Número 47

69 Floreció también la palabra de los lugares sagrados que fueron creados durante el primer peregrinar de Tamatzi Kauyumarie (el Venado Azul) y de Tatewari Tutzi (el Abuelo Fuego). En este primer peregrinar, ellos fueron creando las puertas espirituales, también espejismos y oráculos celestiales. Fueron dando nombre a estos lugares llamándolos:  Maye Tekuta (Boca de León),  Rurawe Muyaka (Hado Altrejo de la Estre- lla), Xamuarita (Desparrajo de Palabras o Ideas), Kuruxi Kitenie (la Segunda Entrada de la Tortura o la Puerta de la Cruz), Kux’u Uweni (la Tercera Entrada o el Banco del Aguililla Roja), Eyuanipa Yoliet (la Fortaleza de la Serpiente Gigante), Tanana Waxa+imari (el Sagrario de la Deidad del Maíz). También floreció la palabra de la Serpiente Gigante en el cántico (la Dei - dad del Océano), para darnos el mensaje e inquietud de la parte feme- nina, esto lo hizo a través del portavoz Tamatzi Kauyumarie (el Venado Azul). En el canto éstas deidades nos muestran cómo fueron sus princi- pios durante la creación y su evolución, también representan a los pun- tos cardinales: en el sur Yu-Tserieta ,  en el norte Yu-Hutata , al poniente Pari Tsut+a , al oriente Yu-Hix+ata , y en el centro Yu-Hix+apa . Nos piden que nosotros las hagamos florecer nuevamente, para ayudarlas a brotar y así poder contar con el fluido de la Madre Tierra. En el canto las deidades nos piden que todos estemos unidos, que ha- gamos planes de cómo actuar y  comencemos los preparativos para la ceremonia en la estación del tiempo de lluvias ( T+karipa ). Nos piden que tengamos definidas nuestras acciones antes de que entre el año nuevo. Presenciamos a nuestro hermano mayor Tamatzi Kauyumarie (el Vena- do Azul), quien también busca la renovación junto con las demás deida- des. Quiere actualizarse para evolucionar a la nueva etapa. Nos mostró sus utensilios de poder, los cuales tiene tendidos en Wirikuta , como sus Cornamentas, el Espejo de la Visualidad, el Tapete del Olimpo y las Plumas de las deidades. Espera renovar el lenguaje de las deidades como vocero del universo celeste, que nadie interrumpa o distorsione la vibra y el equilibrio del mundo, que mejor estemos apercibidos para que no pase como en aquellas épocas cuando se renovó el universo. También presenciamos la inquietud de Tatewari (el Abuelo Fuego) y de Tatutzi (la Bisabuela Fuego). Ellos buscan florecer nuevamente en el lugar en donde se definen sus cornamentas (el Cerro del Quemado). Todas las deidades quieren volver a florecer y que se desenvuelvan nuevamente sus corazones y sus lenguajes, aquí en el Cerro del Que- mado, lugar en donde se empieza el retorno de los peregrinos, que es el lugar sagrado de Tamatzi Kauyumarie (el Venado Azul) y de Tawexi- k+a (el Padre Sol). Lo que piden es que a través de Tamatzi Eakateiwari (la Deidad del Aire) se unan con todos los elementos. En el canto floreció la palabra de que no hagamos ningún cambio de sus olimpos espirituales, de los cuatro puntos cardinales, ni de los lu- gares sagrados, tampoco ningún cambio en los centros ceremoniales. Las deidades nos piden de igual manera que busquemos qué fue lo que los hizo germinar en esta vida, que busquemos con qué se fortalecie- ron y les fue posible evolucionar. Nos piden que nosotros seamos los

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=