Número 47

101 En el proceso de preparación política y gestión generacional, Hilda se mantuvo firme y muy se- gura, asimilando, defendiendo y desarrollando sus nobles ideales. De allí que vivió intensamente, sin transgredir los principios de la mo- ralidad socialista hasta el final de su vida. Es un ejemplo de alta mo- ral de productores que las nuevas generaciones de luchadores por el socialismo proletario, sabrán valo- rarlo y enarbolarlo, en toda acción social conducente a la conquista de un Perú nuevo en el mundo nuevo. En las filas del magisterio nacio- nal, bajo la orientación del Frente Clasista Magisterial (FCM), cons- tituido afines de la década del 60 de acuerdo a los fundamentos de la Internacional de Trabajadores de la Enseñanza (ITE-Sección peruana), se fueron difundiendo los princi- pios del Sindicalismo Clasista y la necesidad de la unificación del magisterio en su conjunto. Es en el VI Congreso Nacional del Sindicato Nacional de Profesores de Educación Primaria (SINPEP), realizado en enero de 1970, que se toma la histórica decisión de iniciar con el proceso de reconstitución en la vida sindical del magisterio nacional. Para el efecto se constituye el Sindicato Nacio- nal de Trabajadores de la Enseñanza del Perú (SINTEP) que “ comprende a los maestros de todos los niveles de la enseñanza, teniendo en cuenta que el patrón es uno, la doctrina una, y la organización como materialización de esa doctrina, también una” . Al maestro Germán Caro Ríos se le elige Secretario General del Comité Nacional de Reconstitución del SINTEP, organización que posteriormente dará paso al SUTEP. En setiembre de 1971, se desarrolló una Huelga nacional del Magiste- rio Peruano, aun dividido por niveles. Lamentablemente, la traición de algunos dirigentes de la FENEP, hizo fracasar la Huelga y los dirigentes que no se doblegaron, fueron deportados a España. El 19 de octubre del mismo año, fallece el maestro Germán Caro Ríos a consecuencia de un derrame biliar y el análisis de la referida huelga, por parte del maestro, se quedó en el epígrafe. Sus colegas que lo visitaron en el hospital, han afir- mado que don Germán Caro se mantuvo lúcido hasta el final. En una de sus conversaciones llegó a precisar: “ que ironía del destino. Toda mi vida me he pasado luchando y voy a morir de amarillo ”. Testimonio que quedo grabado en la mente de sus continuadores. Los antecedentes sistematizados de las luchas del magisterio peruano, fueron un gran estímulo para el desarrollo del talento clasista de la c. Hil-

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