Número 45

27 nacionalidad”. 9 Así, siendo presidente Álvaro Obregón, sustituye en 1921 el viejo Ministerio de Instrucción Pública por la Secretaria de Educación Pública poniendo a José Vasconcelos a cargo, quien de inmediato efectuó su plan de fundación de escuelas rurales, escuelas de artes y oficios, biblio - tecas, así como la formación de nuevos maestros. Sin embargo, la apertura de escuelas normales regionales realmente se ejecutó con los secretarios de educación pública Moisés Sáenz y Rafael Ramírez. La primera escuela Normal regional fue la de Tacámbaro, Michoacán. Desde sus inicios estas normales trabajaron con un plan de dos años, com- binando materias académicas con el aprendizaje de labores agrícolas y ofi - cios. Fue hasta 1926 que se diseñó un plan de estudios de manera formal. En la legislación de 1927 se estipuló que todas las normales tendrían internado y que los alumnos contarían con becas. En su origen las normales rurales representaron una encrucijada entre la lógica de forjar patria y los derechos sociales conquistados desde abajo. En ellas se formaron maestros misione- ros, profesores dispuestos a desplazarse a los lugares más recónditos del país. “Organicemos al ejército de los educadores que sustituya al ejército de destructores”, declaró Vasconcelos en 1920. Era una lógica de estado para crear una nación. Sin embargo la educación rural también correspondía a una lógica social de los de abajo (lógica social que la reforma educativa ac- tual pretende ignorar y hasta destruir). Por siglos no hubo escuela para los pobres; por siglos la tierra de los campesinos había sido consumida por los hacendados; por siglos trabajadores laboraban en condiciones de esclavitud en las plantaciones y en las minas; por siglos los recursos naturales que esta mano de obra extraía pasaban a manos extranjeras. En las normales rurales se revertía esa lógica: muchas, como es el caso de Ayotzinapa (fundada en 1926, hace 89 años), se fundaban o instalaban en antiguas haciendas; se formaron cooperativas agrícolas como parte de la pedagogía; los alumnos recibían, como ya se dijo, becas y derecho a una plaza de maestro al terminar la carrera. Los alumnos de las normales rurales organizaron la Federación de Es- tudiantes Campesinos Socialistas de México, FECSUM. Actualmente es la organización estudiantil más antigua de México con 80 años de vida, agru- pa a estudiantes de las 17 normales sobrevivientes. La FECSUM no sólo se encarga de labores de concientización sino también se moviliza en apoyo de luchas campesinas, obreras, estudiantiles y magisteriales. En resumen: ser fiel a los principios que originaron estas instituciones. La fidelidad a estos preceptos originarios, explica por qué el Estado ha intentado desde la década de 1940, después del cardenismo cuando las normales rurales tuvie- ron un gran impulso, contener y desparecer estas instituciones. En 1969, durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, se cerraron 15 de las 29 normales rurales. Las protestas no se hicieron esperar enarbolando el derecho a la educación y la responsabilidad constitucional del Estado. “lle- garon a la SEP enérgicas condenas de ejidatarios, normalistas y padres de familia: ‘No nos obliguen a pensar que seguimos en la etapa del porfirismo, 9 Guerrero, Javier. Moisés Sáenz, el precursor olvidado. ”. Revista Nueva Antropología. Re- vista de Ciencias Sociales. No. 1 julio 1975. http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/indice. htm?r=nuant&n=1

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