Número 51

56 etnias pre coloniales y de las razas ibéricas in- vasoras, en una especie de retroceso eugenési- co amancebado (ver Coronica y Buen Gobierno , Felipe Huamán Poma de Ayala) que daría como resultado otra raza que crea descendientes hasta nuestro siglo, sin considerar los nuevos “cruces ”, ni los aportes culturales distintivos venidos de diversas costumbres y usos producto de las re- laciones sociales progresivas en más de 500 años de exclusión y marginación de los híbridos eter- nos, según aquella ideología. Su máximo ejemplo el mestizo Garcilaso De la Vega 4 del siglo XVII, aunque el cusqueño no se autodefinió como tal y más bien sobrevaloró el pasado tahuantinsuyano. De esa interesada confusión derivan todos los neocon criollos que el Perú actual es una socie- dad de mestizos mayoritariamente y por tanto en procesos de “ síntesis existencial ” con cerca de 200 años de esfuerzos. Tesis asumida por la cle- recía en sus instituciones educativas y apoyada por las oligarquías nacionales y regionales dado que es coherente a sus intereses, cuidándose en su nicho de mistis 5 que sigue prevaleciendo en los gobiernos, hoy con la “ mancha blanca ” 6 diri- giendo nuevamente los destinos del país. De ese modo en las escuelas como en los me- dios de comunicación masiva se machaca a dia- rio que somos una sociedad de mestizos, con ese enfoque racial separando las otras presencias africana o asiática que en el fondo recuerdan los corolarios de las tesis fascistas de aquella década de 1940. Así tomando como base el chapetón 7 la frase repetida “ quien no tiene de inga 8 , tiene de mandinga 9 , culí 10 o ponja 11 ”. Para los intelectuales orgánicos de las oligar- quías criollas con ocasión de los resultados del fútbol profesional es la insurgencia mestiza en el equipo de todos; recuerdan el fenotipo de este “ mestizo ”, trigueño, chato, aunado a un rasgo que las oligarquías intentan incorporar al imaginario 4 Autor de Los Comentarios Reales en el siglo XVII 5 Blanco, en quechua 6 De fenotipo caucásico y migrantes que rodea al Presidente actual 7 Español peninsular 8 Indígena 9 Descendiente africano 10 Hijo de chino nacido en el Perú 11 Hijo de japonés nacido en el Perú nacional, emprendedor. Este mestizo ha pasado de ser el marginal, pobre, de mala educación, con cultura elemental, a ser ahora gracias a la ideología del mestizo que imprime o difunde, ser modelo a seguir y por tanto referente para las nuevas generaciones. Por su parte el Estado, aquella ideología la quiere constituir como hecho social, cuando en la pregunta 25, 7 del cuestionario del Censo Na- cional 2017 interrogará a los peruanos si por sus costumbres o ascendientes se consideran “mesti- zos” –entre otras opciones-, en un enfoque étnico no racial, pero con la carga ideológica contenida en la aparente sencilla palabra. Los expertos en preparar cuestionarios como los intelectuales or- gánicos de las oligarquías criollas no consideran una situación que fue desde la presencia de la in- vasión colonial española para aquellos tempranos cruces de razas, el “ cholo” , un hecho mucho más apegado y recurrente en el imaginario tanto por costumbre como por antecedentes étnicos. Los mestizos de aquellos siglos devinimos en cholos…, en la forja de una cultura nacional de choledad. ¿Por qué los intelectuales orgánicos como los expertos del INEI no utilizan cholo que es más cer- cano e incluso antropológicamente estudios reali- zados desde posesiones no conservadores sostie- nen cercanía a la realidad de las confluencias de las etnias en el país, que el mestizo no refleja? Mestizo es académico, cholo es popular. Mes- tizo quiere abarcar todo, aunque en realidad de preferencia aristocrática españolizante, cholo es todas las sangres como lo apunta JM Arguedas 12 . Mestizo es neutro, cholo es combativo y crítico. Mestizo es cualquiera, cholo tiene identidad. No hay mestizo de mierda, pero si cholo de mierda que expresa el desprecio en el imaginario de las oligarquías de siempre. La choledad viene desde etapas pre colonia- les, en el XVI significaba perro , pero conforme fue dándose el proceso de migración acompaña- da a la dominante europea, las presencias afri- cana y asiática, la choledad fue abriéndose paso hacia una nueva realidad, más nuestra, más vi- 12 Escritor y docente de educación básica

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