Número 58

27 personas tiene por objetivo el llevar dócilmente hacia los causes del capital todo aquello suscep- tible de la valorización del valor. Con tal interés, en este artículo se muestran algunas de las manifestaciones que correspon- den a la domesticación que ha venido haciendo la sociedad burguesa respecto a conocimientos y elementos culturales de aquellas comunidades; en esto, la dimensión económica de la violencia toca los temas de trabajo, producción, productos, conocimientos, técnicas y habilidades creativas. La violencia económica encubierta en la ca- tegoría de “trabajo libre” no es una expresión simbólica de la apropiación capitalista, es la ma- nifestación material e introyectada de la misma, dado que es, precisamente, aquella dimensión que otorga el carácter estructural a la violencia ejercida en el contexto de las relaciones sociales de producción capitalistas. La violencia como potencia económica del capital debe entenderse en sus dos dimensiones fundantes: por una parte es la acción de apro- piación con orientación hacia la valorización del valor y, con ello, orientada hacia la producción de un tipo de relaciones sociales de producción específicas y; por otro lado, es la acción de crear todo un entramado socioeconómico y cultural en el que la marginalización de cierto tipo de pobla- ción –fuerza de trabajo, trabajo libre- posibilite la apropiación con la misma orientación que la primera, pero dedicada a la reproducción de las relaciones sociales de producción propiamente Imagen 2. Ante la violencia del capital, la resistencia. Fuente Víctor Villanueva (2019)

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