Número 61

11 de los individuos, manteniendo a los de mejor salud por sobre la población vulnerable, razón por la cual tampoco ha sido bien recibido por la comunidad científica ni por la OMS. Aunado a lo anterior, el eventual aumento de casos también ha elevado la mortalidad en países como Espa- ña e Italia, estableciendo la falta de control y la vulnerabilidad de los sistemas de salud en estos países; así, comparativamente, al 10 de abril se están dando 1086 contagios por cada millón de habitantes/día en el Reino Unido y cerca de los 1350 en los Países Bajos, lo que ha hecho cam- biar las políticas en salud más restrictivas y pu- nitivas, elevando la tensión social. Gráficamente se puede observar en la figura 1 que bajo éste modelo se ha ido aumentando el número de casos confirmados por cada millón de personas de manera exponencial, al tiempo que no se vislumbra un declive ni un equilibrio en el proceso de contagio, por lo que se infiere entonces que el límite será el del tamaño pobla- cional, siempre y cuando se controle el flujo de personas; así mismo, no se tiene contemplada la eventualidad de re-contagio, por lo que podría volverse un estadio cíclico del padecimiento. El modelo de vigilancia para fenómenos genera- lizados , es el último señalado por Juárez Flores (en internet), fue generado por la OMS y aplica- do en México en 2009 para atender la influenza H1N1: ese modelo, como su nombre lo indica, se inicia con una etapa de vigilancia caso por caso en la primera etapa para localizar los sitios de brote de la enfermedad, la cual cambiará a la segunda etapa cuando existan lugares en donde se establezca una distribución generalizada del padecimiento, instaurando estaciones de mo- nitoreo que regularmente serán hospitales y se mantendrá la atención a los sitios de nuevos bro- tes. De esta manera, se tendrá control de dónde y cuándo está circulando la enfermedad, pero no de cuántos son los portadores de la misma. Las políticas seguidas con este modelo se irán haciendo más agresivas en la tercera etapa, o se irán relajando, dependiendo del avance de la epi- demia en la región, ello con el fin de mantener un equilibrio entre el avance del padecimiento y el desarrollo de las actividades económicas. Este modelo considera cuatro fases, siendo la última de recuperación y evaluación. Viendo la gráfica 1 podemos señalar que el de- sarrollo de la epidemia en México, a 40 días de su inicio, mantiene una proporción baja de contagia- dos, se ha estimado un nivel de contagio de 250 mil habitantes, lo que supondría cerca de 2000 contagiados por cada millón de habitantes, en cuyo caso estaríamos aun en una fase inicial, pero se puede añadir que el modelo de contención tie- ne como prioridad retardar al máximo el desarro- llo local de la enfermedad, sin caer en el control extremo de China o Rusia, y a su vez sin dejar que la selección natural obre sobre la población, sino permitiendo anticipar comportamientos epide- miológicos e ir realizando los cambios correspon- dientes sobre la evolución de la pandemia. Las tendencias poblacionales Sentadas las bases mediante las cuales los gobier- nos han decidido actuar frente a la pandemia, ¿Cuál ha sido el desarrollo social que ha tenido la enfermedad? La cultura popular, conjugada con las políticas de salud, ha dado resultados diferencia- dos por país. Al comparar por día las tasas de evo- lución de la enfermedad (gráfica 2), en Europa se presentan los casos más alarmantes: Islandia, Lu- xemburgo, España, Suiza, Bélgica e Italia despun- tan con un descontrolado y fluctuante crecimiento de la epidemia debido a que iniciaron con el mode- lo de desarrollo natural; sin embargo, el descontrol también fue debido a la falta de compromiso social frente a la adversidad que se avecinaba, por lo que no sólo los contagios aumentaron. A partir de la gráfica 2, podemos observar dos formas en las que se ha propagado la enferme- dad, tomando como base el día en que inician los reportes de presencia de contagios de COVID-19 como día cero, para cada país. En el primer gru- po tenemos a los países en que se dio una rápida incidencia de la epidemia, conjugada además con crecimientos desmedidos y caídas abruptas por día (representadas por los picos que suben y ba- jan en la gráfica 2), los casos de Islandia, Luxem- burgo o Suiza. Desde el día de aparición de la

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