Número 65
86 87 impactos negativos sobre la producción de agua, la biodiversidad, y la contaminación y enferme- dades que generan en las poblaciones; pero no solamente estos recursos han sido explotados, se agrega a ellos la generación de energía reno- vable y no renovable, además del recurso agua. Ante este contexto donde los políticos tradi- cionales privilegian los intereses del capital na- cional y transnacional, los sectores sociales más perjudicados se encontraban sin plataformas so- ciales de defensa de sus intereses y derechos. La flexibilización y desregulación laboral, así como la pauperización de las condiciones de vida fue- ron asentándose en las capas medias y obreras hasta convertirse en un descontento social, cuya principal manifestación fueron los altos índices de abstencionismo electoral que sucedieron al gobierno de Rafael Callejas. En el marco de este descontento urbano, la clase política y empresarial transnacional cifró sus oportunidades en el área rural, siendo ahí los principales escenarios de contienda, pero no los únicos. Hasta el 2006 la contienda era la misma, por un lado, sectores afectados ejercien- do presión contra el Estado; sin embargo, este último controlado por las élites políticas, enta- blan alianzas con los sectores económicos, des- estimando cualquier reforma en el proceso de privatización de estos recursos y generando las condiciones sociopolíticas para el aparecimien- to de episodios contenciosos a lo largo del país. Proceso de movilización, atribución de oportunidades y amenazas Estos episodios cada vez más constantes mues- tran actores sociales antes movilizados, pero con elementos identitarios particulares. De esta manera: jóvenes, mujeres, profesionales, cam- pesinos y pobladores entre otros aparecen en el plano de la contienda política. Uno de los me- canismos objetivos que muestran la función de estos actores es el repertorio de acción de los mismos, el que se vuelve dinámico gracias a los cambios innovadores de enclave, formas y sig- nificados de la acción colectiva que suele darse al inicio de un episodio contencioso. En lo relacionado a los cambios de gobierno, cabe señalar que desde 1904 Honduras ha sido gobernado bajo un sistema bipartidista. En este sentido es pertinente mencionar que ambos par- tidos poseen una ideología liberal conservadora y legitimadores de las políticas económicas im- plementadas por el capital transnacional, ejem- plo de esto son: los procesos de Enclave Minero, Enclave Bananero, Reforma Agraria, etc. Por consiguiente, los traspasos de gobierno de un partido a otro a partir de 1990 lo que generó fue la profundización de las medidas neoliberales y la correspondiente confrontación con los secto- res ambientalistas en contienda. Ejemplo de ello es la Ley General de Minería de 1998 y la imple- mentación de una nueva ley más agresiva en el año 2013. Para poder entender con mayor profundidad la interacción que el Movimiento Ambientalista hondureño ha tenido en el entorno económico y político, hay que circunscribir el análisis a partir de 1990. Se destacan tres criterios fun- damentales: recurso en contienda, magnitud de la contienda y ubicación geográfica de la mis- ma. Los casos observados en el Cuadro No. 1 se restringen a seis recursos en contienda. Su mag- nitud es de carácter nacional, regional y local; mientras su ubicación se ciñe a las diferentes regiones de Honduras. Los cambios en los ecosistemas como en el caso de la deforestación del bosque en Olancho, la contaminación de ríos en la mina San Andrés, Copán y la destrucción del mangle en la Bahía del Golfo de Fonseca son solamente algunos de los episodios que fueron percibidos como ame- nazas para su sobrevivencia por parte de la po- blación que habitaba en estas regiones. Por otra parte, casos como el de la instalación de las esferas de almacenamiento de gas en la Bahía de Omoa, la represa hidroeléctrica sobre el río Chinacla en Santa Elena y la privatización de los servicios de agua potable sirvieron como deto- nantes para que la población viese afectados sus intereses económicos, ya que se relacionan di- rectamente desde esta perspectiva con el recur- so en contienda. Cuadro No. 1 Distribución de Episodios Contenciosos según Recuso en Contienda, Magnitud y Región donde se ubica Variables Episodios contenciosos Esferas de Gas en Omoa Defensa del bosque en Olancho MAO Proyecto hidroeléctrico en Santa Elena La Paz Mina de San Andrés en la Unión, Copán lucha por recursos costeros del Golfo de Fonseca Lucha Nacional por la derogación de la Ley de Aguas CNRP Recursos en Contiendas Deforestación de zonas boscosas. x Deforestación de zonas marinas. x Extracción minera. x Construcción de proyectos de energía renovable. X Construcción de proyectos de energía no renovable. x Privatización de cuencas hídricas y suministro de agua. x Magnitud Nacional x x Regional x x Local x X Región Norte x Centro X Sur x Oriente x Occidente x Todas x Fuente: construcción propia para el presente estudio. Formas de organización del Movimiento Ambientalista Desde la Teoría de Oportunidades en la con- tienda política Tilly, McAdam y Tarrow (2005) apuntan que al analizar las formas de organiza- ción, construcción de redes y el aprovechamien- to de las mismas, los episodios contenciosos destacan una variedad de temas y mecanismos identitarios; sin embargo, mantienen ciertos elementos en común que hacen que actores di- versos, con intereses igualmente diferentes se articulen en torno a un tema percibido por la generalidad como negativo para sus intereses. En este sentido estos mismos autores concluyen que: “Los cambios de dirección y las formas de organización de los movimientos son el resul- tado de la activación de mecanismos, procesos y relaciones tales como la correduría, certifi- cación y coaliciones trasversales entre clases” (McAdam, 2005: 341). Las formas de organización del Movimiento Ambientalista van desde las más simples como
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