Número 47

102 da Tísoc Lindley y la de su generación. En las reuniones programadas y realizadas en diferentes locales escolares de Lima Metropolitana, a través del debate alturado se fueron desarrollando las ideas del sindicalismo cla- sista, comprendiendo a cabalidad los Principios, Lema y Emblema, aportes históricos de los dirigentes del FCM y que fueron el sustento teórico y práctico en la constitución del SUTEP. Toda información teórica se comple- mentaba con la acción práctica. Lo asimilado se tenía que difundir en cada SUTE Base de los diferentes sectores sindicales de Lima, donde se tenía influencia. Las ideas clasistas contribuyeron al fortalecimiento del espíritu de lucha de los maestros, lo que fue demostrado con posterioridad en las heroicas luchas frontales del magisterio organizado contra la patronal. En el trabajo de organización y consolidación de los SUTE Base, cómo no recordar a la c. Hilda Tísoc en el esplendor de su vida, muy alegre, proactiva, optimista, solidaria, juvenil y fecunda, llegando puntual con el Volkswagen guerrero para cumplir una larga jornada de vida sindical, vi- sitando las diferentes escuelas del segundo sector de Lima que compren- día desde la Av. Grau, Jr. Washington, Río Rímac y Ancieta Alta, detrás del Cementerio El Ángel. Especificamente el Cercado de Lima, Barrios Al- tos, la Huerta Perdida y Santoyo, constituía nuestra zona de trabajo sindi- cal. De acuerdo a la planificación, se visitaban los colegios propiciándose reuniones de maestros para charlas informativas y para la difusión de la prensa sindical. La capacidad convincente de la c. Hilda, movilizándose con rapidez, facilitó el ingreso a colegios impenetrables regentadas por religiosas y Directores pro patronales. Esta labor metódica de educación sindical clasista, dio sus frutos. Los maestros comprendieron los principios del sindicalismo clasista, fortale- ciéndose espiritualmente y organizándose en sindicato. En el proceso, el SUTE 2do. Sector Lima, se consolidó y cumplió un rol protagónico en las heroicas jornadas de luchas del magisterio peruano. Complementariamente a la labor sindical, Hilda Tísoc dedicó tiempo a estimular a las nuevas generaciones de combatientes. Específicamente al grupo juvenil de teatro Rikchariy que en el primer quinquenio del 70 pre- sentaba la obra “el sueño de un Campesino”, escenificándose en diversos centros educativos del SUTE 2do. Sector de Lima. En la segunda mitad de la década del 70, la c. Hilda Tísoc y familia viaja- ron a México pensando retornar pronto. Llevaba un permiso oficial, sin goce de haber que la exentaba de sus tareas docentes, con la finalidad de cursar una maestría en Estudios Latinoamericanos en la UNAM. La dictadura de Morales Bermúdez, siete meses más tarde, atendiendo una recomendación del FMI de dar baja a quince mil trabajadores al servicio del estado, la des- pidió, al igual que a su compañero de vida, recortando sus posibilidades de retorno. Participó, desde México, muy activamente en la campaña de solida- ridad con la huelga del SUTEP y contra la dictadura militar, recorriendo las escuelas normales, visitando las bases del Frente Magisterial Independiente, las universidades públicas y los locales de las comunidades del exilio. Parti- cipó, estando embarazada de su primer hijo, en la masiva movilización del magisterio mexicano frente a la Embajada del Perú. Los intentos de retorno se frustraron por falta de trabajo en tiempos de crisis.

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