Número 60
77 Los procesos de visibilización e intentos múlti- ples por detener las violencias sobre sus cuerpos evidenciaron pedagogías de género fuertemente arraigadas recibiendo como principal propuesta adulta la sanción como opción disciplinadora sin abordar el conflicto (Faur, 2019). Las estrate- gias de les pibes fueron colectivas, los centros de estudiantes pudieron revisar sus maneras y dinámicas de poder – hacia el interior y en la institución- e interpelaron a la misma institución educativa y sus prácticas. Además, aparecieron colectivos de varones antipatriarcales con fuer- tes procesos de pregunta, así también aparecen espacios de discusión y acuerdos entre compa- ñeros, compañeres y compañeras para vincular- se desde el consenso. Les adultes demuestran dificultades para acompañar denuncias, voces y formas de las juventudes. Las propuestas de cui- dado de jóvenes se vinculan con las izquierdas dándole posibilidad de “escuchas otras”, esas influidas por las condiciones laborales, institu- cionales y sociales sin ser trabajador , generan- do pregunta sobre lógicas instituidas. No todas las feministas son de izquierda pero las luchas se meten en las casas. La marea verde no fue ni es homogénea, conviven varios feminismos y partidos políticos. El debate sobre el aborto legal seguro y gratuito en 2018, el apoyo y seguimiento de la marea hizo entrar en las casas conversacio- nes que en otro momento fueron imposibles. Con ella la posibilidad de avanzar en discusiones so- bre el machismo y la aparición o fortalecimiento de colectivos organizados(artistas, profesionales, docentes entre otros). Todos han continuado tra- bajando y avanzando en conquistas en cada uno de los ámbitos, ya que los gobiernos no han podi- do hacer oído sordo a la disputa social. En estos procesos aparece el pedido al estado que cuiden Argentina. Mendoza- Cátedra Salud Mental y Comunitaria
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