Número 44

31 Dentro de los grupos domésticos ha subsistido la producción de sal, los cua - les como señala Haydee Quiroz (1998) han sido punto clave en la obtención y reproducción de la sal. La organización de dicha tarea está a cargo en los roles específicos que tanto hombres como mujeres desempeñan en cada comuni - dad, provocando que cada uno de ellos dedique tiempo a la realización de estas actividades. En el caso de la producción de sal, los grupos domésticos implemen - tan formas de producirla y de distribuir - la al interior de la comunidad, tejiendo entre ellos una vía de mutua colabora - ción. Silvia Yonagisako (1979) refiere que estas vías de ayuda están basadas en los elementos de parentesco que estruc - turan el aprendizaje y la producción de la sal. Es así que la familia o unidad do - méstica, es entendida como una estruc - tura productiva, como ha descrito Elena Chaveros y Lourdes Godínez (1996) la cual por medio de los procesos cultura - les y sociales, trasmite los saberes ge - neracionales, adquiridos por medio del conocimiento empírico del medio en el cual viven. De este modo la producción y consumo está mediada por las nece - sidades familiares y de parentesco. En el caso del “El salado” la producción de sal se realiza con la intención de abas - tecer no solo la despensa familiar, sino también de proporcionar ésta al ganado, sin dejar de ver que dicha sal puede ser vendida en cualquier caso. La sal de “El salado” se produce de manera artesanal, en esta actividad par - ticipan por lo regular mujeres, que acu - den a un paraje dentro de la comunidad llamado las salinas, (Ver figura 3) en las que se encuentra un manantial de agua salada que proporciona el agua necesa - ria para la producción de sal. Al pie de este manantial se encuentran los cajetes , nombre que los pobladores le dan a una serie de terrazas que fueron construidas desde tiempos prehispánicos y en las cuales aún se produce. Estos cajetes son llenados por medio de un pequeño acue - ducto que distribuye el agua necesaria para dicha actividad. El procedimiento para realizar esta actividad, primero que nada depende del sol, y debe realizarse en días soleados, ya que gracias al calor, el agua es evaporada dejando la sal cristalizada. Cabe señalar que durante este procedimiento solo son llenados los cajetes necesarios acorde a la cantidad que quisiera producirse. FIGURA 3. Las salinas, en el Rancho “El Salado” lugar donde se produce la sal por me- dio del agua de manantial, también conocido como los cajetes. (Fotografía de Daniel Aguilar Escobar).

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