Número 59
82 manifiesta en el oficio encontrado por Malpica y sugiere que la película se pensó para un público determinado. La meticulosidad con la que se hi- cieron los registros cinematográficos de México industrial no concuerda con las clasificación de “reportaje” que hace De los Reyes, 35 no sólo por lo acucioso del registro sino porque no fue un producto periodístico fruto de una investigación ni estaba dirigido a una audiencia abierta. “Periodismo visual”, como cataloga Ochoa 36 a este tipo de cine, tampoco le hace justicia a México industrial ; aunque es muy informativa, la película destina esa información a la persuasión más que a lo noticioso. México industrial se apro- 35 De los Reyes Aurelio. Notas sobre la restauración de la película “México industrial”. 36 Ochoa, Op. cit xima definitivamente a la forma documental, que en la década de los 1920 está consolidándose de diferentes formas, desarrollando sus géneros y estilos, en varios países. La necesidad de narrar un proceso completo mediante una descripción detallada con imágenes captadas en el lugar de la manera más apegada posible a lo que sucede, sumando el recurso de los intertítulos, así como presentar a los encargados de operar ese proce- so y el medio que los rodea, son rasgos del cine documental. Las partes de esta restauración son: Primera parte. A. Las oficinas de la CIASA en la Ciudad de Mé- xico y en Puebla capital; las oficinas de la fá- brica textil; el Consejo de Administración y el personal administrativo de la fábrica. El proceso que se documenta
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