Número 58

40 llevó a cabo la inspección de campo en los mu- nicipios de Unión Hidalgo, Juchitán de Zaragoza, El Espinal, Álvaro Obregón y Santa María Xada- ni, de la región istmeña, para estar en posibilidad de dar respuesta al cuestionario presentado por la asociación civil PRODESC –en representación de la población quejosa- y la SEMARNAT –como la parte demandada-, en el que se requirió dicta- minar respecto al origen étnico de la población quejosa para valorar si la misma contaba o no con las características culturales propias de un pueblo indígena en los términos del Convenio 169 de la OIT y con ello acreditar o no el dere- cho a la consulta libre, previa e informada, así como dictaminar si los proyectos como el Parque Eólico de Fuerza y Energía Bií Hioxo, SA de CV, contribuyen o no al desarrollo y fortalecimiento de la identidad de los pueblos istmeños. De tal manera que se pudo observar en te- rreno cómo es que de manera específica, con la instalación del parque eólico Bií Hioxo -impul- sado entre otros por la empresa Fuerza y Ener- gía Bií Hioxo, SA de CV, filial de la empresa Gas- Natural Fenosa, acompañados de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), de capi- tal con sede en España y México respectivamen- te- la identidad y cultura de la población binizáa es considerada un “recurso” social susceptible de ser aprovechado con el fin de que el parque tome para sí algunos elementos de la identidad y cultura local que le doten de rentabilidad y se- guridad en su instrumentación. El apropiarse de elementos lingüísticos did- chazáa es una de las formas en las que con ante- rioridad algunas de las empresas involucradas en este tipo de inversión, se han conducido al inten- tar generar empatía con la población local y, a la vez, mostrar la fachada de empresa “socialmente responsable” y con pertinencia cultural. Sin em- bargo, al nombrar bií hioxo al parque eólico se distorsiona el contenido propio de la expresión ya que ése hace referencia a uno de los lugares sacralizados desde el sistema de creencias bini- záa , que corresponde al señor de los “vientos fuertes” ( bini hioxo ), el mayor de los vientos o el viento más viejo, vientos de octubre o de todos los santos, viento de los muertos, de los difuntos, nombres que se refieren al viento del norte que llega seco y reseca aún más la región e indica de- terminadas etapas en el proceso de producción de alimentos según el ramo. 18 Y es precisamente el ciclo festivo-religioso sobre el que la población de la zona manifiesta que la instalación del parque eólico Bií Hioxo in- terrumpe el tránsito hacia los didchazá en ayuudu (santuarios o capillas), ya que los sitios sacrali- zados articulan a una serie de prácticas producti- vas con el sistema de creencias y la temporalidad de su realización. Al ser trastocado el paisaje, el territorio y las zonas de tránsito común para la realización de peregrinaciones rituales, se pro- duce una afectación a la relación que tiene la población de la zona con el nicho ecológico y bienes comunes que de ahí toma para su alimen- tación y comercio. La planeación de los proyectos de este tipo, ha llevado a un esquema irregular de renta de la tierra que desconoce el entramado sociocultu- ral del pueblo binizáa en tanto que pueblo indí- gena u originario. Desde el inicio de la década del 2000, la negociación con los posesionarios 18 Otros términos apropiados por las empresas con inversión en la región para la construcción de parques eólicos son: Bíi Nee Stipa , Bíi Stinú , Bíi Sti Uguu I, II y III. http://www.animalpolitico.com/blogueros-blog-invi- tado/2015/08/26/eolica-del-sur-la-energia-verde-enmexico-resulta-no- ser-tan-verde/ (consultado el 26/01/2018). Imagen 7. Materiales locales para la construcción de vivienda en Amapa de los negros, Oaxaca. Fuen- te Víctor Villanueva (2013)

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