Número 47

89 hallado los Misioneros que el único medio para lograr la conversión de estos miserables es mandarles nuncios. Envía el P. Misionero a dos o más indios a las barrancas a que supliquen a los gentiles y les persuadan salgan de ellas, se vean con el Padre, etc.; y para atraerlos, les remite con los mismos nuncios algunas cosas de interés. Otros gentiles, aunque pocos, se presentan a los Misioneros para ser bautizados. 25 Asimismo, en el informe compuesto por Don Juan Vicente Güemes y Pacheco de Padilla, Segundo Conde de Revilla Gigedo, titulado Carta diri- gida a la corte Española, contestando a la real orden sobre establecimientos de misiones , firmada en México a 27 de diciembre de 1793 luego de un periodo de elaboración iniciado en 1784 ordenado por el Rey Carlos III, expone que a la misión de Nabogame, a la que adjudica la jurisdicción de los pueblos de misión Dolores y Chinatú , hay una población considerable de indios gen- tiles Tepehuanes y Tarahumares (sic) que habitaban en las barrancas de la Sierra Madre susceptibles de ser congregados en sus misiones. 26 Para el P. Manuel Ocampo SJ, 27 quien recoge una parte de la historia de la Misión de la Tarahumara entre los años de 1900 y 1965, plantea de manera sistemática la argumentación hecha por los Padres misioneros en el año de 1931, sobre “la imperiosa necesidad” de instruir el Proyecto del establecimiento de Vicariato Apostólico en la Sierra Occidental (Sierra Madre), dentro de la Diócesis de Chihuahua. El interés de los Padres mi- sioneros se manifiesta según lo publicado por Ocampo desde el año de 1920, de lo que se agrega cita en extenso: En 1920, para la Misión de la Tarahumara el P. Gabriel Morfín, Supe- rior de la Misión, contabilizó a 500 y 1,500 infieles en las inmediacio- nes de las parroquias de Sisoguichi y Norogachi , respectivamente. [1922] En esta parte de la Misión está el grupo más numeroso de gen- tiles ( Tónachi , Aboréachi , Santa Anita y Huachochi ). Y aun entre los blancos adultos se encuentran todavía algunos gentiles. Los únicos indios gentiles que han prestado su consentimiento para bautizarse son los de Santa Anita: los de Aboreachi parece que muestran buenas disposiciones ahora. [1923] Viendo ahora el estado religioso de los tarahumares, diremos que los gentiles no son tantos como se creyó al principio. Casi todos los PP. Convienen en que serán unos cuatro mil gentiles, que habitan principalmente en Iquírare y, según afirma otro Misionero, en la Ba- rranca del Cobre. Río abajo hay otros pueblos gentiles, que depende de Urique y Batopilas […] Con todo, el P. Guerrero en Iquírare logró 25 (1958: 162). 26 BRAVO Ugarte, José (1966) Conde de Revilla Gigedo. Informes sobre las Misiones -1793- e Instrucción Reservada al Marqués de Branciforte -1794-, Ed. Lus SA., México (Pp. 41-50). 27 OCAMPO, Manuel. SJ (1966) Historia de la Misión de la tarahumara (1900-1965). Bue- na Prensa, México.

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