Número 44
        
 28 La importancia de este recurso tras - cendió no solo al ámbito productivo y comercial, sino que impactó en el ámbi - to cultural, ya que la sal pasó de un ser anímico a una deidad. Sahagún (1989) señala que entre los mexicas existían un culto esencial al paisaje y a los distintos recursos naturales que se encontraban en este, tal fue el caso del agua, en la que Tláloc era el señor y guardián, y su her - mana Huixtocihuatl (Ver Figura 1) quien custodiaba las aguas saladas o marinas y a la cual se le atribuía el invento de la sal. Según el mito azteca ella fue deste - rrada por sus hermanos los tlaloque a las aguas saladas y ahí ella inventó la sal, la cual producía por medio de tinajas o cajetes. Esta deidad estaba relacionada a la fertilidad, ya que su importancia era reflejada en el valor de la sal misma y en las distintas formas en que esta era empleada. De esta maneta la vida ritual en torno a la sal era considerada esencial para aquellos que vivían de este recurso. Tal como describe Sahagún, diciendo que el séptimo mes lo llamaban tecuilhuitont- li y era la fiesta de la señora de la sal, a la cual las mujeres ofrendaban flores, cantos y bailes e incluso sacrificios hu - manos con la intención de que Huixtoci- huatl fuese propicia con ellos. Estos elementos que conformaron la cosmovisión y la producción de sal en el contexto mesoamericano,  estructuraron un sistema de identidad local y regional que afianzó la producción de sal, como lo señala Haydee Quiroz (1998) la cual denomina a este proceso como “ la cul- tura de la sal” ya que por medio de esta, se exponen los valores étnicos y cultu - rales que estas comunidades han forma - do a lo largo del tiempo, y que han sido trasmitidas de generación en generación dando como resultado una perspectiva de la producción de sal en sus distintas variantes culturales. Tal es el caso de la producción de sal en la Mixteca Baja Po - blana, la cual ha sido campo de estudio de diversas disciplinas, como lo es la ar - queología y la ingeniería, en las cuales se retoma no sólo el origen de esta, sino el funcionamiento y la importancia que tuvieron estas salinas para con los de - más grupos contemporáneos existentes. Por su parte los estudios arqueológicos han analizado más específicamente los restos materiales existentes o encontra - dos en los distintos parajes de siembra, con la intención de comprender y ana - lizar los elementos que implementaron para la construcción  de las eras, las cua- les principalmente fueron labradas so - bre las laderas en donde se encontraban manantiales de agua salada. Así mismo, la ingeniería ha contribuido con el aná - lisis hidráulico que estas comunidades empleaban para el traslado del agua y el llenado de las eras , junto con el com - portamiento que tenía dicho fluido en la producción intensa de sal. Es por ello que hablar de la produc - ción de sal, es analizar y comprender no solo territorios geográficos y producti - vos, sino elementos culturales y etno - territoriales, en los cuales se expresa de forma particular  la producción de sal, tal es el caso de la Mixteca Baja, la cual FIGURA 1. Huixtocihuatl Diosa Azteca de la sal (Imagen tomada del libro Dicciona- rio de Mitología Nahua). 28
        
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