Número 65

116 117 La lucha por el territorio y la vida Testimonio de Eliceo Ek Yah Eliceo Ek Yah 1 M i nombre es Eliceo Ek Yah, per- tenezco a la Asamblea de De- fensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal desde enero de 2018. Al principio, cada uno luchaba por su lado y sabía que había otros(as) compañeros(as) luchando en contra de los pro- blemas que aquejan a nuestro territorio. Sin em- bargo, era necesario tomar esas gotas de lluvia dispersas por todo el territorio Maya y de esa forma organizarse hasta constituir un torrencial aguacero capaz de atascar las ruedas de la globa- lización, su integracionismo, indigenismo, y tan- tas otras políticas que el capitalismo colonizador ha forjado para justificar el despojo de nuestro territorio: tierra, montes, agua, aire, poniendo en peligro nuestra existencia con megaproyectos como los parques eólicos, fotovoltaicos, y mo- 1 Integrante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal. nocultivos en los cuales se utilizan infinidad de productos agroquímicos que dañan nuestras se- millas nativas, erosionan el suelo y hacen depen- diente a la Madre Tierra de eso convirtiéndola en una especie de drogadicción, pues conforme pasa el tiempo es necesario aplicar mayor can- tidad de agroquímicos para controlar la maleza y las plagas que precisamente son derivadas del uso de los productos químicos. Es entonces cuando en respuesta a la convo- catoria del maestro Pedro Uc, poeta y escritor maya, nos reunimos en la ciudad de Mérida el 13 de enero de 2018 a fin de constituirnos como una Asamblea que camine con las comunidades de nuestro territorio, que acompañe los proce- sos de defensa de nuestras tierras. Así pues, con la presencia de representantes de más de 20 co- munidades mayas, decidimos unir nuestro ca- mino y fortalecer la lucha que es común para todos(as): La defensa del territorio frente al ca- pitalismo voraz e insaciable. Siendo precisamen- te nuestro posicionamiento el rechazo al control que las empresas privadas ejercen o pretenden ejercer sobre miles de hectáreas, apropiándose de ellas mediante prácticas desleales y meca- nismos legaloides que atentan contra nuestros valores comunitarios, ambientales, espirituales. Esta problemática no es nueva, desde hace 5 o 6 años aproximadamente nos enteramos que a raíz de las subastas de energía realizadas por la Secretaría de Energía (SENER), varias empre- sas desarrolladoras de energía renovable pre- tendían asentarse en la península de Yucatán. Como si fuera pequeño el problema que repre- senta en nuestro territorio la instrumentación de monocultivos como de la palma africana, el arroz por parte de los menonitas y el maíz transgénico en la zona de los chenes de Cam- peche; ahora nos agravan la situación de la con- taminación ambiental por uso de agro tóxicos como los glifosatos que tanto daño han ocasio- nado en la apicultura. Pues bien, con la llegada de estos megaproyec- tos vemos una escalada de problemas como son el despojo de tierras. Esto bajo engaños que involu- cran en la mayoría de las veces a las autoridades ejidales, municipales y estatales, y generan divi- sión y ruptura del tejido social en nuestras comu- nidades, pérdida del control de nuestro territorio, de nuestra identidad, de nuestros conocimientos y saberes ancestrales, así como el incremento del estrés hídrico o escases de agua que ya estamos viviendo en el territorio. En la Asamblea nos pa- rece que todo esto es a una agresión directa al vínculo identitario con la naturaleza, el territo- rio, los lazos comunitarios y a nuestros derechos enmarcados en el artículo 2do de la Constitución Mexicana y el Convenio 169 de la OIT, así como tantos tratados en cuanto a derechos de los pue- blos indígenas y tribales ha suscrito el Estado mexicano pero que lamentablemente es el prime- ro en violentar juntamente con sus instituciones a fin de privilegiar a sus socios empresariales en el despojo que llevan a cabo. Integrantes de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal. Fuente: Eliceo Ek (2018). Yuum Iik’ yéetel yuum k’iine´ U yóol yéetel u sáasil maya wíinik, Mix bik’in bíin kóotsok tu máan, Tumen u kanmajo’ob Múuch’ Xíinbal. El aire y el sol, Son el alma y luz del pueblo maya, Nunca será cortado su andar, Porque aprendieron a caminar juntos. Pedro Uc

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