Número 53

33 Y ante esa imagen, Meade Ocaranza se limitó a decir: “Zapatos, zapatos […] yo diría que todos los mexicanos y mexicanas jóvenes tuvieran buen calzado, te digo pues no entendí, bueno zapatos tacones... y unos momentos después afirmó: "ah, ah perfecto ya entendí, yo no me explico bien y ustedes no me entienden más. Bueno, terminar, terminar con el feminicidio en More- los, ya te entendí, bueno perdonen, pero no en- tendí” (Jorge Meade, 2018). ¿En qué planeta hay que vivir para no enten- der la magnitud de una imagen tan lamentable como la de los feminicidios?, ¿Qué se toman, qué comen o qué aspiran esos jugadores para descon- textualizarse de la tribuna? Resulta repulsivo que alguien que busca el campeonato guberna- mental no tenga la mínima idea de lo que habla. Aquí la ironía no cabe ante declaraciones tan desafortunadas, pues solo hay lugar para el co- raje: ¿Cómo es posible que el jugador que busca una victoria tan importante, no esté al tanto del escenario que le dejan, cuando en 5 años se han registrado 391 feminicidios en el estado? 2 No hay para dónde orillarse, nuestros jugado- res no dan una, a veces las ruedas de prensa, el ex- ponerse ante los ojos de otros evidencian la rea- lidad ficticia en la que los directivos, los equipos y los jugadores creen que viven; la afición está a punto de salir del estadio, ya no aguanta más bur- las, y se preguntan: ¿es necesario tanto cinismo? Para cerrar, la afición abandona el estadio, no ven el sentido de quedarse, sobre la cancha está la alineación más deprimente, el partido de fút- 2 Morelos, Rubicela (2018 marzo 8) “Con Graco Ramírez, 391 feminici- dios”, [En línea] La Jornada. México. [fecha de consulta 01 junio 2018]. Recuperado a partir de: http://www.jornada.com.mx/2018/03/08/esta- dos/031n2est Fuente: Héctor Raúl González (mayo-2018)

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