Número 58

70 dio; sin embargo, no todos poseen los sistemas de comunicación interna dentro de sí y de co- municación externa con los demás seres vivos. Existen formas del conocer que se acumulan y se desarrollan dependiendo de los sistemas vi- vos y sus niveles de desarrollo: su condición de irritabilidad, suscitación, reflejos, sistemas de retroalimentación o cibernéticos. Estos sistemas (nervioso, inmunológico, hormonal, muscular nutricional, lenguaje, psíquico, los cuales apare- cen en los individuos y especies según su grado de evolución). A su vez, puede incorporarse otro sistema, no bien descrito aún, que es el del sentido total que está en el individuo o la especie, y otro sistema más total, que es el de comunidad. La comunidad como tal percibe, aprende, tiene memoria, len- guaje y tiene cocimiento, historia. Y si bien se habla de sistema psico/inmuno/ neurológico/hormonal/muscular en los verte- brados superiores, en la especie humana lo social influye poderosamente en los mecanismos inter- nos y externos del sujeto. Este sistema indica por mecanismos cibernéticos que todo en el ser in- dividual está relacionado por los sistemas de co- municación, regulación, control e identificación, tanto en el interior del organismo como en su relación externa, al conectarse con la comunidad de la especie y de las diferentes especies. Es así que tenemos entonces siete sistemas a considerar: Holobionutrición, Holobiorepro- ducción, Holobioinmunidad, Holobioenergética, Holobiogenética, Holobiodiversidad, Holobiome- tabolismo y además, el sistema holobiosicosocial humano. En estos sistemas descansa la salud de la totalidad de la vida, es decir, la Holobiosalud . La salud es en ese sentido un rasgo esencial de la vida (modo, calidad y condiciones de vida), a nivel individual, familiar y comunitario. Octava consideración : la vida prebiótica es fun- damental para la existencia de la vida orgánica, y la actividad viviente o biótica, además de modifi- car la composición de oxígeno, nitrógeno y an- hídrido gas carbónico del planeta, resulta funda- mental para la estabilidad los sistemas prebióticos o inorgánicos de los cuales depende la vida. En ese sentido, el modelo extractivista, al li- berar metales pesados que no son tóxicos cuan- do se encuentran estables dentro de las rocas, y al liberar el CO2 de los hidrocarburos fósiles del petróleo y derivados, contamina suelos, aires y aguas, alterando profundamente la holobioceno- sis y la vida planetaria. Novena consideración : La unidad biótica y abiótica se refleja en los ciclos biogeoquími- cos, que son vitales para los seres vivos y para la existencia del planeta. Los ciclos biogeoquí- micos pueden ser gaseosos (carbono, oxígeno y nitrógeno), pueden ser sedimentarios, que son aquellos donde los elementos permanecen for- mando parte de la tierra, ya sea en las rocas o en el fondo marino (fósforo y azufre) y pueden ser ciclos mixtos, como el ciclo del agua, que es una combinación de los ciclos gaseoso y sedimenta- rio, ya que esa sustancia permanece tanto en la atmósfera como en la corteza terrestre. En ese marco, el modelo extractivo se caracte- riza a su vez por afectar los ciclos biogeoquími- cos, particularmente el hidrológico. Décima consideración : en forma intuitiva y con afirmaciones científicas no se puede afirmar que la vida se originó a partir de una molécu- la, sino más bien de un conjunto de moléculas, o mejor dicho, de una comunidad de moléculas. Estos compuestos químicos dieron origen a las células o se puede decir, a una comunidad de cé- lulas procariotas (sin núcleo) que después evo- lucionaron a eucariotas (bacterias con núcleo). Es difícil concebir que una sola célula dio ori- gen a la diversidad de células. Es una comunidad de células la que da origen a un organismo. Sin embargo, aún el ser humano es una comunidad de organismos. Nosotros poseemos un trillón de células en nuestros órganos y tejidos, y sin em- bargo, convivimos con 10 trillones de comunida- des de bacterias.

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