Número 59
33 creó la Comisión Mundial para el Medio Ambi- ente y el Desarrollo, conocida como la Comisión Brundtland, a la que desde 1987 se le atribuyó la creación del término desarrollo sustentable, de acuerdo con Figueroa, López y Cazal (2016:79). Sin embargo, es hasta 1992, en la Tercera Con- ferencia de Río de Janeiro, cuando los gobiernos y representantes de los países asistentes a dicha cumbre establecieron compromisos ambientales a partir de la Agenda 21 2. En esa Cumbre, México se comprometió a adoptar medidas nacionales y globales en materia de sustentabilidad, así como a generar indicadores para cuantificar y evaluar las políticas y estrategias en materia de desarrollo sustentable (Figueroa, López y Cazal, 2016:79). La confluencia de las inquietudes medioam- bientales con el agotamiento de los programas de desarrollo regional, y la inserción de Méxi- co en el esquema neoliberal del libre mercado y la globalización, en el que se comprometió a adoptar nuevas medidas económicas y políticas de desarrollo, trajeron como consecuencia la im- plantación del llamado desarrollo local. En este tipo de desarrollo confluyeron tam- bién el surgimiento de nuevas y crecientes de- mandas del turismo que dieron originen a una serie de proyectos y desarrollos turísticos, como el ecoturismo, el turismo de aventura y más adelante el Programa Pueblos Mágicos, que en México inició en 2001. Programa Pueblos Mágicos El Programa Pueblos Mágicos (PPM) cumple ya 18 años de iniciado en México, por lo que desde dis- tintas posturas académicas 3 e instituciones oficiales 4 2 Entre los compromisos establecidos a través de esta agenda figuran la co- operación internacional para acelerar el desarrollo sostenible de los países en desarrollo y políticas internas relacionadas, lucha contra la pobreza, dinámica demográfica y sostenibilidad, protección y fomento de la salud humana, fo- mento al desarrollo sostenible en los recursos humanos e integración del me- dio ambiente y el desarrollo en la adopción de medidas relacionadas (ONU). 3 Véase López y Valverde (2016), coord. Los imaginarios del turismo. El caso de los Pueblos Mágicos. UNAM Facultad de Arquitectura/UNAM, y también García y Guerrero (2014). El programa “Pueblos Mágicos”. Análisis de los resultados de una consulta local ciudadana. El caso de Cuitzeo, Michoacán, México. Economía y Sociedad. Jul-Dic 31. Redalyc. Recuperado en red en octubre, 2017. 4 SECTUR (2016) Indicadores de desarrollo. Estudio de caso en Pueblos Mágicos. Subsecretaría de Planeación y Política Turística. Documentos de Investigación, Estadística y Económica. No. 2016-2. Recuperado de la red el 24 de agosto de 2017. www.datatur.sectur.gob.mx un primer momento, con un territorio tan vasto y diverso, consolidar su crecimiento económico al adoptar las diferentes estrategias de desarrollo y medidas dictadas por estos organismos inter- nacionales (Alcañiz Moscardó, 2008:289). Desde entonces, y a partir de estos organis- mos internacionales, se han planteado difer- entes perspectivas que han buscado terminar con la pobreza, sobre todo en las regiones donde ésta se acentúa. De una estrategia de industri- alización nacional, que se concentró sobre todo en el Valle de México y que no logró la redistri- bución buscada, dado que persistieron grandes desigualdades regionales, se pasó a un desarrollo regional en la década de 1970 y hasta finales de la de 1980 (Janetti Díaz, 1988: 851-857). Para el caso del turismo, los desarrollos regio- nales se reflejaron en los programas de enclaves turísticos, a partir de los cuales se esperaba que se distribuyeran los servicios y actuaran como puntos en los que las localidades contaran con fuentes de empleo y acceso a la salud e infrae- structura, así como servicios con los que no con- taban en sus localidades, además de otros; sin embargo, estos desarrollos regionales no cumpli- eron con las expectativas que se habían plantea- do ni representaron el desarrollo o disminución de la pobreza para las localidades. En México, lugares como Acapulco, Puerto Val- larta y Cancún representaron enclaves turísticos desde la perspectiva regional; pese a ello, su estab- lecimiento agravó la desigualdad dentro de las mis- mas municipalidades y ciudades, amén de los de- splazamientos de las poblaciones locales; asimismo, representaron afectaciones al medio ambiente nat- ural y social (Machuca, 2008:66; Marín, 2008:116). De este modo, junto con las diferentes estrate- gias de desarrollo aplicadas con anterioridad en México, a principios del decenio de 1970 se agregó ya un elemento más para ser considerado en los planes y programas de desarrollo social y económico, como se verá a continuación. En 1972 se celebró en Estocolmo, Suecia, la Pri- mera Conferencia Mundial del Medio Ambiente, y surgió el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Posteriormente se
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