de ese vino, lo que antecede a la figura actual de la “denominación de origen” (França, 2007: 8-9). 10 El dominio de la religión habría de pasar al poder del Estado, de modo que hasta el Tribunal de la Inquisición fue hecho laico, al convertirlo en la práctica en un tribunal de Estado, cuya jurisdicción rebasaba políticamente al sistema jurídico (França, 2007: 10). 102
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=