Número 44
16 Nocturno En aquel espacio nocturno, tu cuerpo y el mío, tejidos en un abrazo de cardos dolorosos, en espirales hasta la asfixia, donde el calor de los cuerpos estalla al infierno Atormentados e impotentes, atados a nuestros interiores salpicados de miedos, la callada noche huye ante la violencia de nuestras almas. . . Noches, noches paranoicas vagas y amontonadas de sombras milenarias. . La despedida inconclusa Su partida, el 30 de junio de 2016, a las 5 de la mañana, se debió a una neumonía, no detectada a tiempo por sus médicos. No hubo tiempo para despedirnos. A Be - lem le faltó algo de vida, muy poquita, para festejar en octubre el 40 aniversario de la feria del mole de su pueblo. Sin em - bargo, el último día de ese mes, degus - tará los aromas que saldrán del plato de mole de la ofrenda que le harán sus fa - miliares. Belem: contigo partió ese mole maravilloso que me reconciliaba con la gastronomía del altiplano central y cere - monializaba nuestra amistad. Nos queda en nuestro imaginario tu sonrisa imbati - ble y tu pasional imagen asumiendo, una y otra vez, las justas luchas, por las que más de una vez te jugaste la vida. Ade - más, nos quedan los destellos de tu amis - tad, los cuales se reactualizan a través de tu heterodoxo representante y compañe - ro: Xavier Solé, de tu extensa y solidaria familia, y de tu crecida prole. Al hacedor de primaveras Para Xavier Olas de flores atrapaste con tus manos, esparciéndolas dulcemente sobre la tierra. Tu mirada saturada de verde puso suavemente un manto de hierbas infinito. De cantos mil llenaste las gargantas de los pajaros, que trinando, en tropel, la primavera anunciaron. Tú no tienes el esplendor de las primaveras… porque el esplendor se lo diste tú… .
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