Número 61
10 suficiente control sobre el territorio a evaluar, razón por la cual, este modelo ha fracasado en países como Estados Unidos y Suiza. Aunado a lo anterior, puede observarse a partir de la gráfi- ca 1 que, en comparación con China, éste parece ser un modelo de respuesta más lento, en el que no sólo está el control del patógeno, sino que im- plica una fuerte disposición poblacional positiva en la toma de decisiones, motivo por el cual, el avance de la enfermedad podría haber llegado a controlarse alrededor de los 190 casos por cada millón de habitantes, tres veces más que con el modelo anterior; sin embargo, ha tenido una me- jor respuesta a nivel mundial. El tercer modelo apunta a un desarrollo natu- ral de la proliferación de la enfermedad, llamado historia natural de la enfermedad y optimización de la intervención, practicado por la mayoría de los países europeos, entre ellos el Reino Unido y los Países Bajos. Es un modelo de alto riesgo al no restringir las actividades humanas, promo- viendo así la generación del contagio y la poste- rior inmunidad de la gente, encausando los re- cursos a la población vulnerable. Políticamente, los gobiernos solo promoverán la ralentización de la propagación de la enfermedad, con lo cual el desarrollo de la inmunidad será controlado; así, la población quedará protegida para futuras eventualidades de tipo estacional; sin embargo, este modelo reafirma el estatus de adaptabilidad Gráfica 1. Tasas de casos confirmados acumulados por día para ocho países, China y Rusia representando al modelo de ortodoxia actualizada; Corea del Sur y Singapur al modelo de tecnología poblacional; Reino Unido y Países Bajos que representan al modelo de historia natural de la enfermedad; así también, Perú y México como representantes del modelo de vigilancia para fenómenos generalizados (Creación propia, con información de Johns Hopkins University).
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