Número 47
124 Bloque 8. Conclusión e interpretación. Los innumerables adquie- ren voz y rostro . Ya no son unos extraños. En poco tiempo se han converti- do en María, la de voz estremecedora, Andrés, Ernesto, Lola (siempre llena de vigor), Faustino, y tantos otros. Gente con vida llena de significado. ¿Cuántos seres, anónimos para nosotros en esta ciudad, en el país entero, en cualquier parte, viven intensamente un mundo que ignoramos? No son mundos secretos, están allí, para el que en verdad quiera comprenderlos. Son girones del pasado que viven hoy porque se vuelven necesarios. Los que afuera solapan su vigor aquí lo manifiestan. Los anóni - mos adquieren nombre, los desplazados tienen su lugar, los piso- teados, los explotados, los innumerables adquieren voz y rostro. Seguirán por atrios y plazas, marcharán por viejos caminos, se reunirán en torno a los sahumerios, cantarán. ¿Por qué? Hay algo que su tradición les asegura, hay algo que aquí afirman cuando afuera otros se lo niegan, algo que cada quien busca a su manera, ellos lo encuentran en la danza, no lo perderán, nadie podrá despojarlos. Lo afirman con vigor, definitivamen- te, el derecho a una vida con sentido, el derecho indeclinable a la dignidad humana. “E l tipo de cine a que se aspira tiene en mucho carácter experimental ; la cámara no es sólo objeto que registra imágenes sino un recurso importante de investigación .” 20 Como se menciona al inicio de este escrito, con este trabajo pre- cursor se abre la posibilidad de hacer documental en México de una manera diferente a cómo se hacía y, asimismo, de mostrar una representación del mundo indígena muy diferente a la que el cine de ficción mexicano venía presentando, un empleo del recurso cinematográfico en manos de científicos sociales cuya meta es lograr que su explicación de la realidad estudiada tras- cienda a públicos no especializados, con rigor y calidad. La influencia de la obra fílmica y de los escritos del antropó- logo documentalista francés Jean Rouch y del filme Crónica de un verano (1959) y la escuela del cinema-verité son evidentes en el artículo de Bonfil sobre las posibilidades del cine en la antro- pología. Hay una frase de Edgar Morin, codirector de Crónica de un verano, que pareciera ser uno de los motores que impulsan a Él es Dios: el cine documental como “uno de los medios para romper esa membrana que nos aísla a todos unos de otros, en el subterráneo o en la calle, en la escalera del edificio”, lo que podría condensarse en la pregunta-motivo “¿Quiénes son esos hombres?”, repetida siete veces a lo largo de Él es Dios. Parte de la historia de este documental, aparte de su reco- 20 Warman, Arturo y Guillermo Bonfil. “Propósitos y características del filme documen - tal que se presentará en Florencia”. Op. Cit.
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