Número 56
90 no entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), lo cual trajo consigo una serie de rea- comodos institucionales: cambio de nombre para distintas dependencias y programas de asistencia social; designación de 32 “coordinadores estatales” y 264 “delegados regionales”, para la supervisión de programas; reubicación de algunas dependen- cias con sede en la Ciudad de México, hacia otros estados del país; designación de “especialistas”, empresarios acaudalados de distintos ramos, lí- deres sociales cercanos a López Obrador, y buró- cratas procedentes de los partidos políticos (PRI, PAN, PRD), a la cabeza de las mismas; creación del Consejo Empresarial de Asesores, en el que desta- ca el burgués Ricardo Salinas Pliego; designación del burgués nuevoleonense Alfonso Romo Garza, como Jefe del Gabinete Presidencial; conforma- ción de la Guardia Nacional, a manera de policía militar promoviendo reformas constitucionales; y la aplicación de la política de “austeridad repu- blicana”, que implica la reducción del presupuesto público de egresos con impacto a universidades, centros de investigación, entre otros. Todo eso in- dica continuidad, formalización de relaciones polí- ticas previas y subrepticias, y franco retroceso en la mayoría de los casos. Entre tanto, el CIG ha impulsado, acompaña- do del Congreso Nacional Indígena (CNI) que es su base de apoyo y el EZLN, una serie de reunio- nes locales, regionales, nacionales y multisecto- riales, de carácter reflexivo para continuar en el proceso de consolidación de una instancia polí- tica para la lucha anticapitalista y antipatriarcal. El método que se aplica para esta iniciativa es el de “caminar preguntando”, el cual tiene su base en la metáfora del caracol, esta espiral sociote- rritorial que se desenvuelve para que sus partici- pantes adquieran consciencia para sí frente a las condiciones concretas de existencia en las que les ha tocado vivir, he identifiquen responsables y responsabilidades. A la fecha, se han llevado a sufragados (33.78% del total de la lista nominal), en un proceso que contó con una participación del 63% del padrón electoral y un índice de absten- cionismo del 37% y un 2.78% de votos nulos, lo cual representa un ±40% de electorado en constante desapego al proceso electoral y al sistema de partidos políticos nacional y la democracia liberal. cabo tres asambleas generales del CIG-CNI y una multitud de reuniones de autocrítica y balance, en las que las redes de apoyo al CIG, colectivos y adherentes a la Sexta Declaración de la Selva La- candona en lo personal, muestran y debaten los avances de la consulta promovida a iniciativa del EZLN con la idea fundamental de construir lo necesario para ampliar la conformación del CIG. Este proceso político no implica únicamente debate, reflexión y autocritica, sino compromi- so, responsabilidad y disciplina. Los siete princi- pios enunciados por el EZLN y que acoge el CIG, son la base programática desde la cual se llama a la organización de pueblos, comunidades, tribus, barrios y colonias, para combatir al capitalismo, sus finqueros y capataces. Si bien los resultados obtenidos en materia de organización, adminis- tración y difusión, durante la etapa de captura de firmas, fueron positivos y mostraron la im- portancia de participar regidos por códigos de compromiso militante; en la etapa actual, este esfuerzo por agrupar y construir una instancia amplia capaz de coordinar luchas y movimientos en contra del capitalismo y por la humanidad, en México se topa con la profundización del pro- ceso urbano al ser extendido de manera inten- sificada a través del desarrollismo como política pública y fuente de ingresos para el gobierno, como lo ha señalado el mismo López Obrador: “Hay mucho trabajo, hay mucha obra, hasta di- ría que van a faltar empresas, porque tenemos muchas obras. Por ejemplo, vamos a licitar lo del Tren Maya, son siete tramos, 150 mil millones de pesos aproximadamente; la refinería ya tiene presupuesto, solo este año, 50 mil millones y no lo puede hacer una sola empresa”. Este desarrollismo a ultranza, es la forma por la que el capitalismo se encarna en el campo y las ciudades, transformando los territorios y las relaciones sociales que en estos se desenvuel- ven. La denuncia que han venido haciendo desde hace más de 20 años los pueblos y comunidades agrupadas en el CNI, muestran que el proceso urbano manifiesto en su dimensión económica acarrea “muerte y destrucción”, como muestra la tendencia señalada en el siguiente cuadro:
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