Número 47
94 Como se observa con el análisis de estos testimonios históricos, la po- sesión sobre las tierras que habitan y el carácter gentil persistente de la comunidad rarámuri de Choréachi , trasciende las etapas políticas en las que tanto la Corona española, por medio del Virreinato, como el Estado independiente y nacional mexicano, por medio de las Leyes de Reforma, primero, el Reparto Agrario y la Ley Agraria, posteriormente, dotaron de tierras a los habitantes mestizos de la región serrana de Chihuahua. Incluso, y auspiciados por universidades norteamericanas y gobierno federal mexicano, se han encontrado investigaciones aún más recientes en las que se afirma que la región barranqueña de Sinforosa o San Carlos, entre los márgenes del Río Verde, continúa siendo habitada por pueblos indígenas que se reivindican como gentiles y a los cuales se les reconoce su persistencia cultural y ascendencia prehispánica. Muestra de ello son los trabajos elaborados por Wendell Bennett y Robert M. Zingg, 31 en la que distinguen a Choréachi como una comunidad de gentiles a las que el impacto cultural de la religión católica no ha llegado aún. Francisco Plancarte, 32 quien en su recorrido por la región informa des- de el Centro Coordinador Indigenista de la Tarahumara que en la Sinfo- rosa aún es posible localizar rancherías habitadas por indígenas tarahu- maras no bautizados. John G. Kennedy, 33 menciona que en las comunidades de gentiles loca- lizadas entre los pueblos de Coloradas, Baborigame y Chinatú en el sur; por los flancos orientales de la Sierras, en el este; por Carichí , Creel y Guazapares , en el norte; y en el oeste por una línea trazada desde Urique , Batopilas y Morelos, no se aceptó la iglesia de adobe, ni los rituales del bautismo, del matrimonio y de la misa, así como tampoco la organización comunal oficial introducida por los sacerdotes españoles. Sin embargo, aceptaron varias de las prácticas e instrumentos agrícolas y adsorbieron algunas creencias `cristianas´ que no han puesto en riesgo su carácter simarroni , reconocido así por los rarámuri pagótuame o bautizados. Ejemplo de ello es la tesis en Antropología propuesta por Villanue- va, 34 en la que recoge el testimonio de distintos iselígame o gobernadores indígenas en el que éstos afirman que los rarámuri gentiles o no bauti- zados por sacerdote católico alguno, se autorreferencían y son referidos como los descendientes originarios de los anayáwuare o los más antiguos, como los pilares del mundo (sic), y que aun a pesar de que para gran parte de los mestizos serranos el término gentil sigue conservando una connotación de salvajismo derivado de su estilo de vida en repliegue, lo 31 WENDELL, Bennett y Robert M. Zingg (1935) Los Tarahumaras. Una tribu del norte de México, INI, México. 32 PLANCARTE, Francisco M. (1954) El problema indígena tarahumara, Memorias del Instituto Nacional Indigenista, INI, México. 33 KENNEDY, John G. (1970) Inápuchi , una comunidad tarahumara gentil, INI, México. 34 VILLANUEVA, Víctor Hugo (2008) Sistemas políticos indígenas. Autonomía y libre de- terminación. Aboréachi , un caso en la Sierra de Chihuahua, INAH/ENAH Unidad Chihuahua, México.
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