Número 46
66 mató a uno de sus agresores para defenderlo y tuvo que emigrar a EEUU, y cuando regresó se emborrachaba y empezó a golpear a su padre. Anastasio dice refiere que su esposa y su hija eran muy buenas curanderas, que incluso él sabe curar y hacer magia negra. Una de sus hijas vive en la ciudad de México, pero cada año regresa para el día de “muertos” porque “ellos nos visitan”, dice AMC convencido. Todos sus hijos y esposa se convirtieron a Testigos de Jeho- vá desde 1963, mientras que él no practica ningún culto ni es católico, pero cree en Dios y en las tradiciones paganas de su cultura. ¿El indio es gente ignorante, analfabeta y monolingüe? No. Ninguna cultura es absoluta y toda persona tiene conocimientos funda- mentales para explotar su medio a fin de sobrevivir y permitir a su prole vivir. Los pueblos de “indios” tuvieron ciertos derechos civiles y algunos derechos tradicionales que respetó el poder colonial; esto los hizo culturalmente mes- tizos y su originalidad plural proviene, no tanto de una cultura prehispánica que se hubiere detenido en el tiempo, sino de las respuestas que cada pueblo dio a las circunstancias forzadas en que se les tuvo durante 300 años de colo- nización española y 200 de un estado inestable seguido de otro autoritario. En otras palabras, la personalidad particular de cada comunidad llamada “india” no es prueba de una supuesta inmovilidad histórica y marginación respecto de la historia del país sino, al contrario, es prueba del lugar real que han ocupado en la estructura social del país en construcción. Si bien la encomienda atomizó a los pueblos originarios, su relativamente corta duración no permite afirmar que este sistema arcaico haya podido influir, a largo plazo, para mantener una auténtica y larga marginación de los pueblos y comunidades rurales, pues los habitantes de esos pueblos forzados a la autar- quía durante el comienzo de la encomienda, cuando se les permitió abrirse al intercambio retomaron los senderos que recorrían desde muy antiguos tiempos prehispánicos los pochtecas y similares creando redes de rutas comerciales, y de noticias, que atravesaban sierras y valles, costas y desiertos, en todo lo que hoy es el territorio mexicano. La historia de Anastasio demuestra que, por apartadas que estuvieran cientos de comunidades de las vías de comunicación durante el siglo XIX, la gente de la Sierra Norte se enteraba de las revueltas en pos de transformaciones sociales que involucraron a hombres de todas las regiones, tal como sucedió en las batallas por la Independencia (1810-1821), o particularmente los oaxaqueños en las de la Reforma (1861-1864) y en el siglo XX gente de todo el país, desde la Revolución de 1910-1921 hasta otros con- flictos entre caudillos posrevolucionarios y enfrentamientos armados inter e intracomunitarios a causa de posturas religiosas más o menos manipuladas 17 . Dicho de otro modo, el carácter nacional de los pueblos y comunidades origina- rias está comprobado por su participación en los movimientos sociales del país. La Escuela Lingüística de Verano, brazo de la penetración estadunidense en las zonas menos comunicadas del país es un ejemplo evidente de la parti- cipación de las comunidades alejadas en la marcha del país y del mundo. Para conocer el mecanismo de este fenómeno habría que ver, como yo lo presencié, 17 Entre católicos y laicos o los primeros contra protestantes salidos de la Escuela Lin- güística de Verano introducida por los estadunidenses, conflictos en general manipulados des - de el exterior de las comunidades para obedecer a intereses políticos ajenos a ellas.
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