Número 51

16 rias y extractivas, llevando al Ejecutivo federal a promover las iniciativas de ley que reformaron el artículo 27 constitucional, la Ley Reglamenta- ria del mismo, la Ley Forestal y la Ley de Aguas, entre otras (Téllez, 1994: 27-28), con el objeto de implementar la liberalización de la propiedad y fondos públicos, en atención a las demandas ideológicas del Consenso de Washington. 11 Hasta aquí, algunos de los ejemplos de la ar- ticulación transdisciplinar en el ámbito de la an- tropología y la crítica de la economía política del capital, como praxis científica y organización de las fuerzas productivas intelectuales, aplicadas para el análisis de la articulación de los modos de producción durante la fase del capitalismo in- dustrial monopólico vinculado al capital finan- ciero oligopólico. El análisis de la fase transnacional del capitalismo global La crítica a la transnacionalización del capital (Robinson, 2013), muestra que en dicha fase del modo de producción dominante, la pauperi- zación de la población es directamente propor- cional al enriquecimiento de una burguesía que allende las fronteras administrativas de “lo na- cional” concentra el poder y postula las formas y procedimientos que se habrán de implantar en las “sociedades” de Nuestra América; 12 el desa- rrollo de las fuerzas productivas, la reconfigura- ción de la división internacional del trabajo y la extensión e intensificación de las formas de acu- mulación de capital, han propiciado el “adelgaza- miento” intensificado de los Estados burgueses de tipo nacional de las áreas periféricas en los rubros de la política social y el control de la eco- nomía interna, pero reforzando el aparato poli- 11 “Los afanes privatizadores del Banco Mundial, durante los años ochen- ta, se sustentaron sobre modelos teóricos construidos fundamentalmente por economistas para explicar la evolución sobre los derechos de propie- dad. Estas teorías planteaban, según Bouquet (1999), que al aumentar la escasez de un bien (en este caso la tierra), se generara un sistema de in- centivos que tiende a instaurar derechos de propiedad individuales, exclu- sivos y libremente transferibles. Estos derechos son considerados más efi- cientes que la propiedad comunal porque permiten una mejor asignación y uso de recursos” (Reyes y Alcalá, 2006). 12 “La minoría poderosa está compuesta de hombres cuyas posiciones les permiten trascender los ambientes habituales de los hombres y mujeres corrientes; ocupan posiciones desde las cuales sus decisiones tienen con- secuencias importantes” (Wright Mills, 1957: 12). ciaco y militar diversificándolo como industria y transferencia de ciencia y tecnología para la guerra en su forma de acumulación militarizada. En esta etapa histórica de la modernidad ca- pitalista (Echeverría, 2010), por transnacionali- zación del capital entendemos la fase económica contemporánea e inaugurada durante la década de 1970 como resultado de la crisis económica que golpeo a los países productores de petróleo, miembros de la OPEP, y que llevó a que los flu- jos de capital se transnacionalizaran como con- dición económica para la superación de la crisis estructural de ese momento. 13 En ello, por globa- lización entendemos a la cuarta fase y actual por la que atraviesa el modo capitalista de produc- ción que (Robinson, 2015: 45): […] está marcada por una serie de cambios fun- damentales en el sistema, incluyendo: 1) el au- mento del capital verdaderamente transnacio- nal y un nuevo sistema globalmente integrado de producción y finanzas; 2) la transnacionali- zación de las clases y el surgimiento de una cla- se capitalista transnacional como clase hegemó- nica en el todo el mundo; 3) el surgimiento de un aparato de Estado transnacional; 4) nuevas relaciones sociales de poder y desigualdad en la sociedad global. En esto, la manifestación del conflicto que im- pacta a las formas comunitarias de ser y estar en el mundo, 14 conserva su origen en la contradic- ción entre trabajo y capital: la valorización de los bienes comunes se vuelca en su totalidad hacia 13 Algunas de las características de la crisis estructural del modo capitalis- ta de producción y profundización de la fase transnacional, son las siguien- tes: 1. Limites ecológicos de su reproducción (crisis climática, 6ta extin- ción); 2. Desigualdad global sin precedente (1% concentra el <50% de la riqueza social global, mientras que el 80% concentra el 5%); 3. Tasa de po- blación superflua (creciente pauperización de <1/3 población mundial); 4. Límites de la explotación extensiva e intensiva (superexplotación de h/n); 5. Despliegue de medios de violencia (guerra extendida a todos los ámbi- tos sociales); 6. Desfase entre globalización y aparatos de gobierno (crisis política, posicionamiento del fascismo del S. XXI) (véase Robinson: 2015). 14 En un México en el que la población indígena se concentra en 68 grupos etnolingüísticos hablantes de 364 variantes idiomáticas agrupadas en 11 familias lingüísticas, y asciende a un estimado de 15.7 millones de perso- nas, de los cuales 11.1 millones habitan en las denominadas regiones indí- genas distribuidas en todo el país en 34,263 localidades de 100 habitantes y más, lo que constituye aproximadamente el 14% del total de la población nacional asentado en su mayoría en una superficie de 28,033,093has del total de 105,948,306has en las que se distribuye la población campesina en todo el país (INEGI, 2015; RAN, 2010).

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