Número 56

94 sa un repertorio de conductas, símbolos e ideas, que se implanta a manera de sentido común des- de el cual se pretende orientar la práctica social hacia la lógica productivista, que oculta tras de sí la voluntad e interés burgués, pero presentados a manera de “anhelo colectivo”. Estas dimensiones median el conjunto de las relaciones sociales y, para conseguir la reproduc- ción sistémica del orden establecido, el político institucional o el burócrata se descubre como auxiliar de la clase dominante, el que para con- gratularse con ésta, durante los periodos de cam- paña se encarga de hacer ver y hacer creer me- diante prácticas ideológicas que al orden burgués lo acompaña el “anhelo colectivo”, así el orden burgués es presentado por el auxiliar de la clase dominante bajo la apariencia de “orden público”. Para esto, una de las prácticas ideológicas es la demagogia: la intención de engaño a las clases subalternizadas mediante halagos y promesas de campaña que corresponden a necesidades popu- lares, pero que en concreto es imposible que se cubran bajo el régimen burgués de explotación, represión, despojo y desprecio, en el marco de la expoliación planetaria, ya que el objetivo de este modelo de sociedad es la acumulación incesante de capital. De esta manera, el político profesio- nal devenido en aparato de gobierno le envía el mensaje al burgués de que “el pueblo” ha queda- do sometido a sus designios como resultado de la interiorización que este último ha hecho de la cultura e ideología productivista (Víctor Villa- nueva, El Estado en retroceso , 2018). En este contexto, los pueblos, comunidades, tribus y barrios originarios agrupados en el CNI, se organizan según sus modos, tiempos y lugares, Pablo González Casanova, nombrado comandante Pablo Contreras por el CCRI-CG del EZLN Fotografía: La Jornada (27 de diciembre de 2018)

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