Número 59

84 rede. Cuando se trata de un obrero especialmente hábil, el plano es de sus manos preferentemen- te, un obrero muy joven con una gran destreza y velocidad para atar cabos. Cuando la cámara se traslada a las oficinas, los trabajadores de éstas reciben el mismo tratamiento visual. Es posible advertir en las imágenes que la fá- brica concentra a trabajadores dedicados a otras labores que no son del proceso textil, como sol- dadores, carpinteros, electricistas, oficinistas, estibadores, maquinistas, todos hombres y ni- ños, a excepción de algunas mujeres que están en las oficinas. La vestimenta es muy ilustrativa del origen de los trabajadores e incluso de su ca- lificación; por ejemplo, los obreros que cargan y descargan la materia prima y las telas a los va- gones del ferrocarril de la CIASA usan calzón y camisa de manta blanca, huaraches y sombreros de anchos de palma; los obreros de la carpintería visten overol de mezclilla, zapatos y sombreros de fieltro y entre los trabajadores de hilados se divide el uso de las vestimentas. La tercera parte de la compilación se centra en el mundo circundante a la fábrica como producto de la actividad industrial. Pocas tomas restaura- das dan cuenta del caserío obrero. Sólo aparece como telón de fondo de una parada militar que se escenifica para la cámara. El investigador inser- ta el intertítulo “CASERÍO OBRERO” al que sigue una toma muy deteriorada, un plano general que tiene como sujeto principal a una banda de mú- sica tocando para un grupo de personas en una Los trabajadores en México industrial

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